¿Cómo se debe usar este medicamento?
La presentación de la morfina es en solución (líquido), tableta de liberación inmediata, tableta de liberación prolongada (acción prolongada) y cápsula de liberación prolongada (acción prolongada) para tomar por vía oral. Tome la solución oral y las tabletas de liberación inmediata cada 4 horas según sea necesario para el dolor. Tome las tabletas de liberación prolongada cada 8 o cada 12 horas. Tome las cápsulas de liberación prolongada con o sin alimentos cada 24 horas. Tome la morfina a las mismas horas todos los días.
Use el vaso dosificador o la jeringa para medir su dosis de la solución de morfina. Pregunte a su farmacéutico si tiene alguna duda sobre la cantidad de medicamento que debe tomar o sobre cómo utilizar el vaso dosificador o la jeringa.
Si está tomando las cápsulas de liberación prolongada y tiene una sonda de gastrostomía (sonda de alimentación insertada quirúrgicamente), pregunte a su médico o farmacéutico cómo administrar el medicamento a través de la sonda.
Si no puede tragar las cápsulas de liberación prolongada, abra cuidadosamente una cápsula y espolvoree todas las perlas en una cucharada de puré de manzana frío o a temperatura ambiente. Ingiera toda la mezcla de inmediato sin masticar ni triturar las perlas. Luego, enjuague su boca con un poco de agua y trague el agua. No mezcle los gránulos en ningún otro alimento. No guarde mezclas de medicamentos y puré de manzana para más tarde.
Su médico puede ajustar su dosis de morfina durante el tratamiento, dependiendo de lo bien que se controle su dolor y de los efectos secundarios que experimente. Informe al médico cómo se siente durante el tratamiento con morfina. Informe a su médico si siente que su dolor no está controlado o si aumenta, empeora o si tiene un nuevo dolor o un aumento de la sensibilidad al dolor durante su tratamiento con morfina. No tome una cantidad mayor del medicamento, ni lo tome con más frecuencia de la que su médico le indique.
Consulte a su médico o farmacéutico sobre el acceso a medicamentos de rescate, como naloxona o nalmefeno, mientras toma morfina. Los medicamentos de rescate pueden revertir los efectos graves de una sobredosis de opioides y están disponibles sin receta o con prescripción médica. Asegúrese de que usted, sus familiares y las personas que suelen estar a su alrededor sepan cómo reconocer una sobredosis, cómo usar naloxona o nalmefeno y qué hacer hasta que llegue la ayuda médica de emergencia. Su médico o farmacéutico le mostrará a usted y a otras personas cómo usarlo. Si se presentan síntomas de una sobredosis, deben administrar la primera dosis de naloxona, llamar al 911 de inmediato y permanecer con usted, vigilándolo de cerca hasta que llegue la ayuda médica de emergencia. Si sus síntomas reaparecen, la persona debe administrarle otra dosis del medicamento de rescate. Se pueden administrar dosis adicionales cada 2 o 3 minutos si los síntomas reaparecen antes de que llegue la ayuda médica.
Si ha estado tomando morfina de manera regular, no deje de tomarla sin consultar primero con su médico. Es posible que su médico disminuya su dosis gradualmente. Si deja de tomar morfina de forma repentina, podría experimentar síntomas de abstinencia como inquietud, ojos llorosos, secreción nasal, bostezos, irritabilidad, ansiedad, sudoración, dificultad para conciliar o mantener el sueño, escalofríos, dolor de espalda, muscular o articular, náuseas, vómitos, pérdida de apetito, diarrea, calambres estomacales, debilidad, ritmo cardíaco acelerado o respiración rápida. Es probable que su médico disminuya su dosis gradualmente.