La hepatitis C es una enfermedad causada por un virus que infecta al hígado. Con el tiempo, puede provocar cirrosis, cáncer de hígado e insuficiencia hepática.
Muchas personas no saben que tienen hepatitis C hasta que ya tienen cierto daño en el hígado. Esto puede llevar muchos años. Algunas personas que contraen hepatitis C la tienen durante un tiempo corto y luego mejoran. Esto se llama hepatitis C aguda. Pero la mayoría de las personas infectadas con el virus llegan a tener hepatitis C a largo plazo (crónica).
Aunque la hepatitis C puede ser muy grave, la mayoría de las personas pueden controlar la enfermedad y llevar una vida activa y plena.
La hepatitis C es causada por el virus de la hepatitis C. Se transmite por contacto con la sangre de una persona infectada.
Usted puede contraer hepatitis C si:
En raros casos, una madre con hepatitis C contagia el virus a su bebé en el momento del nacimiento, o un trabajador de atención médica es accidentalmente expuesto a sangre infectada con hepatitis C.
El riesgo de contraer hepatitis C por medio de un contacto sexual es muy pequeño.nota 1 El riesgo es más alto si usted tiene muchas parejas sexuales.
Usted no puede infectarse de hepatitis C debido a un contacto casual, como abrazarse, besarse, estornudar, toser, o compartir alimentos o bebidas.
La mayoría de las personas no tienen síntomas al principio cuando se infectan con el virus de la hepatitis C. Si usted tiene síntomas, estos pueden incluir:
La mayoría de las personas llegan a tener hepatitis C crónica, aunque no tengan síntomas. Esto hace que sea común que las personas tengan hepatitis C durante 15 años o más antes de que les sea diagnosticada.
Muchas personas se enteran de que tienen el virus por accidente. Se enteran cuando les hacen un análisis de sangre antes de una donación de sangre o como parte de un chequeo médico de rutina. Las personas con hepatitis C a menudo tienen altos niveles de enzimas hepáticas en la sangre.
Si su médico piensa que usted puede tener hepatitis C, hablará con usted acerca de hacerle un análisis de sangre. Si la prueba muestra anticuerpos de hepatitis C, entonces usted ha tenido hepatitis C en algún momento. Una segunda prueba puede indicar si todavía tiene hepatitis C.
Cuando los análisis de sangre muestren que usted tiene hepatitis C, puede ser necesario que le hagan una biopsia del hígado para ver lo bien que le está funcionando el hígado. En una biopsia del hígado, el médico le insertará una aguja entre las costillas para tomar una pequeña muestra de tejido hepático para observarla bajo el microscopio. Es posible que también le hagan pruebas de diagnóstico por imágenes, como una tomografía computarizada (CT, por sus siglas en inglés), una resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés) o una ecografía, para asegurarse de que usted no tiene cáncer de hígado.
Algunas personas prefieren averiguar por su cuenta si han estado expuestas a la hepatitis C. Usted puede comprar una prueba casera llamada "Home Access Hepatitis C Check kit" en la mayoría de las farmacias. Si la prueba indica que usted ha estado expuesto al virus en el pasado, asegúrese de hablar con su médico para averiguar si tiene el virus actualmente.
Los especialistas recomiendan que casi todas las personas que tengan hepatitis C reciban tratamiento. Hable con su médico acerca de si debería recibir tratamiento.
Los tratamientos actuales para la hepatitis C casi siempre dan resultado, pero pueden ser muy costosos.
El cuidado personal es una parte importante del tratamiento para la hepatitis C. Algunas personas con hepatitis C no notan un cambio en la forma en que se sienten. Otras se sienten cansadas, enfermas o deprimidas. Usted puede sentirse mejor si hace ejercicio y come alimentos saludables. Para ayudar a prevenir mayores daños al hígado, evite el consumo de alcohol y drogas ilegales y ciertos medicamentos que puedan ser difíciles de procesar para el hígado.
La hepatitis C es una enfermedad del hígado que es causada por la infección con el virus de la hepatitis C, un virus que vive en las células del hígado.
Usted no puede contagiarse de hepatitis C debido a un contacto casual, como abrazarse, besarse, estornudar, toser, o compartir alimentos o agua con alguien. Usted puede contraer la hepatitis C si entra en contacto con la sangre de alguien que tiene hepatitis C.
