Cómo validar las emociones de su hijo

Generalidades

La validación emocional es reconocer los sentimientos o necesidades de otra persona sin juzgarlos. Usted no tiene que estar de acuerdo con la perspectiva de alguien para validar sus emociones. Solo tiene que demostrarle a la persona que entiende cómo puede sentirse de la manera en que se siente.

¿Por qué es importante validar las emociones de su hijo?

Cuando usted valida las emociones de su hijo, puede:

• Ayudar a su hijo a sentirse visto, comprendido y valorado.
• Ayudar a su hijo a saber identificar sus emociones y a superarlas.
• Demostrarle a su hijo que usted es alguien en quien puede confiar sus sentimientos.
• Enseñarle a su hijo a aceptar mejor los sentimientos negativos. Esto puede ayudarle a mantener la calma y a saber afrontar esos sentimientos cuando se produzcan.

Validar las emociones de su hijo también puede ayudar a que su hijo aprenda a ser compasivo consigo mismo. Cuando las personas tienen autocompasión, es más probable que puedan afrontar la adversidad y los contratiempos de una manera saludable.

Cómo validar las emociones de su hijo

Es importante demostrarle a su hijo que usted entiende cómo se siente y que está dispuesto a escuchar. Estas son algunas cosas que puede hacer para validar las emociones de su hijo.

• Escuche de verdad.

  Demuéstrele a su hijo que está interesado en lo que siente y en por qué lo siente. Aquí le mostramos cómo hacerlo:

  • Concéntrese solo en su hijo, sin distracciones.
  • Demuestre que está escuchando utilizando su lenguaje corporal y su voz. Puede sentarse al nivel de los ojos de su hijo, inclinarse hacia él y asentir con la cabeza mientras habla. Puede decir cosas como "Mmmmm" y "Ah, entiendo lo que quieres decir".
  • Dígale a su hijo que entiende lo que siente y por qué lo siente. Puede decir cosas como "Ya veo. Te enojaste cuando tu hermano rompió tu dibujo. Eso debe ser muy frustrante ya que trabajaste muy duro en ello".
• Recuerde que los problemas de su hijo son tan reales para él como los suyos lo son para usted.

  Algo que a usted le parece pequeño puede ser algo muy importante para su hijo. Por ejemplo, ahora como adulto, encajar en un grupo podría parecerle menos importante a usted. Pero para su hijo, ser visto como "diferente" o no encajar puede parecer un gran problema.

• Sea auténtico.

  Los niños frecuentemente son capaces de saber cuándo los adultos piensan lo que dicen y cuándo simplemente están diciendo las "palabras correctas". Es posible que usted realmente no entienda por qué una sudadera extraviada es digna de una gran pataleta. Pero probablemente sí que entiende la frustración de extraviar algo que es importante para usted. Concéntrese en eso.

• Deje que su hijo sienta la emoción por completo.

  Decirle a alguien que "deje de preocuparse" o que se "relaje" cuando está disgustado no suele funcionar demasiado bien. Además, decirle a su hijo que no se sienta de una determinada manera es como decir: "Lo que estás sintiendo está mal o no es aceptable". No ayuda a que su hijo aprenda a reconocer y afrontar las emociones difíciles. Al contrario, le enseña a evitar y reprimir esos sentimientos. Pruebe esto:

  • En lugar de decir: "No digas tonterías. ¡No odias a Eli! ¡Es tu mejor amigo!"
  • Puede decir: "Vaya. Debes estar realmente enojado con Eli. Apuesto a que es difícil sentirte tan enojado con alguien con quien juegas todos los días".
• Trate de no "arreglar" el problema para que la emoción desaparezca.

  Ayude a su hijo a aprender a identificar y afrontar sus propios sentimientos y problemas. Es fácil querer proteger a su hijo de los sentimientos difíciles. Pero estos sentimientos son parte de la vida. Cuando no trata de proteger a su hijo de ellos, ayuda a que su hijo adquiera las habilidades para sobrellevarlos.

• Recuerde que si bien todos los sentimientos son aceptables, no todos los comportamientos lo son.

  El hecho de validar los sentimientos de su hijo no significa que tenga que ceder cada vez que su hijo quiera algo. Tampoco significa que deba permitir que su hijo se comporte de manera inapropiada. Por ejemplo, es útil mostrar comprensión cuando su hijo se enoja con un amigo en el patio de recreo. No está bien dejar que su hijo exprese su enojo empujando al amigo o insultándolo.