Su hijo debe estar tanto física como emocionalmente preparado para el entrenamiento para usar el inodoro. La mayoría de los niños están preparados para comenzar cuando tienen entre 22 y 30 meses de edad, pero cada niño es diferente. Por lo general, el entrenamiento para usar el inodoro se vuelve un proceso largo y frustrante si usted intenta empezarlo antes de que su hijo esté preparado.
Antes de poder usar el inodoro, los niños deben poder controlar los músculos del intestino y de la vejiga. Algunas señales de este control son tener evacuaciones del intestino aproximadamente a la misma hora todos los días, no tener evacuaciones del intestino durante la noche y tener el pañal seco después de una siesta o durante, al menos, 2 horas seguidas. Los niños también deben poder trepar, hablar, quitarse la ropa y haber dominado otras habilidades motoras básicas antes de poder usar el inodoro solos.
La mayoría de los niños están físicamente preparados para el entrenamiento para usar el inodoro antes de estar emocionalmente preparados. Es necesario que su hijo quiera usar el inodoro y que tenga voluntad de cooperar con usted. Es posible que su hijo incluso hable acerca de ser un "niño grande" o una "niña grande" y de usar ropa interior en lugar de pañales. Por lo general, el entrenamiento no da buenos resultados si su hijo se encuentra en la etapa en la que "no" es su respuesta automática ante cualquier pedido.
Se considera que un niño ha aprendido a usar el inodoro cuando sabe que es hora de ir al baño y puede subirse al inodoro y usarlo con poca ayuda. El promedio de tiempo que se necesita son 3 meses. Las niñas suelen aprender a usar el inodoro un poco antes que los niños.nota 1
Es probable que su hijo necesite ayuda para limpiarse después de una evacuación del intestino hasta los 4 o 5 años. También es posible que necesite más ayuda en baños desconocidos, como en baños públicos, hasta que tenga alrededor de 5 o 6 años.
Si su hijo se resiste a usar el inodoro, probablemente no esté preparado. A veces, los problemas o las demoras en el entrenamiento para usar el inodoro son causados por el estrés o por cambios importantes en la rutina. Además, un niño que está teniendo un buen progreso en el entrenamiento para usar el inodoro puede tener dificultades de manera repentina sin ningún motivo aparente. Esta es una parte normal del entrenamiento para usar el inodoro. Se recomienda comenzar o reanudar el entrenamiento para usar el inodoro cuando su hijo esté dispuesto a hacerlo y se encuentre en un entorno estable.
La experiencia del entrenamiento para usar el inodoro de su hijo debe ser positiva. Si se convierte en una lucha o en una batalla de voluntades, es mejor seguir el entrenamiento en forma más lenta o abandonarlo durante un tiempo. Aunque usted tal vez esté preparado para el entrenamiento para usar el inodoro, es posible que su hijo no lo esté.
Puede ser difícil saber cuándo empezar con el entrenamiento para usar el inodoro. Por lo general, un niño debe estar tanto física como emocionalmente preparado para que el entrenamiento para usar el inodoro pueda tener éxito.
Los niños pasan por una etapa de preparación para usar el inodoro que no será la misma en todos los niños. Preste atención a las señales físicas y emocionales que indiquen que su hijo está preparado para empezar el entrenamiento para usar el inodoro. Las cuestiones familiares afectan a su hijo durante esta etapa. No se aconseja realizar el entrenamiento para usar el inodoro durante un período de cambios en la familia, como cuando hay una mudanza, un nuevo bebé o un divorcio.
Cuando su hijo esté preparado para el entrenamiento para usar el inodoro, puede empezar la etapa de aprendizaje. Durante este período, brinde oportunidades para realizar el entrenamiento para usar el inodoro y aliente a su hijo.
Un niño se encuentra físicamente capaz de entrenarse para usar el inodoro cuando desarrolla la capacidad de controlar los músculos del intestino y de la vejiga. Rara vez esto sucede antes de los 18 meses de edad.
