Alimentarse en forma saludable significa comer una variedad de alimentos para que su hijo reciba los nutrientes (como proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales) que necesita para un crecimiento normal. Si su hijo come una gran variedad de alimentos básicos en forma regular, estará bien nutrido.
Con bebés y niños pequeños, por lo general, puede dejar que ellos coman la cantidad adecuada en cada comida, siempre que usted solo les dé acceso a alimentos saludables.
Los bebés lloran para hacernos saber que tienen hambre. Cuando están llenos, dejan de comer. Las cosas se complican a los 2 o 3 años cuando los niños comienzan a preferir el sabor de ciertos alimentos, a rechazar el sabor de otros alimentos y a tener mucha variabilidad en cuánta hambre sienten. Pero aun entonces, lo mejor suele ser darles acceso solamente a alimentos saludables y permitirles decidir cuánto comer.
Es posible que le preocupe ver que su hijo come muy poco durante una comida. Los niños tienden a comer la misma cantidad de calorías cada uno o dos días si se les permite decidir cuánto comer. Pero el patrón de consumo de calorías puede variar de un día a otro. Un día, un niño podría comer mucho en el desayuno, mucho en el almuerzo y casi nada en la cena. Al día siguiente, el mismo niño podría comer muy poco en el desayuno, pero podría comer mucho en el almuerzo y en la cena. No espere que su hijo coma la misma cantidad de alimentos en cada comida y en cada refrigerio todos los días.
A muchos padres les preocupa que su hijo esté comiendo en exceso o demasiado poco. Quizá su hijo quiera comer solo un tipo de alimentos, por ejemplo, sándwiches de jalea y mantequilla de cacahuate (maní). Una forma de ayudar a su hijo a comer bien y de ayudar a que usted se preocupe menos es saber cuál es su tarea y cuál es la tarea de su hijo en lo que se refiere a la alimentación. Si su hijo solo quiere comer un tipo de alimentos, está haciendo el trabajo de los padres de decidir cuáles son las alternativas de alimentos. Decidir qué alimentos se ofrecen es la tarea de los padres.
Si esta idea es nueva para usted, a usted y a su hijo podría tomarles un poco de tiempo adaptarse. Con el tiempo, su hijo aprenderá que le permitirán comer tanto o tan poco como quiera en cada comida y en cada refrigerio. Esto alentará a su hijo a continuar confiando en su medidor interno del hambre.
Puede ayudar a apoyar los hábitos alimentarios saludables de su hijo de la siguiente manera:
Aquí hay otras maneras en que usted puede ayudar a su hijo a mantenerse saludable:
En niños que por lo demás son sanos, pueden formarse malos hábitos alimentarios por varios motivos. Los bebés nacen con una preferencia por los sabores dulces. Pero para que los bebés aprendan a comer una gran variedad de alimentos básicos, deben aprender a disfrutar otros sabores, porque muchos alimentos nutritivos no son dulces.
Si su hijo está sano y come una dieta nutritiva y variada, pero parece que come muy poco, es posible que simplemente necesite menos energía de los alimentos (calorías) que otros niños. Y algunos niños necesitan más calorías diarias que otros de la misma edad o tamaño, y comen más de lo que usted podría esperar. Todos los niños tienen diferentes necesidades calóricas.
En raras ocasiones, un niño podría comer más o menos de lo habitual debido a una afección médica que afecta su apetito. Si su hijo tiene una afección médica que afecta la forma en que come, hable con el médico de su hijo sobre cómo puede ayudar a su hijo a recibir la cantidad correcta de nutrientes.
Un niño con malos hábitos alimentarios no estará bien nutrido. Es decir, no está recibiendo las cantidades de nutrientes necesarias para un crecimiento y un desarrollo saludables. Esto puede llevarlo a tener un peso bajo o sobrepeso. Los niños mal alimentados tienden a tener un sistema inmunitario más débil, lo que aumenta sus posibilidades de enfermedades. Los malos hábitos alimentarios de un niño pueden aumentar el riesgo de enfermedades del corazón, presión arterial alta, diabetes tipo 2 o colesterol alto más adelante en la vida.
