Muchos adolescentes prueban el alcohol, el tabaco o las drogas. Algunos adolescentes prueban estas sustancias solo unas pocas veces y no vuelven a consumirlas. Otros no pueden controlar sus impulsos ni ansias por estas sustancias. Esto se conoce como un problema de consumo de sustancias.
Los adolescentes pueden probar una cantidad de sustancias, incluidos los cigarrillos, el alcohol, los productos químicos para el hogar (inhalantes), los medicamentos recetados y de venta libre, y las drogas ilegales. Los adolescentes usan alcohol más que cualquier otra sustancia. La marihuana es la droga ilegal que los adolescentes consumen más a menudo.
Los adolescentes pueden usar una sustancia por muchas razones. Lo pueden hacer porque:
Los adolescentes tienden a probar cosas nuevas y a correr riesgos, por lo que pueden tomar drogas o beber alcohol debido a que les parece emocionante.
Los adolescentes que tienen familiares con problemas con el alcohol o con otras drogas tienen más probabilidades de tener problemas graves de consumo de sustancias. Además, los adolescentes que sienten que no están conectados con sus padres ni que son valorados por ellos corren un riesgo mayor. Los adolescentes con autoestima baja o con problemas emocionales o de salud mental, como la depresión, también corren un mayor riesgo.
El uso de sustancias puede provocar problemas graves, como un mal desempeño escolar, pérdida de amigos, problemas en el hogar y problemas legales duraderos. El uso del alcohol y de drogas es una de las principales causas de muerte o de lesiones en los adolescentes relacionadas con choques automovilísticos, suicidios, violencia y ahogamiento. El uso de sustancias puede aumentar el riesgo de embarazo y de infecciones de transmisión sexual (STI, por sus siglas en inglés), incluido el VIH, debido a relaciones sexuales sin protección. Aun el uso esporádico del alcohol por un adolescente aumenta el riesgo de futuros problemas con alcohol y drogas.
Aun el consumo casual de ciertas drogas puede causar problemas de salud graves, tales como una sobredosis o un daño cerebral. Hoy en día, muchas drogas ilegales se elaboran en laboratorios caseros, de modo que su intensidad puede variar en gran medida. Estas drogas también pueden contener bacterias, sustancias químicas peligrosas y otras sustancias no seguras.
Es importante estar atento a las señales que le indiquen que su hijo puede estar consumiendo alcohol, drogas u otras sustancias. Algunas de las señales incluyen:
Si su hijo adolescente consume alcohol, tabaco o drogas, tómelo en serio. Una de las cosas más importantes que puede hacer es hablar abiertamente con su hijo adolescente sobre el problema. Insístale en que haga lo mismo. Trate de no utilizar palabras duras ni acusadoras. Dele todo el apoyo posible durante este tiempo.
En la mayoría de los casos, un encuentro cara a cara hostil y cargado de enojo aleja a su hijo adolescente de la familia. Si no sabe qué hacer o si se siente incómodo, pídale ayuda a un pediatra, psicólogo o psiquiatra.
El tipo de tratamiento que su hijo adolescente necesita depende del nivel del uso de sustancias. Por ejemplo, si su hijo adolescente ha probado las drogas o el alcohol solo unas pocas veces, hablar abiertamente con él o ella sobre el problema puede ser todo lo que tenga que hacer. Pero si su hijo adolescente tiene un problema de consumo de sustancias, entonces tiene que ser visto por un médico, un consejero o ambos. Si su hijo adolescente es dependiente de una droga o del alcohol, puede tener que hacer un tratamiento de desintoxicación o un tratamiento que reemplace la sustancia con medicamentos. Los medicamentos dan mejores resultados si se los combina con asesoría psicológica personalizada o familiar, o con ambas.
Volver a consumir sustancias, lo que se llama recaída, es común después del tratamiento. No es un fracaso por parte de su hijo adolescente ni del programa de tratamiento. La recuperación de un estado de dependencia es difícil y lleva tiempo. Sepa que puede haber reveses que su hijo adolescente deberá superar paso a paso.
A fin de ayudar a prevenir el uso de sustancias:
El uso de sustancias puede llevar a problemas sociales y de salud a largo plazo, lesiones e incluso la muerte. El crecimiento y desarrollo pueden ser afectados por el tabaco, el alcohol y las drogas. Los adolescentes que usan estas sustancias pueden tener dificultades para encontrar su identidad, formar habilidades para relacionarse y sentirse emocionalmente estable. También pueden tener problemas preparándose para su futuro. El uso de sustancias puede afectar la memoria y el aprendizaje, lo cual puede afectar el trabajo escolar del adolescente.
Y el uso de sustancias puede avanzar muy rápido desde la experimentación o el uso ocasional al uso frecuente y la dependencia en los adolescentes en riesgo.
