Generalidades
Ayudar o cuidar a una persona mayor con diabetes puede sentirse como una gran responsabilidad. Por un lado, está el desafío del cuidado, porque lo que parece ser mejor para alguien no siempre es lo que esa persona quiere hacer. Usted puede preocuparse de estar invadiendo la privacidad o la voluntad de su ser querido. Por otro lado, está el estrés de aprender a manejar la diabetes y, con frecuencia, otros problemas de salud. Y sin ser menos importante, está su propia necesidad de gozar de buena salud y equilibrio en su vida.
¿Cómo puede ser usted un buen cuidador y sentirse satisfecho por ello? Primero, colabore estrechamente con su ser querido y su médico. Y no trate de hacerlo todo.
El cuidado como un arte
Deténgase y piense por un momento. Cuando usted tiene una necesidad, ¿qué siente al aceptar ayuda de otra persona? ¿Siente alivio, o gratitud? ¿Quizás alguna otra cosa? ¿Qué siente cuando usted y la persona que le ayuda no están de acuerdo? A nadie le gusta que le digan qué hacer, ¿no?
Como cuidador, es probable que se haya encontrado con este problema al ofrecer ayuda. Por ejemplo, mientras más trata usted de cambiar cómo come una persona, se encuentra con más resistencia.
Es por eso que cuidar a alguien es un arte. En una situación ideal, es una manera centrada en el otro de pensar, preguntar, escuchar y responder. Eso puede querer decir:
- Hacer lo mejor posible para ver las cosas desde el punto de vista de su ser querido.
- Hacer preguntas como "¿Con qué necesitas ayuda?" y "¿Cómo te gusta hacer esto?"
- Ofrecer nuevas ideas con delicadeza, como "Tratemos de salir a caminar hoy" o "¿Te gustaría probar el yoga conmigo? en vez de "Tú necesitas hacer algo de ejercicio".
Una de las metas principales de prestar cuidados es ayudar a que su ser querido tenga la mejor calidad de vida posible. Para saber lo que eso significa para su ser querido, pruebe a hacer preguntas como:
- "¿Qué consideras que es un buen día? ¿Qué podemos hacer para ayudarte a que tengas más días así?"
- "¿Qué estás deseando hacer en los próximos meses? ¿Cómo podemos hacer que tu salud pueda permitirte llevar a cabo esos planes?"
- "¿Qué parte del cuidado de la diabetes es más difícil para ti en este momento? ¿Qué otro aspecto de tu salud es difícil para ti? ¿Cómo podemos tú y yo hacer que eso sea más fácil para ti? ¿Hay algo con lo que tu médico puede ayudarte?"
Brinde ayuda y apoyo de la manera que pueda, según su tiempo y capacidad. Si hay necesidades críticas que usted no puede satisfacer, hable de ellas con su ser querido. Piense en contar con más de un cuidador o, tal vez, un asistente de salud a domicilio.
Aprender sobre el cuidado de la diabetes para la persona mayor
Conocer el plan de tratamiento de su ser querido le ayuda a usted a ser un mejor cuidador. Si puede, vaya con su ser querido a las visitas al médico. El médico puede ayudarle a saber qué cuidado es el más importante, como prevenir y tratar el azúcar baja en la sangre.
No se sorprenda si el enfoque de tratamiento del médico se vuelve menos estricto. Esto es porque para muchas personas mayores y más enfermas que tienen diabetes, un control estricto del azúcar en la sangre no ofrece los beneficios de salud que solía dar anteriormente.
Apoyar las decisiones compartidas con el médico
Los últimos años de vida son un momento ideal para que un médico y un paciente compartan las decisiones médicas. Juntos, pueden decidir qué tratar y cómo tratarlo, según las necesidades y las preferencias del paciente.
Si usted ve una necesidad, ayude a su ser querido a pensar en preguntas sobre decisiones médicas como:
- ¿Qué cuidado médico tiene mejores probabilidades de mejorar o proteger su calidad de vida?