La forma más común de contraer hepatitis C es compartiendo agujas y otros equipos (como el algodón, las cucharas y el agua) utilizados para inyectarse drogas ilegales.
Antes de 1992, se podía contraer hepatitis C por transfusiones de sangre y trasplantes de órganos. Desde 1992, toda la sangre y órganos donados son examinados para detectar la hepatitis C, por lo que ahora es raro contraer el virus de esta manera.
En raros casos, una madre con hepatitis C contagia el virus a su bebé en el momento del nacimiento, o un trabajador de atención médica es accidentalmente expuesto a sangre infectada con hepatitis C.
El riesgo de contraer hepatitis C por medio de un contacto sexual es muy pequeño.nota 2 El riesgo es más alto si usted tiene muchas parejas sexuales.
Si usted vive con alguien que tiene hepatitis C o conoce a alguien que tiene hepatitis C, por lo general, no necesita preocuparse de contraer la enfermedad de esa persona. Usted puede ayudar a protegerse a sí mismo no compartiendo nada que pueda tener sangre, como cuchillas de afeitar, cepillos de dientes o cortaúñas.
La mayoría de las personas que están infectadas con hepatitis C, incluso las personas que han sido infectadas por un tiempo, suelen no tener síntomas.
Si de hecho se presentan síntomas, estos pueden incluir:
Una infección de hepatitis C puede causar daño al hígado (cirrosis). Si usted tiene cirrosis, puede tener:
Muchos otros problemas de salud están vinculados con cirrosis a largo plazo. Para obtener más información, vea el tema Cirrosis. Hay también muchas otras afecciones con síntomas similares, como otras infecciones hepáticas y daño hepático causado por beber demasiado alcohol.
El período de incubación, el tiempo que toma para que aparezcan los síntomas después de que el virus de la hepatitis C ha entrado en su cuerpo, es de 2 semanas a 6 meses. Pero no todas las personas tienen síntomas en cuanto se infectan.
Usted puede transmitir el virus a otra persona en cualquier momento después de haberse infectado, incluso si no tiene síntomas.
Hay dos fases de hepatitis C. La primera fase se llama hepatitis C aguda. Quiere decir que se infectó recientemente con el virus. La segunda fase se llama hepatitis C crónica. Quiere decir que usted ha tenido una infección por más de 6 meses.
Inmediatamente después de haberse infectado con hepatitis C, usted entra en la fase aguda. Algunas personas combaten el virus y nunca tienen problemas hepáticos. Pero hasta un 85% de las personas que están infectadas llegan a tener hepatitis C crónica.nota 3
La mayoría de personas no tienen síntomas inmediatamente después de haber sido infectadas con hepatitis C. Sus síntomas pueden ser atribuidos a la gripe. Dado que los síntomas tienden a desaparecer en unas pocas semanas, es posible que por mucho tiempo no sepa que tiene hepatitis C.
Si usted tiene un síntoma evidente de hepatitis C, tal como ictericia, o si sabe que ha estado expuesto a la sangre de alguien que tiene hepatitis C, debe hacerse la prueba para la infección por el virus de la hepatitis C.
La hepatitis C a largo plazo suele causar pequeñas cicatrices en el hígado. Si tiene muchas de estas cicatrices, funcionar bien se vuelve difícil para su hígado. Alrededor del 25% de la gente que llega a tener hepatitis C crónica con el tiempo tiene problemas hepáticos más graves, como cirrosis o cáncer de hígado, por lo general, durante un período de 20 años o más.nota 4
Ciertas cosas pueden ayudar a predecir su riesgo de daño hepático grave, como la cantidad de alcohol que bebe y la edad que tenía cuando se infectó.
Si la infección es tan grave que su hígado ya no puede funcionar (insuficiencia hepática terminal), hacerse un trasplante de hígado puede ser la única manera de prolongar su vida.
Ciertas cosas pueden aumentar su riesgo de infectarse con el virus de la hepatitis C. El hecho de correr el riesgo de contraer hepatitis C no significa que usted tiene el virus.
Muchas personas no saben cómo se infectaron con hepatitis C.
Usted puede contraer hepatitis C por:
Algunas veces, las personas contraen hepatitis C por:
El riesgo de contraer hepatitis C a través del contacto sexual es muy pequeño. El riesgo es mayor si tiene muchas parejas sexuales.
