Generalidades
¿Por qué es importante el sueño para su hijo?
Dormir bien por la noche ayuda a que su hijo se desarrolle, forme recuerdos y aprenda. El sueño ayuda a que su hijo esté alerta y concentrado en la escuela y durante el juego.
Los niños que no duermen lo suficiente pueden llegar a tener problemas de comportamiento y dificultades de aprendizaje. Pueden estar malhumorados, tristes o irascibles.
¿Qué tipos de problemas del sueño pueden tener los niños?
La mayoría de los problemas del sueño ocurren cuando el niño solo está parcialmente dormido. Los problemas pueden incluir:
- Hablar durante el sueño: Su hijo puede hablar en voz alta o gritar durante unos segundos y luego volver a dormirse. Es posible que no pueda comprender lo que su hijo está diciendo. Hablar durante el sueño es más común que el sonambulismo, aunque algunos niños muestran ambos comportamientos.
- Pesadillas: Estas son muy comunes en niños en edad preescolar y escolar. Su hijo puede llamarlo para que vaya a reconfortarlo o acudir a su habitación después de una pesadilla. Por lo general, es posible tranquilizar y calmar al niño.
- Despertar confuso: Su hijo puede despertarse llorando, confuso o aturdido. Es posible que no lo reconozca a usted o que no sea posible calmarlo. Al igual que sucede al hablar durante el sueño, el niño puede decir palabras incoherentes que no tienen sentido.
- Terrores nocturnos: Los terrores nocturnos son más intensos que el despertar confuso o las pesadillas. No son demasiado comunes, pero pueden ser preocupantes para los padres. Su hijo de repente puede chillar o gritar aterrorizado. Él o ella puede agitarse violentamente en la cama. Un terror nocturno puede continuar durante varios minutos. Su hijo puede no reconocerlo y no es posible calmarlo.
- Sonambulismo: Su hijo podría deambular por su habitación o por la casa. Es posible que su hijo tenga los ojos abiertos, pero todavía está dormido. Los niños sonámbulos a menudo pueden realizar tareas sencillas, como caminar sin tropezarse con los muebles. Pero no pueden hacer cosas más complicadas, como preparar y comer un bocado. Los niños pueden estar en peligro si tratan de salir de la casa o trepar por una ventana mientras están sonámbulos.
Los niños pasan más tiempo que los adolescentes y los adultos en una fase profunda del sueño que sucede temprano en la noche. Los problemas del sueño como los terrores nocturnos suelen suceder durante el cambio de esta fase del sueño a un sueño más ligero. Las pesadillas tienden a ocurrir más tarde, durante las primeras horas de la mañana en las que los niños sueñan.
Puede tomar tiempo hasta que su hijo vuelva a dormirse. Por lo general, los niños suelen recordar una pesadilla, pero no recuerdan los terrores nocturnos, los despertares confusos o el sonambulismo.
¿Qué puede hacer para ayudar a su hijo?
Hablar durante el sueño
- Hablar durante el sueño suele durar solo unos pocos segundos. Luego, el niño vuelve a dormirse rápidamente.
- Si su hijo también camina dormido, tome los pasos que se describen a continuación bajo "Sonambulismo" para ayudar a mantenerlo seguro.
Pesadillas
- Reconforte a su hijo con un abrazo y palabras calmantes. Recuérdele a su hijo que la pesadilla no es real.
- Su hijo puede recordar la pesadilla y querer hablar de ella. Dígale a su hijo que hable sobre cualquier cosa que le preocupe. Las preocupaciones y el estrés pueden aumentar las probabilidades de tener pesadillas y otros problemas del sueño.
- Ayude a su hijo a evitar los libros o las películas de miedo antes de ir a dormir. Las historias de miedo pueden causar pesadillas en algunos niños.
Terrores nocturnos y despertares confusos
- La mayoría de los niños que tienen terrores nocturnos y despertares confusos no quieren que sus padres los consuelen. Generalmente vuelven a dormirse una vez que ha pasado y no recuerdan la situación a la mañana siguiente. Pero puede ser inquietante observar un terror nocturno.
- No trate de despertar a su hijo. Él o ella podría volverse aún más confuso y atemorizado.
- Dado que los terrores nocturnos suelen ocurrir a la misma hora de la noche, el médico podría recomendarle que despierte a su hijo entre 15 y 30 minutos antes de la hora en la que suele producirse el problema. Luego, deje que su hijo vuelva a dormirse. Esto rompe el ciclo del problema del sueño. También podría prevenir el sonambulismo.
Sonambulismo
- No trate de despertar a su hijo mientras esté teniendo un episodio de sonambulismo. Él o ella podría volverse confuso y perturbado y tener más dificultad para volver a conciliar el sueño.
- Lleve a su hijo de vuelta a la cama en silencio y con suavidad.
- Asegúrese de que todas las puertas y ventanas estén cerradas de manera que el niño no pueda salir de la casa. Coloque una barrera de seguridad en la parte alta de las escaleras.
- Ponga una alarma en la puerta de su hijo de manera que suene si él o ella sale de la habitación.
- Al igual que sucede con los terrores nocturnos, es posible que pueda prevenir los episodios de sonambulismo si despierta a su hijo entre 15 y 30 minutos antes de la hora en la que suele ocurrir el sonambulismo. A continuación, anime a su hijo a volverse a dormir.
¿Cuándo debería su hijo ver a un médico para los problemas del sueño?
Los niños superan la mayoría de los problemas del sueño. Sin embargo, tal vez desee llevar a su hijo al médico si:
- Su hijo frecuentemente tiene problemas para levantarse por la mañana.
- Su hijo a menudo parece estar somnoliento e irritable durante el día.
- Su hijo tiene problemas con las tareas de la escuela o el comportamiento.
- Usted no duerme lo suficientemente bien.
- Su hijo es sonámbulo y usted está preocupado por mantenerlo fuera de peligro.
El médico puede detectar problemas de salud que podrían causar problemas del sueño. Por ejemplo, los niños que están bajo estrés debido a problemas en el hogar o en la escuela pueden ser más propensos a tener pesadillas.
Su médico puede sugerirle asesoramiento si su hijo tiene mucho estrés y tiene pesadillas con frecuencia.
La mayoría de los niños no necesitan medicamentos. En casos poco comunes, un niño puede tomar medicamentos para ayudar a controlar la fase del sueño en la que ocurre el sonambulismo.