La nicotina es solo una de las miles de sustancias químicas en el tabaco, pero es el componente principal que actúa en el cerebro. Los pulmones absorben fácilmente la nicotina del humo de los cigarrillos, cigarros o pipas. Los tejidos de la boca también pueden absorber nicotina cuando una persona fuma cigarros o pipas o mastica tabaco.
La nicotina es una de las sustancias más adictivas. Algunos adolescentes muestran señales iniciales de dependencia a pocos días o semanas de empezar a fumar. El uso repetido de tabaco causa una necesidad de cantidades de nicotina cada vez más grandes para sentir el mismo efecto (tolerancia). Y el uso repetido causa síntomas de abstinencia si la persona trata de dejar de fumar.
El alcohol afecta todos los órganos del cuerpo, pero tiene sus efectos más graves en el hígado. El alcohol reduce la calidad del sueño, especialmente si una persona lo usa con frecuencia para ayudarse a conciliar el sueño. Puede causar problemas con el desarrollo del cerebro en los adolescentes. Algunos adolescentes que toman alcohol regularmente pueden no aprender a manejar situaciones estresantes sin tomar alcohol.
El alcohol es un sedante. De modo que tomar alcohol le dificulta a una persona pensar y actuar rápidamente. Retrasa el pensamiento y el movimiento, y hace que la persona esté menos alerta. Las probabilidades de choques automovilísticos son más altas cuando una persona maneja después de tomar alcohol.
Tomar alcohol puede llevar a adolescentes a tener relaciones sexuales sin protección. Esto aumenta la posibilidad de embarazo e infecciones de transmisión sexual (STI).
La marihuana puede dificultar la memoria, la habilidad para resolver problemas y el aprendizaje. También puede causar oscilaciones del estado de ánimo, ansiedad y depresión.
La cocaína puede causar latidos cardíacos anormales, a veces causando un ataque cardíaco mortal, convulsiones o un ataque cerebral.
Otras sustancias que usan los adolescentes incluyen:
Los factores personales, familiares y comunitarios aumentan el riesgo de un adolescente de consumir sustancias y, posiblemente, de llegar a tener un problema.
Estos incluyen:
Es más probable que los adolescentes consuman alcohol o drogas si:
Estos incluyen:
Los adolescentes que no consumen alcohol, cigarrillos ni otras drogas tienen menos probabilidades de consumirlas de adultos. Los esfuerzos para prevenir el uso de sustancias en la adolescencia deben comenzar temprano en la vida, con educación, fomento de comportamientos saludables, y buenos lazos familiares.
La autoestima positiva, una familia solidaria y modelos positivos de conducta ayudan a los adolescentes a adquirir confianza para tomar buenas decisiones.
Si usted vive en un vecindario con un alto riesgo de consumo o si su hijo adolescente corre un alto riesgo de un problema de uso de sustancias, un programa comunitario puede ayudar a su hijo adolescente a aprender habilidades para evitar el uso de sustancias.
Incluso niños pequeños de edad escolar tienen opiniones sobre el consumo de sustancias. Así que comience temprano a ayudar a su hijo a aprender las habilidades necesarias para evitar el uso de sustancias.
A veces, es difícil saber si su hijo adolescente consume alcohol o drogas. Los padres pueden preocuparse de que sus hijos adolescentes estén involucrados con drogas o alcohol si se vuelven retraídos o tienen una actitud negativa. Pero estos comportamientos son comunes en adolescentes que están pasando por tiempos difíciles.
Es importante no acusar a su hijo injustamente. Trate de averiguar por qué ha cambiado el comportamiento de su hijo adolescente. Dígale que usted está preocupado.
Los expertos recomiendan que los padres busquen un patrón o una serie de cambios en la apariencia, comportamiento y actitud, no solo uno o dos de los cambios enumerados aquí.
Cualquier consumo de alcohol, cigarrillos o drogas en la niñez o adolescencia es un problema, a menos que resulte ser un incidente de una sola vez. Si usted sospecha u observa señales de que su hijo adolescente consume sustancias, verifíquelo. No espere a que se convierta en un problema mayor.
Un análisis casero para detectar drogas ofrece información temprana e inmediata acerca de si una muestra de orina contiene drogas como anfetamina, cocaína y marihuana. Pero no muestra qué droga se ha usado, y algunas pruebas no son precisas.
Si cree que su hijo adolescente consume alcohol o drogas, reúna toda la información posible antes de llevar a su hijo adolescente a ver a un profesional de la salud. Esto ayudará a asegurar un diagnóstico preciso.
