ADVERTENCIA IMPORTANTE:
La zidovudina puede reducir la cantidad de ciertos tipos de células sanguíneas. Informe a su médico si padece o ha padecido alguna vez un conteo bajo de cualquier tipo de células sanguíneas o algún trastorno de la sangre. Si experimenta alguno de estos síntomas, llame a su médico inmediatamente: hemorragias o hematomas inusuales, dificultad para respirar, piel pálida, fiebre, dolor de garganta, escalofríos y otras señales de infección o cansancio o debilidad inusuales.
La zidovudina podría generar problemas musculares, particularmente si se emplea durante un período prolongado. Informe a su médico si tiene o alguna vez tuvo alguna enfermedad muscular o debilidad muscular. Si experimenta dolor muscular o debilidad muscular, llame a su médico de inmediato.
La lamivudina y la zidovudina podrían inducir lesiones hepáticas graves que amenazan la vida, junto con una afección potencialmente mortal denominada acidosis láctica (acumulación de ácido láctico en la sangre). Informe a su médico si tiene o ha tenido alguna vez una enfermedad hepática. Si alguna vez tuvo enfermedad del hígado, su médico probablemente le dirá que no tome lamivudina y zidovudina. Si experimenta algunos de estos síntomas, llame a su médico inmediatamente o busque tratamiento médico de emergencia: náusea, vómitos, dolor en la parte superior derecha de su estómago, pérdida de apetito, cansancio extremo, sangrado o moretones inusuales, debilidad, mareos, aturdimiento, ritmo cardiaco irregular o rápido, problemas para respirar, orina de color amarillo oscuro o marrón, deposiciones de color claro, ictericia en la piel u ojos, sensación de frío, especialmente en los brazos o las piernas o dolor muscular que es diferente a cualquier dolor muscular que experimenta usualmente.
Informe a su médico si tiene o cree que pudo haber tenido una infección por el virus de hepatitis B (VHB; una infección hepática continua). Es posible que su médico le haga unas pruebas para saber si tiene VHB antes de empezar su tratamiento con lamivudina y zidovudina. Si usted padece VHB y recibe tratamiento con lamivudina y zidovudina, su afección podría deteriorarse de manera abrupta al interrumpir la medicación. Su médico lo examinará y prescribirá análisis de laboratorio con regularidad por varios meses tras la interrupción del tratamiento con lamivudina.
Asista a todas las citas con su médico y a las de laboratorio. El médico ordenará algunas pruebas durante y después del tratamiento para comprobar la respuesta del cuerpo a la lamivudina y zidovudina.