Generalidades
El dolor al amamantar es señal de un problema y no debería ignorarse. Si bien es común tener dolor o sensibilidad en los pezones durante los primeros días del amamantamiento, esto debería mejorar. Un dolor o sensibilidad normal suele ocurrir por aproximadamente un minuto cuando el bebé se prende al seno (mama). Un dolor que es intenso o continuo o que se produce otra vez después de que parecía haberse resuelto es señal de un problema y debería corregirse. Otros problemas pueden incluir pezones agrietados, sangrantes o amoratados.
A veces, el dolor en los pezones se produce cuando el bebé comienza a succionar con más fuerza porque no obtiene leche rápidamente. Esto a menudo está causado por:
- Una postura inadecuada.
- Problemas para prenderse.
- Una salida de la leche deficiente.
- Pezones invertidos.
El dolor en los pezones y los senos también puede deberse a lo siguiente:
- El bebé succiona por mimos sin una prendida adecuada después de quedarse dormido prendido al pecho.
- Retirar la boca del bebé del pecho sin deshacer antes la succión.
- El bebé tiene un frenillo corto (el frenillo conecta la lengua con el piso de la boca). Esto también se llama anquiloglosia.
Antes y durante el amamantamiento
- Si su médico lo aprueba, tome acetaminofén (por ejemplo, Tylenol) aproximadamente 30 minutos antes de amamantar.
- Asegúrese de que su bebé se prenda correctamente. Vea una presentación de diapositivas sobre la prendida para saber cómo hacer que su bebé se prenda al seno.
- Para reducir la molestia, comience a amamantar del lado que le duela menos por los primeros minutos; luego cambie al otro lado. La succión inicial del bebé suele ser la más intensa.
- Exprima un poco de leche de los senos justo antes de una sesión de alimentación. Esto puede ayudar con la salida de la leche y a ablandar los pezones de modo que el bebé pueda prenderse fácil y suavemente.
- Cambie la posición de su bebé con cada sesión. Esto cambia la presión de la boca del bebé a una parte distinta del seno.
Cuidado general del seno y tratamiento para pezones doloridos
- Deje que se le seque algo de leche en los pezones. La leche materna contiene suavizantes naturales para la piel y anticuerpos para combatir infecciones, los cuales pueden ayudar a que sanen los pezones y se mantengan sanos.
- Deje que los pezones se sequen al aire después de cada toma. Esto impide que la ropa se adhiera y le irrite el seno. Humedecer el pezón ayuda a despegar la ropa que se haya adherido.
- Aplíquese lanolina modificada u otras pomadas o cremas especialmente formuladas hechas con ingredientes hipoalergénicos (como Lansinoh o Tender Care).
- Para reducir el dolor, aplíquese compresas frescas sobre los pezones después de amamantar. También pueden usarse almohadillas de gel sobre los pezones secos.
- Si le duelen mucho los pezones, puede ser útil colocarse protectores mamarios dentro del sostén para impedir el contacto entre la ropa y los pezones.
- Use un sostén adecuado. Los sostenes de algodón con tirantes anchos que no se estiran ayudarán a darle soporte a sus senos sin irritarle los pezones. Los sostenes de lactancia se abren en cada copa para permitir el amamantamiento y dejar que los pezones se sequen con el aire. Si es más cómodo, use un sostén por la noche para tener soporte adicional.
- Si le duelen mucho los pezones, pídale a su médico o consultor en lactancia que le revise la lengua a su bebé para ver si tiene un frenillo corto. Un frenillo corto (el cual conecta la lengua al piso de la boca) puede restringir el movimiento de la lengua del bebé y provocar dolor.
Asegúrese de comunicarse con su médico o consultor en lactancia si sigue teniendo los pezones doloridos y enrojecidos después de probar tratamiento casero por un día o dos.
Evite:
- Protectores mamarios que tengan revestimientos de plástico.
- La mayoría de las lociones y cremas de uso general. Estas no se recomiendan debido a que se desconoce el efecto que sus propiedades tienen tanto en los pezones como en su bebé.
- Lavarse los pezones con jabón. El jabón elimina los lubricantes naturales de los pezones y los resecará.
Pezones agrietados o sangrantes
Si tiene los pezones agrietados o le sangran, puede seguir amamantando a su bebé. Para ayudar a aliviarle la molestia, siga los consejos de cuidado ofrecidos arriba. Llame a su médico o consultor en lactancia si amamantar le duele demasiado o si ha probado el tratamiento casero por 24 horas y no le ayuda.
Preste atención a señales de infección, como fiebre, síntomas seudogripales o una zona dolorida en el seno que podría estar enrojecida, caliente al tacto, o ambas cosas.
Llame a su médico ahora mismo si usted tiene:
- Mayor dolor en una zona del seno.
- Mayor enrojecimiento en una zona del seno o vetas rojizas que se extienden desde una zona del seno.
- Secreción de pus del pezón o de otra zona del seno.
- Una zona dura en el seno y usted no puede vaciar el seno.
- Fiebre de 101°F (38.5°C) o más alta.
Llame hoy a su médico si usted tiene:
- Ganglios linfáticos inflamados en el cuello o en las axilas.
- Fiebre de menos de 101°F (38.5°C).