Llame al 911 o a otros servicios de emergencia de inmediato si tiene hepatitis C y usted:
Llame a su médico si:
Los siguientes profesionales de la salud pueden diagnosticar la hepatitis C:
Los siguientes especialistas también pueden diagnosticar la enfermedad y proporcionar atención adicional:
Debido a que muchas personas no tienen síntomas, es común que las personas tengan hepatitis C durante 15 años o más antes de que se diagnostique. Muchas personas no descubren que tienen el virus hasta que se hacen las pruebas por algún otro motivo, como cuando donan sangre. Los especialistas recomiendan que todos los adultos de 18 a 79 años se hagan pruebas de detección de la hepatitis C.nota 6
Es importante que se haga pruebas de hepatitis C si usted:
Antes de realizarle las pruebas, el médico probablemente le hablará de las ventajas y desventajas de las pruebas de la hepatitis C para que usted comprenda lo que significa tener el virus.
Su médico va a:
Si el médico piensa que usted puede tener hepatitis C, el médico podría pedir:
Pruebas caseras para la hepatitis C
Algunas personas prefieren averiguar por sí mismas si han estado expuestas a la hepatitis C. En la mayoría de las farmacias puede comprar un test para hacer en casa llamado "Home Access Hepatitis C Check". Si los resultados muestran que ha estado expuesto al virus, es importante que hable de estos resultados con el médico y averigüe si está infectado con el virus en este momento.
Para revisar lo bien que funciona su hígado, puede hacerse:
Si usted se hace una prueba del virus de la hepatitis C, también pueden hacerle la prueba del VIH.
Los especialistas recomiendan que casi todas las personas que tengan hepatitis C reciban tratamiento. Hable con su médico acerca de si debería recibir tratamiento.
Los tratamientos actuales para la hepatitis C casi siempre dan resultado, pero pueden ser muy costosos.
Recibir un diagnóstico de hepatitis C puede cambiar su vida. Es posible que necesite ayuda y apoyo para hacerle frente a la enfermedad. Para obtener más información, vea Tratamiento en el hogar.
La mayoría de las personas que tienen hepatitis C aguda no reciben tratamiento, porque no saben que tienen el virus.
Si una persona sabe que pudo haber sido expuesta al virus, como un trabajador de la salud que se pinchó con una aguja, la hepatitis C aguda puede detectarse tempranamente. La mayoría de las personas que se sabe que tienen una infección de hepatitis C aguda se tratan con medicamentos. En estos casos, el tratamiento puede ayudar a prevenir la infección a largo plazo (crónica), aunque todavía existe cierta controversia sobre cuándo comenzar el tratamiento y cuánto tiempo tratar la hepatitis C aguda.nota 7
Es común que la gente viva con hepatitis C por años sin saber que la tiene, porque no tiene síntomas. Así que la mayoría de las personas a quienes se les diagnostica hepatitis C se enteran de que ya tienen la infección crónica, a largo plazo.
Un tratamiento con medicamentos antivirales puede combatir la infección viral y prevenir graves problemas hepáticos como cirrosis o cáncer de hígado.
Usted tendrá que hacerse análisis de sangre de rutina para ayudar al médico a saber lo bien que está funcionando su hígado.
Los cuidados paliativos son un tipo de atención para las personas que tienen una enfermedad grave. Son diferentes de los cuidados que recibe para curar su enfermedad. Su meta es mejorar la calidad de vida, no solo en el cuerpo, sino también en la mente y el espíritu.
Usted puede usar este tipo de cuidados junto con el tratamiento para curar su enfermedad. También puede utilizarlos si el tratamiento para curar su enfermedad ya no parece ser una buena opción.
Los proveedores de cuidados paliativos se esforzarán por ayudar a controlar el dolor o los efectos secundarios. Pueden ayudarle a decidir qué tipo de tratamiento desea o no desea tener. Y pueden ayudar a que sus seres queridos comprendan cómo brindarle apoyo.
Si le interesa recibir cuidados paliativos, hable con su médico.
Para obtener más información, vea el tema Cuidados paliativos.
A veces, es posible que tenga que tomar una combinación diferente de medicamentos si la primera ronda de tratamiento no dio del todo buenos resultados. Si no lo hizo antes, su médico podría hacerle una prueba para determinar qué genotipo causó la infección. Esto puede ayudar al médico a elegir un medicamento que tenga más probabilidades de curar la infección.
