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Esta información es producida y suministrada por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI, por sus siglas en inglés). La información en este tema puede haber cambiado desde que se escribió. Para la información más actual, comuníquese con el Instituto Nacional del Cáncer a través del Internet en la página web http://cancer.gov o llame al 1-800-4-CANCER.
La depresión es un síndrome comórbido incapacitante que afecta hasta cerca del 25 % de los pacientes con cáncer.[
A diferencia de la depresión en la población general, se cree que la depresión afecta de igual manera a los hombres y a las mujeres con cáncer.[
Definiciones: cuando se observa una serie de síntomas específicos como afecto, alteración del sueño y configuraciones de pensamiento, se sospecha la presencia de depresión. Estos síntomas se especifican en la clasificación de los trastornos psiquiátricos o del comportamiento en la quinta edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales.[
Por lo general, la respuesta emocional inicial que muestra el paciente ante un diagnóstico de cáncer suele ser breve: dura varios días o semanas, y es posible que incluya sentimientos de incredulidad, negación o desesperación. Esta respuesta es normal y forma parte de un conjunto de síntomas depresivos que van desde la tristeza normal a un trastorno de adaptación con estado de ánimo deprimido hasta una depresión mayor.[
Posibles causas de síntomas depresivos en personas con cáncer
En una encuesta de mujeres con cáncer de mama realizada en Inglaterra se observó que, entre varios factores, la depresión fue el factor pronóstico más importante de problemas emocionales y de comportamiento en sus hijos.[
La terapia hormonal y la terapia de antiandrógenos de segunda generación también se relacionan con el aumento del riesgo de depresión. En un estudio retrospectivo de 210 804 pacientes con cáncer de próstata identificados en las bases de datos de Medicare vinculadas al Surveillance, Epidemiology, and End Results (SEER) y al Medicare and Texas Cancer Registry, el 3 % de los pacientes recibieron terapia de antiandrógenos de segunda generación.[
En un estudio de 149 mujeres con cáncer de mama no metastásico, el 40 % informó depresión, al menos leve, al terminar la quimioterapia.[
Del mismo modo que los pacientes necesitan evaluación constante en relación con la depresión y la ansiedad en el curso del tratamiento, también es necesaria la evaluación de los familiares a cargo de la atención. En un estudio de miembros de la familia a cargo de la atención de los pacientes en la fase paliativa de la enfermedad, tanto los varones como las mujeres a cargo de la atención padecieron mucha más ansiedad que una muestra de personas que no cumplían con esa función, mientras que la incidencia de la depresión, según la define la Hospital Anxiety and Depression Scale, aumentó entre las mujeres.[
A veces, algunas personas tienen más dificultades para adaptarse al diagnóstico de cáncer que otras y sus respuestas al diagnóstico serán distintas. La tristeza y la pena son reacciones normales a las crisis que hay que enfrentar durante un cáncer. Todas las personas tendrán estas reacciones de forma periódica. Dado que la tristeza es común, es importante distinguir entre los grados normales de tristeza y los trastornos depresivos. Una revisión sobre un artículo del panel de consenso sobre la atención en la etapa final de la vida describe los detalles relacionados con esta importante distinción e ilustra los puntos principales mediante el uso de viñetas de casos.[
La depresión mayor es más común en los pacientes de cáncer que en la población general [
La depresión y los trastornos de ansiedad son comunes en los pacientes que reciben cuidados paliativos y disminuyen de manera muy importante su calidad de vida.[
Los participantes diagnosticados con un trastorno depresivo o de ansiedad exhibían las siguientes características:
También notificaron un sufrimiento más intenso por síntomas físicos, preocupaciones sociales y temas existenciales, lo que indica un efecto negativo importante sobre otros aspectos de su calidad de vida.[
La importancia de los aspectos psicológicos se destacó en otro estudio con pacientes de cáncer en estadio terminal (n = 211) y una esperanza de vida de menos de 6 meses.[
En un análisis de regresión múltiple, surgieron cuatro variables que pronosticaron la percepción de ser una carga para otros:
Como no se encontró un vínculo entre la sensación de ser una carga para otros y el grado verdadero de dependencia física, esto significa que esta percepción es principalmente el resultado del sufrimiento psicológico y los aspectos existenciales. En un subanálisis de grupos de pacientes de diferentes entornos, se indicó que dichos hallazgos con muy pocas variaciones fueron congruentes tanto en los entornos de pacientes hospitalizados como ambulatorios.[
La respuesta emocional al diagnóstico de cáncer (o una recaída del cáncer) puede comenzar con un período disfórico caracterizado por un aumento de la agitación. La persona experimentará trastornos del sueño y del apetito, ansiedad, rumiación y temor al futuro. Sin embargo, en estudios epidemiológicos se indica que al menos la mitad de todas las personas con cáncer se adaptarán de manera satisfactoria.
