Generalidades
Desde el nacimiento, los bebés siguen sus señales internas de hambre y de saciedad. Comen cuando tienen hambre y luego dejan de comer cuando están llenos. Los especialistas coinciden en que se debe alimentar a los recién nacidos cuando lo piden. Esto significa que debe dar el biberón o amamantar a su hijo siempre que muestre señales de hambre, en lugar de establecer un horario estricto.
La frecuencia con la que su bebé necesite comer dependerá de su edad y del hambre que tenga en ese momento. Estas son algunas cosas que puede esperar o probar a medida que crece su recién nacido.
Gestión de la alimentación
A las 3 semanas aproximadamente, usted puede probar a retrasar la alimentación por un tiempo breve con mimos o hablándole a su bebé recién nacido. El sistema nervioso de su bebé recién nacido es lo suficientemente maduro como para poder esperar más tiempo entre sesiones de alimentación e interactuar con usted más a esta edad. Pero fíjese en las señales que le da su bebé. No fuerce a su bebé a interactuar cuando no se sienta interesado por usted o parezca muy hambriento.
Podría limitar las tomas nocturnas si evita socializar con su bebé y demorarse después de que haya terminado de comer. Su bebé comerá y se volverá a dormir más fácilmente si está tranquilo.
- Cuando su bebé se despierte para comer, trate de responder antes de que empiece a llorar mucho.
- Mientras lo alimenta, mantenga la luz apagada y háblele suavemente.
Si desea prestar más atención a su bebé durante las tomas nocturnas, planifique un momento en el que pueda descansar al día siguiente para evitar el cansancio.
A los 2 meses de edad, muchos bebés empiezan a comer con menos frecuencia por la noche.
A los 3 o 4 meses, los bebés se interesan cada vez más en las cosas que los rodean. Los bebés a menudo interrumpen sesiones de alimentación para mirar a su alrededor, sonreír, gorjear y tocar la cara de sus padres. Se trata de un intento normal de convertir la hora de comer en un acontecimiento más social. Es un buen momento para interactuar con su bebé.
Incorporación de alimentos sólidos
Aproximadamente a los 6 meses, la mayoría de los bebés pueden comenzar a comer alimentos sólidos. Algunos bebés pueden estar listos para los alimentos sólidos a los 4 o 5 meses. Los alimentos sólidos se dan junto con la leche materna o maternizada.
- Pregúntele al médico cuándo puede comenzar a darle alimentos sólidos a su bebé. Siga los consejos del médico sobre cuándo y qué dar de comer a su bebé.
- Trate de ser paciente a medida que su bebé experimenta y adquiere nuevas habilidades como masticar y usar una cuchara.
Cambios de pañal
Puede que se sorprenda del número de pañales que su recién nacido gasta cada día. Es importante que le cambie el pañal a su bebé, porque la orina y las heces pueden irritar la piel de su bebé.
Prestar atención a los pañales de su recién nacido puede darle indicios acerca de la salud de su bebé. Llame al médico si su bebé no moja o ensucia regularmente los pañales.
Pañales mojados: Qué esperar
A veces es difícil saber el número de pañales mojados que tiene un recién nacido. Esto se debe a que los pañales desechables funcionan muy bien para absorber la humedad. Pero en general:
- Su recién nacido debería tener aproximadamente 3 pañales mojados al día durante los primeros días. Después, su bebé debería tener al menos 6 pañales mojados al día a lo largo del primer mes de vida.
- La orina debería ser de color amarillo. Pero no se alarme si nota un color rosáceo en la orina durante los 3 primeros días de vida de su bebé. Es común que los recién nacidos eliminen cristales en la orina que hacen que la orina se vea rosada. Llame al médico si el color rosa perdura o si su bebé parece sentir dolor al orinar.
Pañales sucios: Qué esperar
Muchos recién nacidos tienen al menos 1 o 2 evacuaciones al día. Para el fin de la primera semana, su bebé puede llegar a tener de 5 a 10 al día.
