¿Cómo se debe usar este medicamento?
La presentación de la oxicodona es en solución (líquido), tabletas, cápsulas, tabletas de liberación prolongada y cápsulas de liberación prolongada (acción prolongada) para administración oral. La solución, las tabletas y las cápsulas se administran cada 4 a 6 horas, con o sin alimentos, de acuerdo con la intensidad del dolor. Las tabletas y las cápsulas de acción prolongada se recetan para el manejo del dolor persistente y se toman cada 12 horas. Las cápsulas se administran junto con alimentos, en tanto que las tabletas pueden tomarse independientemente de las comidas.
Si está tomando tabletas de liberación prolongada, tráguelas de una en una con abundante agua. Trague la tableta inmediatamente después de ponerla en su boca. No remoje, moje ni lama las tabletas antes de introducirlas en su boca. No mastique ni triture las tabletas de liberación prolongada.
Si tiene problemas para tragar las cápsulas de liberación prolongada, puede abrir la cápsula con cuidado y espolvorear el contenido sobre alimentos blandos como compota de manzana, pudin, yogur, helado o mermelada. Consuma la mezcla inmediatamente. Deseche inmediatamente las cápsulas vacías tirándolas por el inodoro. No almacene la mezcla para su uso futuro.
Si tiene una sonda de alimentación, el contenido de la cápsula de liberación prolongada puede verterse en la sonda. Pregunte a su médico cómo debe tomar el medicamento, y siga atentamente estas instrucciones.
Su médico puede ajustar su dosis de oxicodona durante el tratamiento, según el grado de control del dolor y los efectos secundarios que experimente. Informe a su médico si siente que su dolor no está controlado o si aumenta, empeora o si tiene un nuevo dolor o un aumento de la sensibilidad al dolor durante su tratamiento con morfina. No tome una cantidad mayor del medicamento, ni lo tome con más frecuencia de la que su médico le indique.
Consulte a su médico o farmacéutico sobre el acceso a medicamentos de rescate, como naloxona o nalmefeno, mientras toma oxicodona. Los medicamentos de rescate pueden revertir los efectos graves de una sobredosis de opioides y están disponibles sin receta o con prescripción médica. Asegúrese de que usted, sus familiares y las personas que suelen estar a su alrededor sepan cómo reconocer una sobredosis, cómo usar naloxona o nalmefeno y qué hacer hasta que llegue la ayuda médica de emergencia. Su médico o farmacéutico le mostrará a usted y a otras personas cómo usarlo. Si se presentan síntomas de una sobredosis, deben administrar la primera dosis de naloxona, llamar al 911 de inmediato y permanecer con usted, vigilándolo de cerca hasta que llegue la ayuda médica de emergencia. Si sus síntomas reaparecen, la persona debe administrarle otra dosis del medicamento de rescate. Se pueden administrar dosis adicionales cada 2 o 3 minutos si los síntomas reaparecen antes de que llegue la ayuda médica.
Si ha estado tomando oxicodona regularmente, no suspenda su uso ni reduzca la dosis de manera abrupta sin consultar previamente con su médico. Si deja de tomar oxicodona repentinamente, puede experimentar síntomas de abstinencia como inquietud, ojos llorosos, secreción nasal, estornudos, bostezos, sudoración, escalofríos, dolores musculares o articulares, debilidad, irritabilidad, ansiedad, depresión, dificultad para conciliar el sueño o para permanecer dormido, calambres, náuseas, vómitos, diarrea, pérdida de apetito, ritmo cardíaco acelerado y respiración acelerada. Es probable que su médico disminuya su dosis gradualmente.