¿CÓMO se debe usar este medicamento?
La presentación del pramipexol es en tabletas y en tabletas de liberación prolongada (acción prolongada) para administrarse por vía oral. Cuando el pramiprexol se usa para tratar la enfermedad de Parkinson, la tableta regular se suele tomar tres veces al día, y la tableta de liberación prolongada se suele tomar una vez al día. Cuando se usa el pramiprexol para tratar el síndrome de las piernas inquietas, la tableta regular se suele tomar una vez al día, de 2 a 3 horas antes de acostarse. Las tabletas de liberación prolongada de pramipexol no se usan para tratar el síndrome de las piernas inquietas. El pramipexol se puede tomar con o sin alimentos, pero tomar pramipexol con alimentos puede ayudar a prevenir las náuseas que puede provocar el medicamento. Siga atentamente las instrucciones que se encuentran en la etiqueta de su receta médica y pida a su médico o farmacéutico que le explique cualquier parte que no comprenda. Tome el pramipexol exactamente como se lo indicaron. No tome una cantidad mayor ni menor del medicamento ni lo tome con más frecuencia de lo que indica la receta de su médico.
Trague enteras las tabletas de liberación prolongada; no las parta, mastique ni triture.
Su médico le indicará que empiece con una dosis baja de pramipexol, y aumentará su dosis gradualmente. Es probable que su médico no le aumente la dosis más que una vez cada 4 a 7 días. Pueden pasar varias semanas antes de alcanzar una dosis que le funcione.
Si está tomando pramipexol para tratar el síndrome de las piernas inquietas, debe saber que a medida que continúe su tratamiento, sus síntomas pueden empeorar, pueden comenzar más temprano en la noche o en la tarde, o pueden ocurrir en las primeras horas de la mañana. Llame a su médico si sus síntomas empeoran o si comienzan a ocurrir en momentos diferentes a los anteriores.
El pramipexol controla los síntomas de la enfermedad de Parkinson y del síndrome de las piernas inquietas, pero no cura estas afecciones. Continúe tomando el pramipexol incluso si se siente bien. No deje de tomar el pramipexol sin hablar con su médico. Si está tomando pramipexol para tratar la enfermedad de Parkinson y deja de tomar el medicamento de forma repentina, puede experimentar, fiebre, confusión, rigidez muscular, falta de interés o preocupación por las actividades habituales o por las cosas que normalmente le importan, ansiedad, depresión, cansancio, dificultad para conciliar el sueño o para permanecer dormido, sudoración o dolor. Si está tomando pramipexol para tratar el síndrome de las piernas inquietas y deja de tomar el medicamento repentinamente, sus síntomas pueden ser peores de lo que eran antes de comenzar a tomar este medicamento. Es probable que su médico disminuya su dosis gradualmente.
Si deja de tomar pramipexol por cualquier motivo, no empiece a tomar el medicamento de nuevo sin hablar con su médico. Su médico probablemente querrá volver a aumentar la dosis de forma gradual.
Pídale a su farmacéutico o médico una copia de la información del fabricante para el paciente.