Los malos hábitos alimentarios incluyen:
Una alimentación saludable significa comer una variedad de alimentos de todos los grupos alimentarios. Significa elegir menos alimentos que tienen gran cantidad de grasas y de azúcar. Pero no significa que su hijo no pueda comer postres o darse otros gustos de vez en cuando.
Con un poco de planificación, puede crear una estructura que le dé a su hijo (y le dé a usted) la libertad para tomar decisiones de alimentación saludable. Piénselo como una planificación no solo para los niños, sino para todos los integrantes de la familia.
Si siente que perdió el control de sus propios hábitos alimentarios o de su peso, es posible que su hijo esté aprendiendo algunos malos hábitos alimentarios de usted. Consulte a un dietista registrado, a su médico o a un profesional de la salud mental que tenga experiencia en problemas de alimentación, si fuese necesario. Para obtener más información, vea los temas Alimentación saludable y Manejo del peso.
Ayude a su hijo a aprender a tomar decisiones saludables en relación con los alimentos y el estilo de vida siguiendo estos pasos:
Asegúrese de comer juntos en el hogar la mayor cantidad de veces posible. Un horario regular para las comidas les da a usted y a su familia una oportunidad para hablar y relajarse juntos. También les ayuda a usted y a su hijo a tener una relación positiva con los alimentos.
En el caso de que coman poco, coman en exceso o tengan problemas de peso, la mayoría de los niños corrigen esto solos cuando se elimina la lucha de poder de la hora de comer. Pero la parte más difícil para la mayoría de los padres es resistirse a orientar las elecciones de sus hijos ("Come al menos un bocado de las verduras". "Estás comiendo mucho pan". "Quiero que el plato quede limpio". "Nada de repetir el plato"). Haga un esfuerzo por evitar estos comentarios.
Si su hijo se salta ciertos alimentos, come poco o come más de lo que le gustaría:
Espere cierta rebeldía cuando cambie el modo en que alimenta a su familia. Al principio, su hijo podría comer solo un tipo de comida, comer todo lo que ve o negarse obstinadamente a comer lo que sea. Afortunadamente, no pasa nada si su hijo elige comer demasiado o si se salta una comida de vez en cuando.
En forma gradual, los hábitos alimentarios de su hijo se equilibrarán. Notará que, en la medida en que usted ofrezca opciones nutritivas, su hijo comerá una variedad y una cantidad de comida saludable cada semana. Intente relajarse y verá que su hijo se relajará también.
Alimentación de su bebé . Desde el nacimiento, los bebés siguen sus indicios internos de hambre y de saciedad. Comen cuando tienen hambre y dejan de comer cuando están satisfechos. Los expertos recomiendan alimentar a los recién nacidos cuando lo piden.
Alimentación de un niño pequeño/en edad preescolar. A medida que usted introduce a su hijo pequeño a alimentos nuevos, está alentando un gusto por la variedad, la textura y los sabores. Esto es importante, debido a que cuanto más aventurero se sienta su hijo en relación con los alimentos, más equilibrado y nutritivo será el consumo semanal. Recuerde que es posible que deba presentar un alimento nuevo o diferente unas cuantas veces antes de que su hijo se sienta cómodo para probarlo. Esto es normal. La mejor forma de abordarlo es ofrecer el nuevo alimento de manera relajada, sin presionar a su hijo.
Alimentación de un adolescente. Cuando su hijo entra en la adolescencia, tiene muchas más opciones de alimentos fuera del hogar. Usted sigue siendo responsable de ofrecer comidas equilibradas en el hogar. Las comidas en familia se vuelven especialmente importantes.
Los niños tienen necesidades especiales de vitaminas y minerales. Por ejemplo:
Si le preocupan los hábitos alimentarios de su hijo, puede llamar a su médico de familia para que le ayude. Su médico puede recomendarle que tome ciertas acciones o recomendarle a alguien especializado, como, por ejemplo:
Llame a su médico si:
Revisado: 8 septiembre, 2021
Autor: El personal de Healthwise
Evaluación médica:John Pope MD - Pediatría & Kathleen Romito MD - Medicina familiar & Adam Husney MD - Medicina familiar & Rhonda O'Brien MS, RD, CDE - Educador en diabetes certificado
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