Algunas señales básicas que indican que su hijo tiene control del intestino y de la vejiga incluyen las siguientes:
Su hijo también debe ser capaz de subirse al inodoro y quitarse la ropa. Y debe ser capaz de hablar lo suficiente como para comunicarle a usted la necesidad de usar el inodoro.
Es posible que su hijo esté físicamente preparado para el entrenamiento para usar el inodoro después de los 18 meses de edad. Pero es posible que la preparación emocional tome más tiempo. Su hijo debe querer usar el inodoro. Y debe tener la voluntad de cooperar con usted durante el proceso de entrenamiento para usar el inodoro. Por ejemplo, es típico que el entrenamiento no dé buenos resultados si su hijo se encuentra en la etapa en la que "no" es su respuesta automática ante cualquier pedido.
Su hijo muestra preparación emocional para el entrenamiento para usar el inodoro de diferentes maneras. Es posible que su hijo:
Tenga cuidado de entusiasmarse demasiado sobre el hecho de que su hijo esté preparado para usar el inodoro después de que muestre una o dos de estas señales. Es posible que un niño se sienta entusiasmado al usar el inodoro, pero que luego pierda el interés rápidamente.
Es normal que su hijo esté haciendo un buen trabajo con el entrenamiento para usar el inodoro y que, de repente, empiece a tener problemas. Por ejemplo, es posible que intente "aguantarse" durante períodos prolongados o quiera usar pañales nuevamente. Esto no significa que sus esfuerzos hayan fracasado. Pero sí significa que necesita el entrenamiento en forma más lenta durante un tiempo.
El estrés en el hogar puede interferir en el entrenamiento para usar el inodoro de un niño. Por ejemplo, los retrocesos en el entrenamiento para ir al baño pueden estar relacionados con la llegada de un nuevo bebé, una mudanza, un cambio en el jardín de infantes o en la guardería, un conflicto familiar, la enfermedad o la muerte de un familiar cercano.
Es posible que, además, los hábitos de uso del inodoro de un niño se vean afectados si contrae una enfermedad, especialmente alguna que tenga un período largo de recuperación.
A veces su hijo no cooperará, por ningún motivo que usted pueda determinar.
Resista la presión de los amigos o de la familia para entrenar a su hijo para usar el inodoro en forma demasiado temprana. Los padres con frecuencia sienten que su hijo debe ser entrenado a una edad específica o para cumplir con un plazo determinado, como un requisito para inscribirse en una guardería particular. Es menos probable que usted y su hijo se frustren y más probable que tengan una buena experiencia con el entrenamiento para usar el inodoro si este no se realiza a la fuerza. Mantener una actitud positiva y relajada es una parte importante en el entrenamiento de su hijo.
Las reacciones negativas por lo general no ayudan. Los niños necesitan elogios frecuentes durante todo el proceso de entrenamiento para usar el inodoro.
Usted sabrá que su hijo está entrenado para usar el inodoro cuando anticipe en forma regular la necesidad de ir al baño y, con poca ayuda, pueda subirse al inodoro y usar el tipo de inodoro (bacinica) que usted le proporcione. Este proceso lleva tiempo, de semanas a meses. Cada niño es diferente. Pero a la mayoría de los niños se les entrena con éxito a los 3 años aproximadamente o poco tiempo después (por lo general se entrena a las niñas unos meses antes que a los niños). Es posible que su hijo necesite de todos modos una ayuda de vez en cuando, como para limpiarse, hasta que tenga 4 o 5 años. Es posible que también necesite ayuda y tranquilidad cuando usa un inodoro en un baño desconocido, como un baño público, hasta los 5 o 6 años.
La mayoría de los niños entrenados mojan o ensucian sus pantalones en ocasiones durante el día, por lo general debido a que están distraídos. Por ejemplo, es posible que su hijo ignore la necesidad de ir al baño debido a que no quiere interrumpir el juego. Es posible que estos accidentes ocurran hasta que su hijo tenga 5 años. El estrés también puede causar que un niño vuelva a orinarse.