Las heces de su bebé generalmente pasarán de negruzcas a verdosas en los primeros días. Luego se volverán amarillas o marrón amarillento al final de la primera semana.
Los bebés que se alimentan con leche materna suelen tener heces más amarillentas que los bebés alimentados con leche maternizada. También tienden a evacuar el intestino más a menudo.
Hábitos de sueño
Los hábitos de sueño están influidos por el temperamento de un bebé y su sensación de estar bien alimentado. También están influidos por cómo responden los padres cuando el bebé se despierta. Algunos bebés naturalmente parecen necesitar dormir más que otros.
Los hábitos del sueño varían con cada niño y evolucionan lentamente a lo largo del primer año.
Los primeros 6 meses de vida
La mayoría de los recién nacidos duermen unas 18 horas al día. Están despiertos durante breves períodos al menos cada 2 o 3 horas. Cuando su recién nacido se despierte, normalmente tendrá hambre y necesitará que le den de comer. Este patrón domina las primeras semanas de su bebé.
Al principio, los bebés a menudo duermen, aunque haya ruidos fuertes a su alrededor. Pero alrededor de los 3 o 4 meses de edad, muchos bebés se alteran fácilmente por ruidos como el timbre del teléfono o el ladrido de un perro.
Durante los primeros meses del bebé, el cerebro madura. El bebé puede dormir gradualmente durante períodos más largos. Para los 3 meses de edad, la mayoría de los bebés tienen el período de sueño más largo (de hasta 7 a 8 horas) durante la noche y establecen horarios de siesta. También están más alerta cuando están despiertos que cuando eran más jóvenes.
Más o menos a los 3 o 4 meses, comience hábitos para la hora de acostarse a fin de ayudar a que su bebé se relaje. Léale un cuento, ponga música suave, cante, meza a su bebé o dele un masaje suave. Evite la música o los sonidos fuertes y las luces brillantes.
De 6 a 12 meses de edad
Los hábitos del sueño a menudo cambian durante la segunda mitad del primer año. Para los 9 meses de edad y hacia el segundo año de vida, puede ser difícil para algunos bebés dejar atrás las emociones del día. Asimismo, a esta edad, muchos bebés quieren ejercer control sobre sus acciones. Debido a esto, su bebé podría resistirse a irse a dormir a las horas que usted quiere. Para ayudarle a seguir un horario regular, mantenga sus rutinas cuando su bebé se resista a echarse la siesta o a acostarse a la hora habitual.
De 12 a 24 meses de edad
En algún momento entre los 12 y los 24 meses de edad, su hijo pequeño probablemente se resistirá a la siesta matutina y querrá descansar solo por la tarde. El intento de un niño de pasar a una siesta al día suele producirse en torno a los 18 meses de edad. Muchos médicos recomiendan mantener ambas siestas durante el mayor tiempo posible tanto para beneficio del niño como de los padres.
El entusiasmo de un niño pequeño por aprender a caminar y por su independencia emergente puede alterar los horarios de siesta de la tarde. Cuando su hijo se resista a dormir una siesta, puede reservar un tiempo por la tarde para un período tranquilo. Aunque su hijo pequeño no duerma la siesta, suele necesitar un descanso reparador.
Cómo formar buenos hábitos de sueño
Puede ayudar a su bebé a dormir bien. Aquí tiene algunas ideas.
- Establezca un horario regular de siesta y de irse a dormir para su bebé.
- Acueste a su bebé para que duerma la siesta en cuanto se muestre somnoliento.
- Si su bebé se salta una siesta, intente mantenerlo despierto hasta la siguiente hora de la siesta.
- Cree una rutina relajante para la hora de acostarse. Bañe a su bebé, cántele o léale.
- Cuando su bebé tenga sueño, póngalo en la cuna en una habitación tranquila y oscura.
- No acune a su bebé para que se duerma. Acune a su bebé, pero póngalo a dormir mientras esté somnoliento pero aún despierto.
- Mantenga la luz tenue y utilice una voz suave cuando alimente a su bebé o le cambie el pañal antes de dormir.