Las estrategias para promover una adaptación psicológica al diagnóstico de cáncer y a otras enfermedades crónicas son las siguientes:[
En algunos estudios se indica una relación entre los estilos inapropiados para enfrentar situaciones difíciles y los índices más altos de depresión, ansiedad y síntomas de fatiga.[
En un estudio llevado a cabo con un grupo de 86 pacientes, la mayoría en estadio terminal, se indicó que los estilos inapropiados de enfrentar situaciones difíciles y los índices más altos de síntomas de depresión son posibles factores pronósticos en el momento de la progresión de la enfermedad.[
Los datos preliminares indican un efecto beneficioso de la espiritualidad en la depresión relacionada, según los resultados del cuestionario Functional Assessment of Chronic Illness Therapy—Spiritual Well-Being y la Hamilton Depression Rating Scale.[
Los siguientes indicadores señalan la necesidad de efectuar una intervención temprana:
Según se observó en un estudio de pacientes adultos con cáncer (n = 48) y sus familiares adultos (n = 99), el funcionamiento de la familia es un factor importante que afecta el sufrimiento del paciente y la familia. Las familias que pudieron actuar de manera abierta, expresar sus sentimientos de forma directa y resolver los problemas de manera eficaz, presentaron índices más bajos de depresión; la comunicación directa de la información en el seno de la familia se vinculó con índices más bajos de ansiedad.[
Es posible que los factores de riesgo sean diferentes, sobre todo el dolor u otros síntomas físicos.[
En recomendaciones fundamentadas en la evidencia, se describieron distintos abordajes de los problemas de fatiga, anorexia, depresión y disnea relacionados con el cáncer.[
En este resumen, a menos que se indique lo contrario, se tratan temas relacionados con la evidencia científica y las prácticas referidas a los adultos. La evidencia y la aplicación a la práctica referida a los niños a veces difieren bastante de la información pertinente a los adultos. Cuando la información específica sobre la atención de los niños esté disponible, se resumirá bajo su propio encabezado.
Referencias:
Síntomas y factores de riesgo
Hay 2 clasificaciones principales de los síntomas de depresión mayor: neurovegetativos y emocionales-cognitivos. En los pacientes de cáncer cuyos síntomas neurovegetativos estén afectados por la evolución o el tratamiento de la enfermedad, es probable que la evaluación de los síntomas emocionales-cognitivos de su depresión produzca un diagnóstico más preciso y prevenga resultados positivos falsos. Los síntomas son los siguientes:
Es posible que los síntomas cognitivos se manifiesten en forma de pensamientos repetidos y que no cesan tales como "Yo mismo me lo busqué", "Dios me está castigando" o "Estoy defraudando a mi familia", y expectativas fatalistas con respecto al pronóstico, a pesar de las pruebas realistas en su contra. Quizás estos pensamientos predominen o alternen con pensamientos más realistas y, aun así, sigan produciendo mucha tensión. Algunas personas comunican sus pensamientos negativos con libertad y la familia a veces es consciente de ellos. Otros pacientes no expresan de forma espontánea estos pensamientos pero responden a preguntas breves como las siguientes (consultar otros ejemplos en el Cuadro 1):
Es posible que el médico o el personal de enfermería hagan este tipo de preguntas sin participar en la orientación. El solo hecho de preguntar expresa preocupación y aumenta la probabilidad de que el paciente acepte las sugerencias de buscar más orientación.
