Generalidades del tema
¿Es para usted este tema?
Este tema cubre la depresión en adultos. Para obtener información sobre:
- Depresión en gente joven, vea el tema Depresión en niños y adolescentes.
- Depresión después del parto, vea el tema Depresión posparto.
- Depresión seguida por momentos de altos niveles de energía, vea el tema Trastorno bipolar.
- Depresión y suicidio, vea Depresión y suicidio.
¿Qué es la depresión?
La depresión es una enfermedad que hace que usted se sienta triste, pierda interés en las actividades que siempre ha disfrutado, se aísle de los demás y tenga poca energía. Es diferente de los sentimientos normales de tristeza, dolor o falta de energía. La depresión también puede hacer que las personas se sientan desesperanzadas respecto al futuro e incluso piensen en suicidarse.
Muchas personas, y a veces sus familias, sienten vergüenza por tener depresión. No permita que estos sentimientos obstaculicen que reciba tratamiento. Recuerde que la depresión es una enfermedad común. Afecta a personas jóvenes y mayores, a hombres y mujeres, a todos los grupos étnicos y a todas las profesiones.
Si usted cree que puede estar deprimido, dígaselo a su médico. El tratamiento puede ayudarle a disfrutar la vida nuevamente. Mientras más pronto reciba tratamiento, más pronto se sentirá mejor.
¿Qué causa la depresión?
La depresión es una enfermedad. No es causada por debilidad personal ni es un defecto de carácter. Cuando tiene depresión, es posible que haya problemas con los niveles de actividad de ciertas partes del cerebro, o las sustancias químicas en su cerebro llamadas neurotransmisores podrían estar desequilibradas.
La mayoría de los expertos creen que una combinación de herencia familiar (sus genes) y eventos estresantes en su vida puede causar depresión. Los sucesos de la vida pueden incluir una muerte en la familia o tener un problema de salud de largo plazo.
El solo hecho de tener un familiar con depresión o situaciones estresantes de la vida no significa que tendrá depresión.
También puede deprimirse aunque no exista ninguna razón aparente.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas de la depresión pueden ser difíciles de notar al principio. Varían según las personas y es posible que los confunda con no sentirse bien o con otro problema de salud.
Los dos síntomas más comunes de la depresión son:
- Sentirse triste o desesperanzado casi todos los días por lo menos 2 semanas.
- Perder el interés por la mayoría de las actividades cotidianas que usted solía disfrutar o no disfrutarlas, y sentirse así casi todos los días durante por lo menos 2 semanas.
Un síntoma grave de la depresión es pensar en la muerte o en el suicidio. Si usted o un ser querido hablan de esto o de sentirse desesperanzados, pida ayuda de inmediato.
Si cree que puede tener depresión, complete un breve cuestionario para verificar sus síntomas:
- Herramienta interactiva: ¿Está deprimido?
¿Cómo se trata?
La depresión puede tratarse de diversas maneras. Pueden usarse la asesoría psicológica, la psicoterapia y los medicamentos antidepresivos. Los cambios de estilo de vida, como hacer más ejercicio, también pueden ayudar.
Colabore con su equipo de atención médica para encontrar el mejor tratamiento para usted. Es posible que lleve algunos intentos y que el medicamento y la terapia tarden varias semanas en empezar a dar resultado. Trate de ser paciente y de seguir su plan de tratamiento.
La depresión puede volver a aparecer (recaída). Las probabilidades de deprimirse de nuevo aumentan cada vez que tenga un episodio de depresión. Tomar sus medicamentos y continuar con algunos tipos de terapia después de sentirse mejor pueden ayudarle a evitar que eso suceda. Algunas personas deben tomar medicamentos por el resto de sus vidas. Esto no les impide vivir vidas plenas y felices.
¿Qué puede hacer si un ser querido tiene depresión?
Si un ser querido tiene depresión, lo mejor es ayudarle a conseguir tratamiento o continuarlo. Aprenda sobre la enfermedad. Hable con la persona y aliéntela sutilmente a hacer actividades y a ver personas. No se disguste con la persona. El comportamiento que observa es la enfermedad, no la persona.