Los profesionales de la salud que pueden diagnosticar y tratar problemas de uso de sustancias incluyen:
La asesoría psicológica profesional para los problemas de consumo de sustancias, tanto individual como grupal, puede ser llevada a cabo por un:
Si el profesional de la salud cree que su hijo adolescente puede tener un problema de consumo de sustancias, hará preguntas sobre los antecedentes de salud de su hijo y le hará un examen físico. Hará preguntas sobre la actitud de su hijo adolescente respecto al consumo de sustancias, sus antecedentes de consumo y todos los efectos del uso de drogas. El profesional de la salud querrá hablar con su hijo adolescente en privado.
No suelen hacerse análisis de orina, de sangre ni de cabello para detectar drogas (prueba de toxicología) o un análisis sanguíneo para detectar alcohol para diagnosticar problemas de consumo de sustancias. Los profesionales de la salud generalmente no harán estos análisis sin el consentimiento del adolescente. El consentimiento de los padres no es suficiente, a menos que exista una razón médica o legal para realizar el análisis.
El profesional de la salud puede tratar de averiguar si su hijo tiene trastorno por déficit de atención con hiperactividad (ADHD, por sus siglas en inglés), trastorno de conducta, depresión, estado de ánimo depresivo a largo plazo (trastorno distímico), trastornos de ansiedad o trastorno por estrés postraumático. Estos problemas de salud son comunes en adolescentes que usan sustancias. El médico de su hijo va a querer tratar estos problemas y el uso de sustancias.
Su médico puede remitirlo a un profesional que tenga experiencia en problemas de drogas y alcohol en adolescentes.
Idealmente, cuando su hijo está en la escuela primaria, su médico comenzará a hacerle preguntas sobre la actitud de su hijo respecto al alcohol, los cigarrillos y las drogas. A medida que su hijo crece, el médico continuará tratando este tema en las consultas médicas. Conseguir ayuda a una edad temprana es muy importante. Eso es porque el uso temprano de sustancias aumenta la probabilidad de que su hijo se convierta en dependiente del alcohol o tenga otras conductas riesgosas.
Un profesional de la salud que sospecha que usted u otro familiar tienen un problema de consumo de sustancias hablará sobre la necesidad de tratamiento. Obtener tratamiento temprano para usted (u otro familiar) reduce el riesgo de que su hijo tenga un problema de consumo de sustancias. Además, es más probable que su hijo obtenga tratamiento en forma temprana si empieza a tener un problema de consumo de sustancias.
Usted puede ayudar a encontrar el tratamiento adecuado para su hijo, y ayudarle a tener éxito durante y después del tratamiento.
El tipo de tratamiento que su hijo recibe dependerá de la gravedad de su problema de sustancias.
Existen varios tipos de programas de tratamiento para el uso de sustancias en la adolescencia.
Programas para pacientes hospitalizados
Los programas para pacientes hospitalizados son altamente estructurados y están cuidadosamente supervisados en un hospital o centro de tratamiento. El adolescente permanece allí día y noche durante el tratamiento, que normalmente dura alrededor de 4 semanas. Por lo general, estos programas tienen un programa de atención poshospitalario que brinda apoyo y aliento.
Programas para pacientes ambulatorios
Los programas para pacientes ambulatorios varían desde programas muy estructurados con psicoterapia y terapia familiar, hasta centros sin cita previa.
Cualquier tipo de programa que elija, debería abarcar los temas de desarrollo de los adolescentes, como la presión de sus compañeros y la necesidad de desafiar límites. El tratamiento también tiene que señalar una forma en la que su hijo adolescente pueda continuar con su educación. Esto puede aumentar la confianza en sí mismo y la autoestima si puede hacer al menos pequeñas tareas académicas durante el tratamiento.
Lograr que un adolescente deje de consumir alcohol, cigarrillos u otras drogas es solo el primer paso. El consumo de sustancias llena una necesidad emocional. Esa necesidad debe encontrarse y satisfacerse de una manera saludable para que su hijo pueda mantenerse alejado de la sustancia.
Volver al uso de sustancias (con una recaída) después del tratamiento es común. No se considera un fracaso del tratamiento. La mayoría de las recaídas ocurren dentro de los primeros 3 meses después del tratamiento. En la mayoría de los casos, los adolescentes necesitan realizar un tratamiento más de una vez y seguir un proceso de recuperación largo.
Su hijo adolescente tiene menos probabilidades de tener una recaída si:
Revisado: 8 noviembre, 2021
Autor: El personal de Healthwise
Evaluación médica:Patrice Burgess MD - Medicina familiar & E. Gregory Thompson MD - Medicina interna & Adam Husney MD - Medicina familiar & Martin J. Gabica MD - Medicina familiar & Kathleen Romito MD - Medicina familiar & Peter Monti PhD - Alcohol y Adicción & Christine R. Maldonado PhD - Salud de la Conducta
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