El daño grave al hígado causado por hepatitis C crónica suele tardar 20 años o más en producirse.
Si la hepatitis C sigue empeorando, puede hacer que su hígado deje de funcionar , lo cual es una afección llamada insuficiencia hepática terminal. En este caso, un trasplante de hígado puede ser la única manera de prolongar su vida. Pero si usted bebe alcohol, comparte agujas para inyectarse drogas, o tiene depresión grave o ciertas otras enfermedades mentales, el trasplante de hígado puede no ser una opción.
La mayoría de las personas con hepatitis C crónica no van a morir de la enfermedad. Pero de 1 a 5 de cada 100 personas con daño hepático grave de hepatitis C crónica morirán a causa del virus.nota 8 Aunque un trasplante de hígado se haga como el último recurso de tratamiento, puede haber complicaciones que conduzcan a la muerte. Para obtener más información sobre las decisiones para ayudar a prepararse para la muerte y el morir, vea el tema Cuidados al final de la vida.
No existe una vacuna para la hepatitis C, pero hay vacunas para la hepatitis A y la hepatitis B. Su médico puede recomendarle que se aplique estas vacunas para ayudar a protegerse de problemas de hígado adicionales.
Los investigadores están trabajando para desarrollar otros tratamientos, incluyendo la genoterapia y los medicamentos que ayudan a controlar el sistema inmunitario.
No hay ninguna vacuna para prevenir la hepatitis C. Pero usted puede reducir su riesgo de infectarse:
Si usted tiene hepatitis C, puede ayudar a prevenir el contagio a otras personas:
Las madres que amamantan que tienen hepatitis C pueden seguir amamantando a sus bebés, porque la hepatitis C no se contagia a través de la leche materna. Si está amamantando, trate de evitar grietas en los pezones, que pueden suponer un riesgo de transmisión del virus a su bebé.
Algunas personas que tienen hepatitis C no notan una gran diferencia en cómo se sienten. Otras se sienten cansadas, enfermas o deprimidas. Los siguientes son pasos que puede tomar en casa que pueden ayudarle a sentirse mejor tanto física como emocionalmente.
Es muy común sentirse cansado si usted tiene hepatitis C. Si se siente cansado, dese permiso para hacer menos y descansar más. Si es posible, pídale a los demás que ayuden en su casa o pídale a su empleador un horario de trabajo más corto o más flexible.
Haga ejercicio si se siente capaz. El ejercicio aeróbico puede ayudarle a tener más energía y también puede mejorar la depresión. Lo mejor es evitar las actividades extenuantes el día después de recibir peginterferón.nota 9
A veces, las personas con hepatitis C tienen dificultades para comer. Es posible que no sienta apetito, tenga náuseas o tenga gustos diferentes de los que está acostumbrado. Incluso si usted no tiene ganas de comer, es muy importante comer comidas pequeñas a lo largo del día. Algunas personas tienen náuseas por la tarde. Si esto le sucede a usted, trate de comer una comida abundante y nutritiva por la mañana.
Si usted tiene cirrosis, puede que no sea una buena idea comer alimentos salados o alimentos ricos en proteína. Si desea saber más acerca de qué alimentos evitar y qué alimentos son buenos para comer, consulte con su médico sobre reunirse con un dietista registrado para hablar de un plan de alimentación saludable.
Una de las tareas más importantes de su hígado es descomponer los fármacos y el alcohol. Si usted tiene hepatitis C, una de las mejores cosas que puede hacer es evitar las sustancias que pueden hacerle daño a su hígado, tales como el alcohol y las drogas ilegales. Si tiene cirrosis, puede que también deba evitar ciertos medicamentos.
Si usa drogas ilegales o bebe alcohol, es importante que deje de hacerlo. Ser honesto con su médico sobre su consumo de drogas y alcohol le ayudará a hacer frente a cualquier problema de abuso de sustancias. Si no siente que puede hablar abiertamente con su médico, es posible que desee encontrar un médico con quien se sienta más cómodo. Si desea dejar de consumir drogas o alcohol y necesita ayuda para hacerlo, pregúntele a su médico o a alguien más de su confianza sobre las opciones de tratamiento para dejar las drogas y el alcohol.
