Advertencia importante:
Una pequeña cantidad de niños, adolescentes y adultos jóvenes (de hasta 24 años) que durante los estudios clínicos tomaron antidepresivos (''elevadores del estado de ánimo''), como la nefazodona, desarrollaron tendencias suicidas (pensar en hacerse daño o quitarse la vida, o planear o intentar hacerlo). Los niños, adolescentes y adultos jóvenes que toman antidepresivos para tratar la depresión u otras enfermedades mentales tienen más probabilidades de tener pensamientos suicidas que los niños, adolescentes y adultos jóvenes que no toman antidepresivos para tratar esas afecciones. Sin embargo, también hay riesgos cuando no se trata la depresión en niños y adolescentes. Hable con el médico de su hijo acerca de estos riesgos y si su hijo debe o no tomar un antidepresivo. Normalmente, los niños menores de 18 años no deben tomar nefazodona, pero en algunos casos, el médico puede decidir que este medicamento es la mejor opción para tratar la afección de un menor.
Debe saber que su salud mental puede cambiar de maneras inesperadas al tomar nefazodona u otros antidepresivos, incluso si es un adulto mayor de 24 años. Es posible que desarrolle tendencias suicidas, sobre todo al comienzo del tratamiento, y cada vez que aumenten o disminuyan su dosis. Usted, su familia o su cuidador deben llamar a su médico inmediatamente si usted experimenta alguno de los síntomas siguientes: depresión nueva o que empeora, pensar en lastimarse o quitarse la vida, o planificar o intentar hacerlo, preocupación extrema, agitación, ataques de pánico, dificultad para conciliar el sueño o mantenerse dormido, comportamiento agresivo, irritabilidad, actuar sin pensar, agitación severa y excitación frenética anormal. Asegúrese de que su familia o cuidador conozcan los síntomas que pudieran ser graves para que puedan llamar al médico si usted no puede buscar tratamiento por su cuenta.
Su proveedor de atención médica deseará verle con más frecuencia mientras toma nefazodona, especialmente al inicio de su tratamiento. Asegúrese de cumplir con todas las citas en el consultorio de su médico.
El médico o farmacéutico le dará la hoja de información del fabricante para el paciente (Guía del medicamento) cuando inicie su tratamiento con nefazodona. Lea detenidamente la información y pídale a su médico o a su farmacéutico que le aclaren cualquier duda. También puede obtener la Guía del medicamento del sitio web de la FDA: https://www.fda.gov/Drugs/DrugSafety/ucm085729.htm.
Independientemente de su edad, antes de tomar un antidepresivo, usted, sus padres o la persona encargada de su cuidado deben hablar con su médico sobre los riesgos y beneficios de tratar su afección con un antidepresivo o con otros tratamientos. También deben hablar sobre los riesgos y los beneficios de no tratar su afección. Tenga presente que tener depresión u otra enfermedad mental aumenta considerablemente el riesgo de que desarrolle tendencias suicidas. Este riesgo es mayor si usted o alguien de su familia tiene o alguna vez ha tenido trastorno bipolar (ánimo que cambia de deprimido a anormalmente emocionado), o manía (ánimo frenético, anormalmente emocionado) o si ha pensado o ha intentado quitarse la vida. Hable con su médico sobre su afección, los síntomas y sus antecedentes médicos personales y familiares. Usted y su médico decidirán qué tipo de tratamiento es el indicado en su caso.
La nefazodona puede ocasionar daño hepático, el cual puede ser grave o mortal. Informe a su médico si tiene o alguna vez ha tenido alguna enfermedad del hígado. Si experimenta alguno de los siguientes síntomas, llame a su médico inmediatamente: náuseas, vómitos, pérdida de apetito, cansancio extremo, falta de energía, coloración amarillenta de la piel o los ojos, sangrado o hematomas inusuales, orina de color oscuro, dolor en la parte superior derecha del estómago o síntomas similares a los de la gripe.
Asista a todas las citas con su médico y a las de laboratorio. Su médico podría ordenar algunas pruebas para comprobar la respuesta del cuerpo a la nefazodona.