Generalidades
El llanto es la primera forma de comunicación de un niño. Con el tiempo, los padres y los cuidadores son más capaces de identificar el llanto de su hijo. Además de llorar, un niño podría no actuar con normalidad cuando algo no está bien. Una infección, enfermedad, lesión o dolor o un problema médico pueden hacer que el niño no actúe normalmente.
Si su bebé tiene cólicos, usted podría estar preocupado de que una afección de salud esté causando el llanto excesivo. Por lo general, un bebé con cólicos no llora por dolor o malestar físico. Pero es importante tener en cuenta que los problemas de salud o las lesiones pueden hacer que un bebé llore excesivamente. Y es importante estar atento a las señales relacionadas.
Aquí tiene algunas cosas a las que prestar atención que podrían indicar que su bebé tiene un problema de salud.
Señales de no actuar con normalidad
- Se ve o actúa de manera diferente, como un cambio en el equilibrio o la coordinación
- Parece estar confundido o no interactuar con personas u objetos de su entorno. Preste atención a cambios en el nivel de conciencia.
- Duerme más o parece no tener energía
- Llora más de lo habitual o llora durante el sueño
- Se ha negado a comer dos veces consecutivas o está vomitando
- Un bebé mayor de 1 mes tiene un tipo diferente de llanto del que usted ha identificado como normal para él o ella.
- Llora y está molesto después de 24 horas de tratamiento en el hogar
- Tiene hinchazón en una parte del cuerpo y llora (llanto de dolor) cuando se toca o se mueve esa zona
- Se niega a usar un brazo o una pierna o se niega a caminar o a ponerse de pie. (Esto es para niños que tienen edad suficiente para caminar. Los niños suelen comenzar a caminar cuando tienen entre 9 y 15 meses de edad).
Si su hijo no actúa con normalidad, compruebe si tiene fiebre. Para obtener más información sobre cómo tomar la temperatura, vea el tema Temperatura corporal.
Se necesita tratamiento médico para una caída o lesión que causa síntomas más graves, como una lesión en la cabeza o sangrado grave. Una evaluación médica también puede ser necesaria para lesiones que causan inflamación y dolor en la zona afectada.
Señales de dolor
Un bebé que tiene dolor podría:
- Tener el ceño fruncido, la frente arrugada o los ojos cerrados.
- Tener un cambio en sus actividades o comportamientos cotidianos (como disminución del apetito, irritabilidad, inquietud o agitación).
- Dormir más o menos de lo habitual. Él o ella podría comenzar a despertarse repentinamente durante el sueño y parecer que tiene dolor. Incluso si un bebé tiene dolor intenso, puede dormir siestas cortas porque está agotado.
- Gruñir al respirar o aguantar la respiración.
- Tener los puños cerrados y estirar las piernas o dar patadas.
- Aferrarse a quien lo sostiene o el bebé podría estar débil y no moverse en absoluto.
- Encogerse y moverse para proteger una zona del cuerpo que le duele cuando se toca.
Lesiones menores o enfermedades que pueden hacer que un niño llore
- Un alfiler de pañal abierto que le pincha la piel
- Un pedazo de cabello enrollado en un dedo de la mano o del pie o en el pene
- Golpear la cabeza del niño al colocarlo en el asiento del automóvil
- Una caída (o dejarlo caer) que causa un pequeño moretón o un rasguño
- Una fractura de clavícula
- Una pestaña u otro objeto en el ojo. Compruebe si el niño tiene un ojo que está más enrojecido y lloroso que el otro. Una pestaña en el ojo puede raspar el revestimiento transparente (córnea) sobre la parte coloreada del ojo, provocando una abrasión de la córnea.
- Una picadura de insecto. Busque una zona enrojecida en la piel así como insectos; por ejemplo, mosquitos o arañas. Si sospecha una picadura de araña peligrosa (una reclusa marrón o viuda negra) o una picadura de escorpión, capture el insecto y busque atención médica de inmediato. Estos insectos pueden provocar reacciones graves (especialmente en niños pequeños), como el coma y la muerte.
- Un objeto extraño atrapado en la piel o en una abertura, como en una oreja. Los niños pequeños pueden meterse cosas pequeñas —como perlas, piedritas, palomitas de maíz, pedazos de juguetes de plástico o pequeñas pilas— en los orificios corporales. Puede ser difícil ver estas cosas pequeñas y eliminarlas.
- Conjuntivitis. Si otros niños que usted conoce tienen conjuntivitis y su hijo no ha sufrido ninguna lesión, puede asumir que el enrojecimiento es conjuntivitis.
Infecciones
Las infecciones comunes en bebés que pueden provocar el llanto son:
- Infecciones del oído.
- Infecciones urinarias.
- Neumonía.
- Gastroenteritis.
Si no puede identificar la causa del comportamiento de su hijo, puede ser necesaria una evaluación médica.