Después de hacer estas preguntas, se puede expresar un comentario como el siguiente: "Muchas personas con cáncer se sienten así a veces. Usted no está solo. Hablar de esto con otra persona puede ayudar muchísimo. Me gustaría sugerirle que lo considere. ¿Estaría dispuesto a hablar con alguien que tiene mucha experiencia en ayudar a la gente a lidiar con el estrés de tener cáncer?".
Es preferible en este momento alentar a los pacientes a buscar a alguien que ya conocen e informarles sobre otras fuentes de recursos en la comunidad. En particular, para los pacientes que han completado su tratamiento y cuyos síntomas físicos son manejables, mientras más alta sea la percepción de que hay servicios de apoyo social disponibles, menores son los síntomas de depresión.[
La evaluación de la depresión en personas con cáncer incluye una identificación cuidadosa de los siguientes aspectos:
Aunque se desconoce la mayor parte de la etiología de la depresión, se conocen muchos de sus factores de riesgo, como los que se indican a continuación.
Datos limitados indican que la sintomatología depresiva en los pacientes de cáncer sometidos a terapia de citocinas con interferón-α e IL-2 quizás obedezca a cambios en la disponibilidad de precursores de neurotransmisores.[
Detección y evaluación de la depresión
Debido a lo común que resulta la falta de reconocimiento y el subtratamiento de la depresión en los pacientes de cáncer,[
Por lo común, se usan los siguientes instrumentos de detección:
En un estudio de mujeres con cáncer de mama recién diagnosticado (n = 236), se utilizaron con éxito los instrumentos de detección breve, como el Distress Thermometer y el PHQ-9 para identificar a las mujeres que necesitaban evaluación adicional a fin de descubrir grados de importancia clínica de aflicción y síntomas psiquiátricos.[
En un estudio de 321 mujeres con diagnóstico reciente de cáncer de mama en estadios I a III, se investigó la capacidad del Distress Thermometer de un solo punto para predecir en forma específica la depresión, según las mediciones del cuestionario autonotificado de los nueve síntomas indicados en la 4.ª edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV) de un trastorno depresivo mayor. Se evaluaron las características de sensibilidad y especificidad, y se identificó un puntaje óptimo límite de 7 que produjo una sensibilidad de 0,81 y una especificidad de 0,85 para detectar la depresión. Por tanto, los individuos con un puntaje de 7 o más, se deberán someter a una evaluación psicosocial más minuciosa.[
El Impact Thermometer, una modificación y complemento del Distress Thermometer, mejoró la especificidad para la detección de los trastornos de adaptación o de depresión mayor en comparación con el Distress Thermometer. La revisión de este instrumento indica que tiene una capacidad de detección comparable a la de la HADS que es breve, lo que podría convertirla en una herramienta eficaz para el examen rutinario en los entornos oncológicos.[
Es importante validar los instrumentos de detección en poblaciones con cáncer y utilizarlos en combinación con las entrevistas estructuradas de diagnóstico.[
En un estudio alemán de 2141 pacientes de cáncer, la HADS y el PHQ-9 tuvieron resultados parecidos en cuanto a la sensibilidad (89 % y 83 %, respectivamente) y especificidad (43 % y 61 %, respectivamente) para detectar un trastorno depresivo mayor según el DSM-IV en los umbrales sugeridos sobre la base de curvas características operativas del receptor.[
Es posible utilizar otros instrumentos breves para evaluar la depresión. Con el fin de ayudar al paciente a distinguir entre las reacciones normales de ansiedad y la depresión, la evaluación incluye conversaciones sobre los síntomas comunes que experimentan los pacientes de cáncer. La depresión se vuelve a evaluar con el tiempo.[
