Generalidades
Cuando alguien tiene dolor de espalda todo el tiempo o la mayor parte de él, eso puede afectar a algo más que al cuerpo. El dolor crónico tiene un aspecto emocional. Tal vez necesite un hombro sobre el que llorar o alguien con quien hablar. Usted necesita apoyo.
Los grupos de apoyo, donde puede conocer o hablar con personas que están afrontando los mismos problemas que usted, pueden ser una valiosa fuente de consuelo y consejos.
Algunos grupos de apoyo se centran en la educación. Estos grupos a menudo están dirigidos por un profesional, como un educador o un médico que comparte información sobre el problema. Otros grupos se centran en el apoyo. A menudo están formados únicamente por personas que tienen el mismo problema. Estos se llaman grupos de pares ("peer groups").
En un grupo de pares, usted encontrará a personas que están pasando por lo mismo que usted. Verá que no está solo y que otras personas enfrentan los mismos sentimientos y desafíos que usted. Los miembros del grupo pueden proporcionarle apoyo, consejos y aliento. Usted puede aprender lo que les funciona a otros y decidir si podría funcionarle a usted.
Usted puede ayudar a otros miembros del grupo prestándoles atención y haciéndoles saber que les está escuchando al tiempo que comparte sus propias ideas. Sus experiencias e ideas podrían ser nuevas para esas personas. Poder ayudar a los demás es gratificante y ayuda a que tenga más confianza en sí mismo.
El apoyo entre pares puede incluir consumidores proveedores y servicios dirigidos por consumidores.
- Un consumidor proveedor es alguien que ha recibido formación para ayudar a otras personas con el mismo tipo de problemas. Puede encontrar consumidores proveedores en clínicas. Dado que saben lo que usted ha experimentado, pueden ser buenos modelos y orientadores.
- Un servicio dirigido por consumidores es un grupo, o parte de un grupo, en el que personas con el mismo problema proporcionan servicios. Estos servicios incluyen grupos de apoyo, asesoramiento entre pares, líneas telefónicas de ayuda y centros de encuentro y consulta.
Cómo encontrar un grupo de apoyo
Estas son algunas maneras de encontrar grupos de apoyo:
- Pregúnteles a otras personas que tienen dolor de espalda crónico.
- Pídale sugerencias a su médico, consejero u otro profesional de la salud.
- Pregúntele a un dirigente religioso. Puede ponerse en contacto con iglesias, mezquitas, sinagogas u otros grupos religiosos.
- Pregúnteles a sus familiares y amigos.
- Póngase en contacto con un grupo para el dolor de espalda o el dolor crónico en su ciudad, estado o a nivel nacional. Podría haber una lista en su biblioteca local, centro comunitario o en la guía telefónica.
- Busque en Internet. Puede leer mensajes de otras personas y dejar sus propios mensajes en foros, listas de correo electrónico y salas de chat. Puede intercambiar historias y desahogarse así como hacer y responder a preguntas.
Busque un grupo de apoyo que le sirva de ayuda a usted. Pregúntese si prefiere algo estructurado y desearía tener un líder de grupo o si prefiere un grupo menos formal. ¿Prefiere las reuniones en persona o se siente más seguro en las salas de chat o los foros de Internet?
Apoyo de su red social
Puede que usted no tenga un buen apoyo social. Tal vez evite a otras personas. Esto puede deberse a que:
- Se siente avergonzado y no quiere hablar con nadie.
- Su afección hace que otras personas sean cautelosas respecto a usted. Por ejemplo, si rara vez sale de casa porque moverse le causa demasiado dolor, otras personas podrían pensar que no deben molestarle.
- Se siente demasiado triste como para querer hablar con gente.
- No tiene familia y tiene pocos amigos donde usted vive.
Si consigue mejorar su apoyo social, esto puede ayudarle a hacer frente al dolor. Estas son algunas maneras de fortalecer su apoyo social:
- Sepa que el apoyo social es una vía de doble sentido. Usted cuenta con su red social para recibir apoyo y los miembros de esa red también cuentan con usted. Pregúnteles sobre su familia, su trabajo y sus intereses. Y ayúdeles siempre que pueda.
- Conozca los límites de sus amigos. No tiene que ver ni llamar a sus amigos todos los días. Si está pasando por una mala racha, pregúnteles a sus amigos si está bien ponerse en contacto con ellos fuera de los límites habituales.
- No siempre pase el tiempo quejándose o hablando sobre sí mismo. Sepa cuándo es el momento de dejar de hablar y simplemente escuchar o disfrutar de la compañía de su amigo o amiga.
- Sea claro cuando hable con otros. Haga preguntas para asegurarse de que sabe lo que la gente quiere. Si solicita algo, asegúrese de hacerse entender. Escuche lo que sus amigos dicen y no los juzgue.