La mayoría de los niños a veces mojan la cama por las noches, hasta alrededor de 12 meses después de usar el inodoro durante el día. Muchos niños de 3 años mojan la cama por las noches al menos una vez al mes. Mojar la cama por las noches podría incluso ocurrir esporádicamente en la edad escolar.
Es posible que esté confundido acerca de cuándo empezar el entrenamiento para usar el inodoro. Esto no es una sorpresa, en vista de que la mayoría de las personas se ven atacadas por los consejos y por las expectativas de los parientes, los amigos y las personas a cargo del cuidado de los niños en las guarderías. Además es posible que usted tenga motivos personales para querer que su hijo esté entrenado para usar el inodoro; por ejemplo, estar embarazada y desear no tener que cambiar los pañales de dos niños al mismo tiempo. Lograr el equilibrio de todos estos factores puede ser un desafío.
La preparación física y emocional de su hijo para el entrenamiento para usar el inodoro es el aspecto más importante de encontrar el momento oportuno. Aunque puede comenzar a entrenar a su hijo para usar el inodoro a una edad más temprana que la edad promedio, por lo general toma más tiempo. Además, es probable que tanto usted como su hijo se frustren si usted intenta entrenarle para usar el inodoro antes de que esté física y emocionalmente preparado.
Su hijo no está preparado para comenzar el entrenamiento para usar el inodoro si muestra algún tipo de resistencia. Por lo general, un niño muestra resistencia de las siguientes maneras:
Es posible que los niños entrenados para usar el inodoro tengan accidentes hasta llegado el momento de entrar en edad escolar. Cuando un niño tiene un accidente durante el día, a menudo es porque se encuentra en medio de un juego y simplemente aguantó demasiado tiempo. Los accidentes nocturnos podrían ocurrir con frecuencia dentro de los primeros 12 meses después de que los niños aprendan a usar el inodoro durante el día. Muchos niños de 3 años mojan la cama por la noche al menos una vez al mes.
El enfoque del entrenamiento para usar el inodoro a veces estimula a los niños a jugar con las heces. Esta conducta es normal. Recuérdele a su hijo que las heces no son un juguete y que deben quedarse en el inodoro. Refuerce esta idea ayudándole a su hijo a tirar la cadena. Ayúdele a su hijo a satisfacer la necesidad natural de sentir texturas diferentes ofreciéndole jugar con material para modelado, como arcilla, plastilina (Play-Doh) o pintar con los dedos.
A veces el entrenamiento para usar el inodoro despierta la curiosidad acerca del lugar de donde provienen la orina y las heces, lo que hace que algunos niños deseen sentir y tocarse la zona genital. Esta es una parte normal de cómo los niños aprenden acerca de sus cuerpos. No culpe ni castigue a su hijo por esta conducta. Puede explicarle la función de los genitales y hacerles ver que son partes íntimas del cuerpo, que se miran y exploran en privado.
Su hijo debe tener chequeos regulares, a veces llamados citas de control para el niño, con un pediatra, un médico de medicina familiar u otro profesional de la salud. Estas visitas le permiten al profesional de la salud evaluar el desarrollo de su hijo y asegurarse de que se encuentre saludable.
En la visita de los 2 años, el profesional de la salud le preguntará acerca del avance de su hijo en el entrenamiento para usar el inodoro. Esta es una buena oportunidad para hablar sobre cualquier inquietud que tenga acerca de la preparación de su hijo.
Llame a su médico si tiene inquietudes acerca de la preparación de su hijo o su avance respecto del entrenamiento para usar el inodoro.
La mayoría de los niños usan el inodoro durante el día en forma sistemática y con éxito alrededor de los 3 años. Llame a su médico si su hijo:
Hay muchas estrategias y enfoques diferentes para el entrenamiento para usar el inodoro. Los métodos más exitosos usan refuerzo positivo y empiezan el entrenamiento intensivo solo cuando un niño está preparado física y emocionalmente. Introduzca en su hijo los conceptos básicos del uso del inodoro en forma gradual y repetitiva. A medida que su hijo adquiera las habilidades necesarias, mostrará un sincero interés en el uso del inodoro.