Entrevista clínica
Pregunta | Síntoma |
---|---|
a Adaptado de Roth et al.[ |
|
Síntomas depresivos | |
¿Cómo cree que está enfrentando el cáncer? ¿Bien? ¿Mal? | Bienestar |
¿Cómo está su humor desde el diagnóstico? ¿Durante el tratamiento? ¿Triste? ¿Deprimido? | Estado de ánimo |
¿Llora algunas veces? ¿Con qué frecuencia? ¿Únicamente cuando está solo? | Estado de ánimo |
¿Todavía hay cosas que le gusta hacer o ha perdido el gusto por las cosas que antes disfrutaba? | Anhedonia |
¿Cómo ve el futuro? ¿Brillante? ¿Desalentador? | Desesperanza |
¿Piensa que puede influir en la atención que recibe o esa atención está totalmente bajo el control de otras personas? | Impotencia |
¿Se preocupa sobre si es una carga para su familia o amigos durante el tratamiento del cáncer? | Culpa |
¿Piensa que los demás estarían mejor sin usted? | Inutilidad |
Síntomas físicos (evaluar en el contexto de los síntomas relacionados con el cáncer) | |
¿Tiene dolor que no está controlado? | Dolor |
¿Cuánto tiempo pasa en cama? | Fatiga |
¿Se siente débil? ¿Se fatiga fácilmente? ¿Se siente descansado después de dormir? ¿Hay alguna relación entre cómo se siente y algún cambio en el tratamiento o cómo se siente físicamente en otras circunstancias? | Fatiga |
¿Qué tal duerme? ¿Tiene problemas para dormir? ¿Se despierta temprano? ¿Se despierta con frecuencia? | Insomnio |
¿Cómo está su apetito? ¿Le sabe bien la comida? ¿Perdió o aumentó de peso? | Apetito |
¿Se interesa por el sexo? ¿Grado de actividad sexual? | Libido |
¿Piensa o se mueve más lento de lo normal? | Lentitud psicomotora |
Los Organic Mood Syndromes or Mood Syndromes Related to Another Medical Condition (MSRAMC), según se mencionan en la 5.ª edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5),[
Diagnóstico
Para hacer un diagnóstico de depresión, el médico confirma que estos síntomas duraron por lo menos 2 semanas y que se presentan casi todos los días. El diagnóstico de depresión en personas con cáncer puede ser difícil debido a los problemas inherentes a la distinción entre los síntomas biológicos o físicos de la depresión y los síntomas de la enfermedad misma o los efectos secundarios tóxicos del tratamiento. Esto es especialmente cierto para las personas que reciben tratamiento activo o tienen la enfermedad en estadio avanzado.
Los siguientes síntomas cognitivos son probablemente los más útiles para diagnosticar la depresión de personas enfermas de cáncer:
En un estudio alemán en el que se compararon pacientes de cáncer con trastornos afectivos presentes con aquellos que mostraban un solo síntoma depresivo mediante un análisis multivariante, se encontró que la falta de interés seguida de un estado de ánimo deprimido produce el mayor poder de discriminación entre los dos grupos.[
La evaluación de la depresión en personas con cáncer también incluye los siguientes aspectos:
Más del 90 % de los pacientes indican que prefieren conversar sobre aspectos emocionales con su médico, pero más de una cuarta parte de estos piensan que el médico debe iniciar cualquier conversación sobre ese tema.[
La ideación suicida no es infrecuente entre los pacientes con cáncer y, cuando tiene lugar, es aterradora para el paciente, el proveedor de la salud y la familia. En un estudio de 354 proveedores de atención de la salud que trabajaban con pacientes oncológicos en Alemania, el 83,3 % notificó haber tenido en el último año al menos un paciente con ideaciones suicidas, y el 59 % notificó haber tenido entre 1 y 3 pacientes suicidas por año. Esta experiencia fue angustiosa para el 88,1 % de los proveedores; además, más del 20 % de los mismos notificaron que se sentían abrumados cuando tenían que tratar a un paciente suicida.[
