Ejercicios de flexibilidad y fortalecimiento para la espondilitis anquilosante

1. Tome asiento cómodamente y separe los pies a la distancia de los hombros. También puede hacer este ejercicio estando de pie.
2. Mire hacia adelante y no deje que la cabeza se incline hacia atrás. A medida que respira hondo, extienda los brazos hacia los costados y gire los brazos hacia atrás. Las palmas se girarán hacia afuera y usted notará un estiramiento en la zona del pecho.
3. Respire con normalidad mientras mantiene este estiramiento por entre 15 y 30 segundos.
4. Baje los brazos hasta los costados y deje que las palmas de las manos se vuelvan hacia las piernas a medida que exhala lentamente.
5. Repita el ejercicio de 2 a 4 veces.

1. Póngase de pie o siéntese en una silla sólida.
2. Mire hacia adelante e inhale mientras levanta ambos brazos por encima de la cabeza y se estira hacia el techo. No permita que la cabeza se incline hacia atrás.
3. Estire los brazos hacia atrás para estirar los hombros.
4. Respire con normalidad mientras mantiene este estiramiento por entre 15 y 30 segundos.
5. Regrese a la posición inicial.
6. Repita el ejercicio de 2 a 4 veces.

Girar la cabeza

1. Siéntese en una silla sólida o póngase de pie.
2. Con la barbilla erguida, gire la cabeza hacia la derecha y mantenga el estiramiento por entre 15 y 30 segundos.
3. Gire la cabeza hacia la izquierda y mantenga el estiramiento por entre 15 y 30 segundos.
4. Repita el ejercicio de 2 a 4 veces hacia cada lado.
5. Luego, puede hacer unas cuantas inclinaciones de cabeza. Con la barbilla apuntando hacia adelante, gire la oreja derecha hacia el hombro derecho y mantenga el estiramiento por entre 15 y 30 segundos.
6. Gire la oreja izquierda hacia el hombro izquierdo y mantenga el estiramiento por entre 15 y 30 segundos.
7. Repita el ejercicio de 2 a 4 veces hacia cada lado.

1. Acuéstese boca abajo, sosteniendo el cuerpo con los antebrazos.
2. Presione los codos hacia el suelo para levantar la parte superior de la espalda. Mientras hace esto, relaje los músculos abdominales y deje que la espalda se arquee sin usar los músculos de la espalda. A medida que presiona hacia arriba, no permita que las caderas ni la pelvis se separen del suelo.
3. Mantenga esta posición por entre 15 y 30 segundos y luego relájese.
4. Repita el ejercicio de 2 a 4 veces.

Nota: Haga este ejercicio lentamente. Intente mantener el cuerpo derecho en todo momento y no deje que una cadera quede más abajo que la otra.

1. Comience a gatas en el suelo.
2. Contraiga los músculos abdominales.
3. Eleve una pierna alejándola del suelo y manténgala estirada hacia atrás. Tenga cuidado de no bajar la cadera, ya que esto le torcerá el tronco.
4. Mantenga esa posición alrededor de 6 segundos; luego baje la pierna y cambie a la otra pierna.
5. Repita el ejercicio de 8 a 12 veces con cada pierna.
6. Con el tiempo, practique hasta mantener la posición de 10 a 30 segundos cada vez.
7. Si se siente estable y seguro con la pierna elevada, intente elevar el brazo opuesto y estirarlo hacia adelante al mismo tiempo.