ADVERTENCIA IMPORTANTE:
El lorazepam puede aumentar el riesgo de problemas de respiración graves o que pongan en peligro su vida, sedación o coma si se usa junto con determinados medicamentos. Informe a su médico si está tomando o piensa tomar ciertos medicamentos para la tos o para el dolor que contienen opiáceos (por ejemplo, codeína, hidrocodona, morfina, oxicodona, tramadol). Es posible que su médico necesite cambiar las dosis de sus medicamentos y lo supervise cuidadosamente. Si usa lorazepam con cualquiera de estos medicamentos y desarrolla cualquiera de los siguientes síntomas, llame a su médico de inmediato o busque atención médica de emergencia inmediatamente: mareos inusuales, aturdimiento, somnolencia extrema, respiración difícil o lenta o no tiene capacidad de respuesta. Asegúrese de que su cuidador o los miembros de su familia conozcan cuáles son los síntomas que pueden ser graves para que puedan llamar al médico o a atención médica de emergencia si usted no puede buscar tratamiento por su cuenta.
El lorazepam puede ser adictivo. No tome una dosis mayor ni con más frecuencia; tampoco durante más tiempo del que su médico le indique. informe a su médico si alguna vez ha bebido grandes cantidades de alcohol, si usa o alguna vez ha usado drogas ilícitas o si ha abusado de medicamentos con receta médica. No beba alcohol ni use drogas ilícitas durante su tratamiento. Beber alcohol o usar drogas ilícitas durante su tratamiento con lorazepam también aumenta el riesgo de que experimente estos efectos secundarios graves que pongan en riesgo su vida. Informe también a su médico si padece o ha padecido depresión, otra enfermedad mental o pensamientos de hacerse daño o suicidarse o intentar hacerlo.
El lorazepam puede causar dependencia física (una afección en la que se presentan síntomas físicos desagradables si un medicamento se deja de usar repentinamente o se toma en dosis más pequeñas), especialmente si lo toma durante varios días a varias semanas. No deje de tomar este medicamento ni tome dosis más pequeñas sin hablar antes con su médico. Dejar de tomar lorazepam repentinamente puede empeorar su afección y causar síntomas de abstinencia que pueden durar de varias semanas a más de 12 meses. Su médico posiblemente disminuirá su dosis de lorazepam gradualmente. Llame a su médico o busque tratamiento médico de emergencia si experimenta alguno de los siguientes síntomas: movimientos inusuales, zumbido en sus oídos, ansiedad, problemas de memoria, dificultad para concentrarse, problemas para dormir, convulsiones temblores, espasmos musculares, cambios en la salud mental, agresión, depresión, sensación de ardor o picazón en sus manos, brazos, piernas o pies; ver u oír cosas que otros no ven ni oyen, pensamientos de hacerse daño o suicidarse o lastimar a otros, excesivo entusiasmo o perder el contacto con la realidad.