Antes de decidir comenzar el entrenamiento para usar el inodoro, asegúrese de que el entorno del hogar sea estable y que todos los familiares estén preparados para ayudar en el proceso. Intentar comenzar el entrenamiento para usar el inodoro poco tiempo después de tener otro hijo, mientras remodela su hogar, mientras tiene una sucesión de invitados en el hogar, inmediatamente antes de irse de vacaciones o durante un período de problemas en las relaciones probablemente no será tan exitoso como durante un período de calma, cuando la familia puede concentrarse en ayudar a su hijo menor a lograr este importante hito del desarrollo.
Hable con su hijo acerca de cómo evacuar el intestino y cómo orinar. Es posible que su hijo se sienta cómodo diciendo "popó" y "pipí". Está bien que use estas palabras, pero también use los términos correctos para que el niño aprenda lo que significan.
Comience a hablar con su hijo acerca de cómo usar el inodoro. Explíquele a su hijo cómo funciona el inodoro y cómo puede usarlo cuando esté preparado para hacerlo. Muéstrese entusiasta y hable siempre positivamente acerca del uso que le da su hijo al inodoro. Hable acerca de que ya no tendrá que usar pañales, de que empezará a usar ropa interior que es más cómoda y de que puede verse como un niño o una niña grande.
Además, puede usar libros y DVD para ayudar a su hijo a prepararse. Consulte a su médico o a un bibliotecario para obtener más información.
Lleve a su hijo a elegir una bacinica que sea resistente y cómoda. Tenga paciencia y dele tiempo a su hijo para que se acostumbre y se sienta cómodo con ella. Algunas maneras de hacerlo son:
Es posible que su hijo quiera estar a su lado cuando usted usa el inodoro. Si a usted no le molesta tener público, deje que esté junto a usted. Hable con su hijo acerca de lo que está haciendo.
El entrenamiento para usar el inodoro por lo general tiene más éxito si tiene una actitud relajada y paciente con su hijo.
Con el tiempo, su hijo mostrará interés en el uso del inodoro. Cuando esto suceda, siga la iniciativa de su hijo y comience con el proceso. Las sugerencias generales que pueden hacer que este proceso sea más fácil son las siguientes:
Elogie y aliente a su hijo por el éxito obtenido. Puede decirle: "Te sientas en la bacinica como lo hace mami (o papi, o la hermana más grande)" o "Te estás esforzando mucho para hacer popó (o pipí) en tu bacinica". Premie a su hijo por intentar usar el inodoro. Puede usar elogios verbales y actividades divertidas, como colocarle etiquetas autoadhesivas o brindarle un tiempo especial para jugar con usted.
Los accidentes ocurren. No regañe ni castigue a su hijo por mojar o ensuciar accidentalmente sus pantalones. Tómelo de manera natural y tranquilice a su hijo diciéndole que está bien y que mejorará con la práctica. Además, recuérdele a su hijo usar el inodoro cuando se despierta en la mañana.
Si usted y su hijo no tienen avances con el entrenamiento para usar el inodoro, está bien. Es probable que no sea el momento adecuado. Guarde la silla con bacinica incorporada hasta que su hijo demuestre que quiere intentarlo nuevamente.
Las cosas más importantes que debe recordar para el entrenamiento para usar el inodoro consisten en esperar hasta que su hijo y su familia estén preparados y hacer de esta una experiencia positiva. Tenga paciencia y espere la llegada de los días en que se liberará de los pañales.
Revisado: 20 septiembre, 2021
Autor: El personal de Healthwise
Evaluación médica:John Pope MD - Pediatría & Kathleen Romito MD - Medicina familiar & Susan C. Kim MD - Pediatría
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