Una misión militar puede ser muy diferente a la vida diaria en casa. Tus experiencias durante una misión pueden causar reacciones de estrés, incluso después de regresar a casa.
No puedes cambiar lo que sucede debido a una misión, pero puedes ser capaz de manejar mejor el estrés si te cuidas. Esto se denomina “autocuidado”.
El autocuidado puede ayudar a que te sientas más fuerte y más resiliente.
Esto puede hacer que sea más fácil manejar tu transición de regreso a la vida familiar. Estos son algunos consejos de autocuidado que pueden ayudar:
- Recuerda que eres normal. Sentirse estresado es una respuesta normal a los acontecimientos o a las condiciones inusuales que has experimentado.
- Habla con otras personas acerca de tus experiencias, como otros veteranos, amigos, seres queridos, tu ministro o un consejero. Hablar sobre los acontecimientos puede ayudarte a procesarlos o manejar tus reacciones.
- Si no es posible hablar, intenta escribir tus pensamientos y sentimientos. No tienes que compartirlos con otras personas. El solo hecho de expresar con palabras tus experiencias puede ayudarte a entender tus sentimientos y emociones. Escribirlas también puede ser útil para reducir tu sensación de estrés.
- Prueba métodos de relajación. La respiración profunda, meditación, práctica de concientización o yoga pueden ayudar a aliviar tensiones y generar una sensación de tranquilidad.
- Si te sientes culpable porque sobreviviste y otros no lo hicieron, busca apoyo para resolver estos sentimientos.
- Date tiempo para actividades significativas y agradables, como leer un buen libro, realizar prácticas espirituales o caminar al aire libre. Puede significar probar algo nuevo.
- El ejercicio puede ser útil. Incluso la actividad moderada, como caminar, ayuda a contrarrestar las reacciones de estrés. Consulta a tu médico antes de comenzar un nuevo programa de ejercicios.
- Las drogas, incluido alcohol y tabaco, se deben evitar.
- Debes ser productivo y tomar las decisiones necesarias, pero debes evitar hacer cambios de vida importante hasta que estés completamente adaptado.
- Piensa en lo que puedes controlar en tu vida. Trabaja en dejar ir aquellas cosas que no puedes controlar.
- Es posible que otras personas no sepan lo que es importante para ti. Diles lo que necesitas y quieres, y lo que no necesitas y no quieres.
- Cuida los aspectos básicos de la salud. Duerme lo suficiente para que te sientas bien descansado. Consume comidas periódicas y saludables. Posiblemente esto no sea atractivo o fácil, pero conviértelo en una prioridad. Obtén ayuda si tienes problemas para dormir o comer.
- Sé paciente contigo mismo, no crítico. Los pensamientos recurrentes, los recuerdos perturbadores y la agitación pueden ser parte de tu experiencia. Permítete adaptarte a tu propio ritmo. Sé bondadoso contigo mismo como lo serías con un ser querido en una situación similar.

Cigna suministra este material únicamente con fines informativos/educativos. No constituye un asesoramiento médico o clínico. Solo un profesional de cuidado de la salud puede diagnosticar o recomendar un plan de tratamiento. Para más información sobre tu cobertura de salud del comportamiento, puedes llamar a los teléfonos de servicio al cliente o de salud del comportamiento, que aparecen en tu tarjeta de identificación de cuidado de la salud.