Control del dolor
Colaboración con el médico
Es importante ser abierto y sincero sobre su dolor. No tiene que fingir que es fuerte o capaz de soportar el dolor. Decirle al médico exactamente cómo se siente es una de las partes más importantes del control del dolor. Es posible que el médico le pregunte:
- ¿Dónde siente dolor?
- ¿Cómo es? ¿Agudo? ¿Sordo? ¿Punzante? ¿Ardiente? ¿Permanente?
- ¿Cómo de intenso es el dolor?
- ¿Cuánto dura el dolor?
- ¿Qué alivia el dolor? ¿Qué lo empeora?
- ¿Qué medicamentos toma y en qué medida le ayudan?
- ¿Qué analgésicos le han funcionado antes? ¿Cuáles no le han ayudado?
- ¿Cómo afronta su situación?
Es posible que el médico o el personal de enfermería le pidan que puntúe su dolor en una escala de 0 a 10. Una puntuación de 0 significa que no hay dolor. Una puntuación de 10 significa que el dolor es el más intenso posible.
Uso de los medicamentos
El objetivo de un buen tratamiento del dolor es tener el menor dolor posible con el menor número de efectos secundarios. Dado que cada persona responde a los analgésicos de una manera diferente, puede ser necesario más de un intento para encontrar los mejores medicamentos para usted.
Si su dolor no es intenso, los medicamentos sin receta pueden ayudar a aliviarlo. Entre ellos se incluyen el acetaminofén y los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como la aspirina y el ibuprofeno.
Si estos medicamentos no le ayudan, el médico puede recetarle unos medicamentos llamados opioides. Los opioides pueden utilizarse con otros medicamentos, como los AINE o los antidepresivos, para tratar el dolor.
Hable de las dudas que le suscitan los opioides
A muchas personas les preocupa que el consumo de opioides provoque un trastorno por consumo de opioides. El trastorno por consumo de opioides de moderado a grave se denomina a veces adicción. Esto no suele ser un problema en las personas que están cerca del final de la vida. Para los demás, el riesgo suele ser bajo. Pero puede ser mayor si usted o un miembro de su familia ha padecido un trastorno por consumo de sustancias. También puede ser mayor si padece una enfermedad mental.
A algunas personas les puede preocupar sentirse cansadas o no pensar con claridad cuando toman un opioide. Pero estos efectos secundarios no suelen durar. Muchas personas que toman opioides durante mucho tiempo no tienen problemas para pensar con claridad. Después de que usted y el médico encuentren la cantidad adecuada de medicamento para usted, es posible que pueda conducir, trabajar y realizar otras actividades.
Si le preocupan los efectos secundarios o la posibilidad de sufrir un trastorno por consumo de opioides, hable con el médico.
Hable con el médico sobre la posibilidad de obtener un equipo de rescate con naloxona. Puede ayudarle si toma demasiada cantidad de un opioide (sobredosis). Pregúntele al médico cómo evitar una sobredosis y cómo guardar los medicamentos de forma segura.