Adaptación normal
Cada paciente hará frente a la situación de diferentes maneras.
La manera en que los pacientes hacen frente a esas situaciones habitualmente se relaciona con las características de su personalidad (por ejemplo, si generalmente son optimistas o pesimistas, o si son tímidos o sociables).
Los pacientes encuentran que es más fácil adaptarse si pueden continuar con sus rutinas y trabajos habituales, seguir realizando las actividades que les importan y hacer frente al estrés en sus vidas. Los pacientes que se adaptan bien al cáncer siguen encontrando importancia y sentido a sus vidas. Los pacientes que no se adaptan bien se pueden distanciar de relaciones o situaciones, y se sienten sin esperanza.
Los pacientes que tienen problemas para hacer frente al cáncer pueden encontrar útil conversar con un profesional sobre sus inquietudes y preocupaciones. Estos especialistas son, entre otros, los siguientes:
- Profesionales de la salud mental, como psicólogos y psiquiatras.
- Trabajadores sociales.
- Especialistas en cuidados paliativos.
- Consejeros religiosos.
Los pacientes que se están adaptando a los cambios que causa el cáncer quizás experimenten sufrimiento.
El sufrimiento se puede presentar cuando los pacientes se sienten incapaces de manejar o controlar los cambios que causa el cáncer. Los pacientes con el mismo diagnóstico o tratamiento pueden tener grados diferentes de sufrimiento. Los pacientes sufren menos cuando sienten que las exigencias del diagnóstico y el tratamiento no son muchas o la cantidad de apoyo que reciben es alta. Por ejemplo, un profesional de la atención de la salud puede ayudar al paciente a adaptarse a los efectos secundarios de la quimioterapia si le da medicamentos para las náuseas.
Los pacientes de cáncer necesitan distintas habilidades para hacer frente a situaciones difíciles en diferentes momentos.
Vivir con un diagnóstico de cáncer provoca muchos cambios. La adaptación normal incluye aprender a hacer frente al sufrimiento emocional y resolver los problemas que trae consigo el cáncer.
Las habilidades para hacer frente necesarias cambiarán en diferentes momentos del recorrido del cáncer de un paciente. Estas son las siguientes:
- Al escuchar el diagnóstico.
- Durante el tratamiento del cáncer.
- Al terminar el tratamiento del cáncer.
- Al enterarse de que el cáncer está en remisión.
- Al enterarse de que el cáncer volvió.
- Al decidir no continuar con el tratamiento.
- Cuando se convierte en un sobreviviente de cáncer.
Escuchar el diagnóstico
El proceso de adaptarse al cáncer empieza antes de que los pacientes escuchen el diagnóstico. Los pacientes se pueden sentir preocupados y temerosos cuando tienen síntomas que no se explican o se someten a pruebas para determinar si tienen cáncer.
Un diagnóstico de cáncer puede causar más sufrimiento cuando los miedos del paciente se vuelven realidad. Para los pacientes quizás sea difícil entender lo que les están diciendo los médicos en estos momentos. Para obtener más información, consultar la sección sobre Hablar con el equipo de atención de la salud en el sumario del PDQ Comunicación en la atención del cáncer.
Es posible que durante este tiempo necesite ayuda adicional de profesionales de la salud para resolver problemas tales como fatiga, dificultades para dormir y depresión.
Durante el tratamiento del cáncer
A medida que los pacientes reciben el tratamiento para el cáncer, utilizan habilidades para hacer frente a las dificultades (también llamadas estrategias para hacer frente) con el fin de adaptarse al estrés causado por el tratamiento.
Es posible que las habilidades para hacer frente ayuden a los pacientes con determinados problemas, sufrimiento emocional y cáncer mediante el uso de pensamientos y comportamientos para adaptarse a situaciones de la vida. Una habilidad para hacer frente es, por ejemplo, cambiar una rutina diaria o un horario de trabajo para manejar los efectos secundarios del tratamiento del cáncer.
Remisión después del tratamiento
Es posible que los pacientes se alegren porque el tratamiento terminó, pero sientan un aumento de la ansiedad al ver al equipo de tratamiento menos a menudo. Otras preocupaciones incluyen volver al trabajo y a la vida familiar, y sentirse inquietos cuando tienen cualquier cambio en su salud.
Muchos pacientes sentirán un aumento de la angustia al terminar el tratamiento, pero por lo general no dura mucho y desaparece en algunas semanas.
Durante la remisión, los pacientes se pueden angustiar antes de las visitas médicas de seguimiento porque temen que el cáncer haya vuelto. Esperar los resultados de las pruebas puede causar mucho estrés.
Enterarse de que el cáncer volvió
Es probable que el cáncer que vuelve luego del tratamiento cause mayor sufrimiento por los siguientes motivos:
- Retorno de los síntomas.
- Sensación de desesperanza.
- Visión negativa del cáncer.
La calidad de vida del paciente mejora si es capaz de controlar el cáncer y si, además, tiene el apoyo de amigos y familiares.
Interrumpir el tratamiento del cáncer
A veces, el cáncer vuelve y no mejora con un tratamiento. El plan de tratamiento entonces cambia de uno dirigido a la cura del cáncer a otro que proporciona cuidados paliativos y alivia los síntomas. Esto puede provocar un aumento de la ansiedad y la depresión en los pacientes. Para obtener más información, consultar los sumarios del PDQ Depresión y Estrés postraumático relacionado con el cáncer.
Los pacientes que se adaptan al retorno del cáncer muchas veces conservan la esperanza con actividades que dan sentido a su vida. Algunos pacientes buscan en la espiritualidad o en las creencias religiosas la ayuda necesaria para mantener su calidad de vida. Para obtener más información, consultar el sumario del PDQ La espiritualidad en el tratamiento del cáncer.
Pasar a ser un sobreviviente a largo plazo
Los pacientes se adaptan a la terminación del tratamiento del cáncer y pasan a ser sobrevivientes a largo plazo con el pasar de los años. Algunos de los problemas que informan los sobrevivientes de cáncer cuando enfrentan el futuro son los siguientes:
- Sentir ansiedad de que el cáncer vuelva.
- Sentir que pierden el control.
- Tener ansiedad y náuseas en respuesta a recuerdos de la quimioterapia (como olores o imágenes).
- Presentar síntomas de estrés postraumático, como no poder dejar de pensar en el cáncer o su tratamiento, o sentirse solos o aislados de los demás.
- Sentirse cansado todo el tiempo.
- Estar preocupados por la imagen corporal y la sexualidad.
Es posible que hacer ejercicio de forma regular y recibir orientación individual o grupal ayuden a mejorar estos problemas y la calidad de vida del paciente.
La mayoría de los pacientes se adaptan bien y algunos hasta afirman que la experiencia de sobrevivir al cáncer les hizo sentir mayor aprecio por la vida, entender mejor lo que es más importante en su vida, y tener creencias espirituales o religiosas más fuertes.
Algunos pacientes tienen más dificultad para adaptarse debido a problemas médicos, menos amigos y familiares que les den apoyo, problemas económicos o problemas de salud mental que no se relacionan con el cáncer.