Debido a que muchos medicamentos pueden causarle estrés a su hígado, hable con su médico antes de tomar cualquier medicamento recetado o de venta libre. Esto también incluye los remedios herbarios.
Si tiene comezón en la piel, consulte con su médico acerca de tomar medicamentos de venta libre, como la difenhidramina (por ejemplo, Benadryl) o clorfeniramina (por ejemplo, Chlor-Trimeton), para aliviar la comezón. Si toma estos medicamentos, asegúrese de seguir las instrucciones y dejar de usar el medicamento si tiene cualquier efecto secundario.
Usted puede sentirse enojado o deprimido por tener que vivir con una enfermedad grave y a largo plazo. Puede que tenga dificultades para saber cómo decirle a los demás que tiene el virus. Puede ser útil hablar con un trabajador social o consejero sobre lo que tener la enfermedad significa para usted. También es posible que desee encontrar un grupo de apoyo para personas con hepatitis C. Si no tiene un grupo de apoyo en su área, hay varios en Internet.
La depresión se puede presentar en cualquier persona que tenga una enfermedad a largo plazo. También puede ser un efecto secundario de medicamentos antivirales para la hepatitis C. Si se siente deprimido, hable con su médico acerca de medicamentos antidepresivos y/o asesoramiento. Para obtener más información, vea el tema Depresión.
Aprender acerca de la hepatitis C puede ayudarle a sentirse más en control de la enfermedad. Cuanto más sepa, mejor podrá tomar decisiones sobre tratamiento y cambios en el estilo de vida que pueden ayudarle a sentirse mejor, tanto física como emocionalmente.
La mayoría de las personas que se sabe que tienen una infección de hepatitis C aguda se tratan con medicamentos antivirales si la infección no se cura sola. El tratamiento para la hepatitis C aguda puede ayudar a prevenir la infección a largo plazo (crónica).
Los medicamentos antivirales también se utilizan para tratar la hepatitis C a largo plazo (crónica). Estos medicamentos pueden ayudar a prevenir que el virus de la hepatitis C le haga daño al hígado.
Los tratamientos actuales para la hepatitis C son muy eficaces para reducir permanentemente la cantidad del virus en la sangre, y casi siempre dan resultado. No obstante, podrían ser muy costosos.
Si usted probó el interferón en el pasado y no obtuvo buenos resultados, hable con un médico que se especialice en el hígado (hepatólogo). Este podrá informarle sobre otros medicamentos antivirales que tal vez sean más eficaces.
Si la hepatitis C crónica daña el hígado tan gravemente que ya no funciona bien (insuficiencia hepática terminal), es posible que necesite un trasplante de hígado para prolongar su vida. Los trasplantes de hígado no son comunes.
Un trasplante de hígado es el único tratamiento quirúrgico que puede ayudar a las personas con insuficiencia hepática terminal.
El trasplante hepático es un procedimiento riesgoso y caro. Y los órganos de los donantes son difíciles de conseguir. La mayoría de las veces, solo las personas que se encuentran en buen estado de salud (aparte de tener una enfermedad del hígado) son consideradas para un trasplante. No se le considerará si usted bebe alcohol, consume drogas ilegales o tiene ciertos problemas de salud mental.
Después de un trasplante de hígado, requerirá toda la vida cuidados de seguimiento por un especialista. También deberá tomar un medicamento inmunosupresor para evitar que su cuerpo rechace el nuevo hígado. Este medicamento puede causar otros problemas.
Algunas personas buscan medicinas complementarias o formas alternativas para tratar su hepatitis C. En este momento, no hay medicinas complementarias o alternativas que hayan demostrado reducir los síntomas o curar la hepatitis C. De hecho, algunas terapias a base de hierbas (como el kava) en realidad pueden dañar el hígado.nota 10
Unos estudios rigurosos de la hierba cardo lechero muestran que no protege al hígado de daños.nota 11, nota 12 Hable con su médico si está pensando en probar el cardo lechero o cualquier otra terapia complementaria para tratar la hepatitis C.
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Revisado: 9 febrero, 2022
Autor: El personal de Healthwise
Evaluación médica:E. Gregory Thompson MD - Medicina interna & Martin J. Gabica MD - Medicina familiar & Adam Husney MD - Medicina familiar & W. Thomas London MD - Hepatología
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