- ¿Hay tratamientos o pruebas que le complican la vida diaria? Si es así, ¿cómo se comparan con los beneficios de salud que le ofrecen?
- ¿Necesita alivio del dolor?
Colaborar con el médico
Durante las visitas al médico, apoye la colaboración de su ser querido con el médico. Ayude a su ser querido a que siga estas pautas:
- Ser un participante activo en cada cita. Escuchar con atención lo que le diga su médico. Si usted no entiende la respuesta, vuelva a preguntar. Y dígale al médico si piensa que seguir el tratamiento recetado será difícil para usted.
- Tener a alguien que lo acompañe durante la cita, si puede. Él o ella puede tomar notas, hacer preguntas y ayudarle a recordar lo que dice su médico.
- Pedir instrucciones. Antes de dejar el consultorio del médico, asegúrese de que sabe lo que se supone que tiene que hacer para cuidar de sí mismo. Pida información por escrito, enlaces a videos y sitios web, y cualquier otra indicación.
- Asegurarse de hacer y acudir a todas las citas, y de llamar a su médico si está teniendo problemas. También es una buena idea saber los resultados de sus exámenes y mantener una lista de los medicamentos que toma.
Según lo bien que su ser querido pueda pensar, hablar y recordar, tal vez usted pueda ayudar desempeñando un papel de intermediario. Pruebe a hacerle a su ser querido preguntas orientadoras delante del médico, como "¿Entiendes esta información?" ¿Qué piensas de esa idea?
Alimentos
Trate de usar alimentos para prevenir grandes altibajos en el azúcar en la sangre de su ser querido. Esto no significa "nada de azúcar" y "solamente alimentos especiales para diabéticos". En cambio, una alimentación prudente cuando se tiene diabetes significa:
- Distribuir los refrigerios y las comidas a lo largo del día.
- Comer una combinación de carbohidratos, grasas y proteínas para cada refrigerio y comida. Por ejemplo, comer solo fideos hace que el azúcar suba y baje; son los carbohidratos simples. Pero comer fideos con algo de proteína y grasa, como el queso, podría ayudar a frenar la subida del azúcar en la sangre.
Cuando un ser querido con diabetes no se está alimentando bien, es bastante fácil asumir el papel de "policía de la comida". El problema es que a nadie le gusta que le digan cómo comer. Si usted se está enfrentando a este desafío como cuidador, trate de cambiar su enfoque.
- Piense en una comida que su ser querido realmente disfrute. Esto podría ser un refrigerio dulce a la hora de acostarse.
- En vez de decir no a este alimento favorito, piense en ayudar a reducir la porción. Por ejemplo, para alguien a quien le encanta un tazón grande lleno de helado, elija un tazón más pequeño de helado.
Cuídese a sí mismo
Cuando usted es un cuidador, su ser querido depende de que usted también se cuide a sí mismo y se mantenga bien. Eso puede ser difícil de hacer cuando las necesidades de otra persona parecen más urgentes. Así que si no ha pensado mucho en sus propias necesidades últimamente, hágase algunas preguntas.
- ¿Qué pienso de este cambio en mi vida? ¿Me estoy dando permiso para tener sentimientos negativos, como ira o culpa? (Estos sentimientos son comunes).
- ¿Cómo me está afectando la salud el cuidar a alguien? ¿Cuáles son mis necesidades de atención de salud?
- ¿Tengo tiempo libre para mí mismo?
- ¿Cuento con alguien con quien pueda hablar?
- ¿Necesito más información médica y apoyo?
- ¿Estoy dando más tiempo y energía de los que tengo para dar? En ese caso, ¿qué tengo que cambiar?
- ¿Cuáles son las cosas buenas acerca de cuidar a mi ser querido?
Piense un poco en esto. Y decida qué apoyo, ayuda o cambio podría necesitar para ayudar a su ser querido a tener la mejor calidad de vida posible.