Cómo se hace
Una endoscopia del tubo digestivo puede realizarse en el consultorio del médico, en una clínica o en un hospital. Por lo general, no es necesario que pase una noche en el hospital. Con mucha frecuencia, la prueba es realizada por un médico que se especializa en problemas del aparato digestivo (gastroenterólogo). Es posible que su médico también tenga un asistente. Algunos médicos de familia, internistas y cirujanos también están capacitados para hacer esta prueba.
Antes del procedimiento, es posible que se realicen análisis de sangre para detectar un recuento sanguíneo bajo o problemas de coagulación. Es posible que le adormezcan la garganta con un aerosol ("spray") anestésico, un líquido para hacer gárgaras o una tableta o una pastilla para chupar. Esto es para relajar el reflejo nauseoso y facilitar la introducción del endoscopio en la garganta.
Durante la prueba, podrían darle un analgésico (medicamento para el dolor) y un sedante a través de una vía intravenosa (IV) colocada en el brazo o en la mano. Estos medicamentos reducen el dolor y harán que se sienta relajado y somnoliento durante la prueba. Es posible que no recuerde mucho acerca de la prueba en sí.
Se le pedirá que se recueste sobre su lado izquierdo con la cabeza inclinada apenas hacia adelante. Es posible que se le coloque un protector bucal en la boca para prevenir que el endoscopio le dañe los dientes. Luego, se guiará la punta lubricada del endoscopio dentro de la boca. Su médico podría presionarle suavemente la lengua para evitar que se interponga en el camino del endoscopio. Es posible que le pidan que trague para ayudar a que baje el tubo. El endoscopio no es más grueso que muchos alimentos que usted traga. No le causará problemas para respirar.
Después de que el endoscopio se encuentre en el esófago, se le inclinará la cabeza en forma vertical. Esto facilita que el endoscopio se deslice por el esófago. Durante el procedimiento, intente no tragar a menos que se lo pidan. Alguien podría extraerle saliva de la boca con un dispositivo de succión o usted puede dejar que la saliva le caiga por el costado de la boca.
Su médico observará a través de un ocular o mirará una pantalla mientras mueve el endoscopio lentamente. El médico le revisará las paredes del esófago, del estómago y del duodeno. Podría inyectarse aire o agua a través del endoscopio para ayudar a despejar el camino para el endoscopio o para limpiar la lente del mismo. Podría aplicarse succión para extraer aire o secreciones.
Una cámara adherida al endoscopio toma imágenes. El médico también puede introducir instrumentos diminutos como fórceps, pinzas e hisopos a través del endoscopio para recolectar muestras de tejido (biopsia), extraer los crecimientos o detener el sangrado.
Para que a su médico le sea más fácil ver las diferentes partes del tubo digestivo superior, alguien podría hacerle cambiar de posición o hacerle una presión suave en el abdomen. Una vez que se completa la prueba, el endoscopio se retira lentamente.
Después de la prueba
La prueba suele llevar entre 30 y 45 minutos. Pero es posible que lleve más tiempo según lo que se detecte y lo que se realice durante la prueba.
Después de la prueba, lo observarán por 1 o 2 horas hasta que desaparezca el efecto de los medicamentos. Si le adormecieron la garganta antes de la prueba, no debería comer ni beber nada hasta que la garganta deje de estar adormecida y el reflejo nauseoso haya vuelto a la normalidad.
Cuando se encuentre completamente recuperado, podrá irse a su hogar. Después de la prueba, no podrá conducir ni operar maquinaria durante 12 horas. Su médico le indicará cuándo podrá volver a su dieta y sus actividades habituales. No beba alcohol por un período de 12 a 24 horas después de la prueba.