Cómo se hace
La prueba es realizada por un médico en un centro de radiología o en el departamento de radiología de un hospital.
Deberá quitarse las joyas que podrían interponerse en la imagen radiográfica. Es posible que deba quitarse toda o casi toda la ropa de la cintura para arriba (es posible que no tenga que quitarse la ropa interior si esta no se interpone en la prueba). Se le proporcionará una bata para que use durante la prueba.
Durante la prueba
Le harán una punción lumbar para introducir el tinte en el conducto raquídeo. Se recostará boca abajo o de costado en una mesa de rayos X. El médico limpiará una zona de la parte baja de la espalda. Le pondrá un anestésico en la piel.
Después de que la zona esté adormecida, se le introducirá una aguja delgada en el conducto raquídeo y una sucesión rápida de rayos X (fluoroscopia) ayudará al médico a colocar la aguja en la zona correcta. Se puede tomar una muestra de líquido cefalorraquídeo antes de introducir el tinte en el conducto vertebral.
Después de que le introduzcan el tinte, deberá permanecer quieto mientras se toman las radiografías.
Después de que le tomen las radiografías, le pondrán una venda pequeña en la espalda en donde le introdujeron la aguja. Le dirán qué tiene que hacer después de la prueba.
Después de la prueba
Esta prueba suele durar entre 30 minutos y 1 hora.
Es posible que tenga que quedarse en cama con la cabeza levantada entre 4 y 24 horas después de la prueba. Esto ayuda a prevenir o reducir los efectos secundarios de la prueba, como el dolor de cabeza, las náuseas o los vómitos. Para prevenir las convulsiones, no se incline ni se acueste con la cabeza más abajo que el resto del cuerpo.
Evite las actividades intensas, como correr o levantar objetos pesados, durante al menos 1 día después de la prueba.
Beba mucha agua después. Su médico le dará instrucciones sobre cómo tomar los medicamentos que toma habitualmente.