Generalidades
Cuando su hijo tiene una enfermedad grave, puede llegar el momento en que no sea posible curarlo o en que el tratamiento para ayudarle a vivir más tiempo no funcione. Colaborará con el médico de su hijo para crear un plan de cuidados que le proporcione la mejor calidad de vida. Su hijo puede seguir recibiendo medicamentos u otros tratamientos para controlar el dolor, la ansiedad y otros síntomas. Las familias también pueden recibir asesoramiento espiritual y de duelo.
Los hospitales suelen contar con trabajadores sociales y especialistas en atención emocional pediátrica que pueden ayudarle a organizar los cuidados de su hijo, dentro y fuera del hospital.
Pregúntele al médico si su hijo puede pasar el tiempo que le queda en casa. Muchas familias quieren llevarse a su hijo a casa. Allí es donde su hijo puede estar más cómodo, rodeado de familiares, mascotas, juguetes y libros. Otras familias pueden optar por que su hijo sea atendido en el hospital o en un centro de cuidados paliativos.
Cómo obtener apoyo
Saber que su hijo va a morir es devastador para los padres y otros seres queridos. Pero puede encontrar apoyo y consuelo en su familia y amigos, médicos, personal de enfermería, consejeros y trabajadores sociales.
Si quiere hablar, busque a familiares cercanos, amigos o consejeros espirituales. También puede optar por recibir asesoramiento. Un consejero también puede ayudar al niño enfermo y a sus hermanos. Puede intentar acercarse a un miembro del equipo médico de su hijo. Puede ser un médico, pero también un especialista en atención emocional pediátrica o un miembro del personal de enfermería.
Pida ayuda a sus familiares y amigos, o pídale a alguien que lo haga por usted. Es posible que sus seres queridos quieran hacer algo para mostrarle su apoyo. Pueden llevarle la comida o limpiar su casa. Pueden ayudar a dar información a otras personas sobre la afección de su hijo, para que usted no tenga que estar contándole a otras personas lo que le pasa.
Cómo hablar con su hijo
Muchos niños con una enfermedad grave saben que están muy enfermos y que no mejorarán. Lo que le diga a su hijo puede depender de su edad y madurez. Incluso muchos niños más pequeños pueden entender que la muerte es permanente. Puede hablar con su hijo a solas o hacer que lo acompañe el médico del niño o un consejero espiritual.
No hay una forma correcta o incorrecta de hablar con su hijo sobre su enfermedad. Algunos niños quieren hablar de la muerte, de asuntos espirituales y de cosas que todavía quieren hacer. Pero pueden tener miedo de decir estas cosas porque no quieren que sus padres se sientan tristes.
Dígale a su hijo que no pasa nada por hablar de sus sentimientos. Hacer preguntas abiertas (en lugar de preguntas de sí o no) puede ayudar a su hijo a sentirse seguro para hablar. Siga la iniciativa de su hijo sobre cuánto quiere compartir.
Cómo hablar con los hermanos de su hijo
Los hermanos de un niño pueden sentirse tristes y asustados al saber que van a perder a su hermano o hermana. Algunos hermanos pueden sentirse culpables por estar sanos. Pueden temer que ellos también puedan contraer la enfermedad. Pase algún tiempo a solas con cada hermano. Tranquilícelos diciéndoles que no han hecho nada malo y que se alegra de que estén sanos.