Las declaraciones suicidas oscilan desde los comentarios casuales, debidos a la frustración o el disgusto por un ciclo de tratamiento —"Si me tienen que hacer otra aspiración de médula ósea este año, me tiraré por la ventana"—, hasta reflejar la desesperación y una situación emergente —"No puedo soportar más lo que esta enfermedad nos está haciendo a todos, y me voy a suicidar"—. Es de suma importancia analizar la seriedad de estos pensamientos. Si se cree que los pensamientos suicidas son graves, es imperativo remitir de inmediato al paciente a un psiquiatra o psicólogo y prestar atención a la seguridad del paciente.[
La forma más común de sintomatología depresiva en personas con cáncer es un trastorno de la adaptación con estado de ánimo deprimido, que a veces se llama depresión reactiva. Este trastorno se manifiesta cuando una persona tiene un estado de ánimo disfórico acompañado de incapacidad para llevar a cabo sus actividades cotidianas.[
También es importante diferenciar la fatiga de la depresión, que a menudo se interrelacionan. Es posible tratar en forma separada los diferentes mecanismos que originan estos trastornos.[
Referencias:
La decisión de empezar a tratar la depresión depende de la probabilidad de que el paciente se recupere de forma espontánea en las próximas 2 a 4 semanas, el grado de deterioro funcional, y la gravedad y duración de los síntomas depresivos.[
Se deberá considerar la derivación de las personas a una consulta psiquiátrica por las siguientes razones:[
Además, entre los pacientes que han completado el tratamiento del cáncer y tienen depresión comórbida, el uso de antidepresivos puede disminuir el riesgo de recidiva del cáncer. Por ejemplo, en un estudio poblacional se realizó un seguimiento durante más de 20 años a hombres con cáncer de próstata y trastorno depresivo documentado (n = 10 017). Los investigadores observaron que aquellos que tomaban antidepresivos tenían tasas de recidiva del cáncer de próstata más bajas que los que no los tomaban.[
Intervención farmacológica
Aspectos generales
Hay escasez de ensayos clínicos aleatorizados, controlados con placebo que evalúen los riesgos y beneficios de los antidepresivos en pacientes con cáncer y depresión, o síntomas depresivos. Además, estos estudios están limitados por retos metodológicos y una carencia de representación más amplia de niños, adolescentes, adultos de edad más avanzada y grupos minoritarios.[
En una encuesta sobre patrones de prescripción para pacientes ambulatorios de cáncer realizada durante 2 años, se encontró que se recetaron antidepresivos al 14 % de los pacientes.[
Debido a la carencia relativa de datos relacionados con el uso de antidepresivos en entornos oncológicos, hay una variabilidad considerable en la práctica clínica para recetar antidepresivos a pacientes de cáncer. Aunque en algunos estudios por lo general se indica que cerca del 25 % de los pacientes de cáncer están deprimidos, en un estudio se encontró que solo el 16 % de estos pacientes recibían medicación antidepresiva.[
Clases de antidepresivos
Los antidepresivos se dividen en varias clases según sus mecanismos subyacentes. La mayoría inhiben la recaptación de neurotransmisores; algunos también tienen un efecto directo en los receptores celulares (consultar el Cuadro 2).
ADT = antidepresivo tricíclico; CYP = enzima citocromo P450; IMAO = inhibidor de la monoaminoxidasa; IRSN = inhibidor de la recaptación de serotonina-norepinefrina; ISRS = inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina; IRND = inhibidores de la recaptación de la serotonina-norepinefrina; LI = liberación inmediata; LL = liberación lenta; LP = liberación prolongada. | |||
a Todos los antidepresivos llevan una etiqueta de advertencia sobre el riesgo de pensamientos y comportamientos suicidas, riesgo de manía y riesgo de interacción farmacológica cuando se combinan con IMAO (para obtener más información, consultar la sección Inhibidores de la monoaminoxidasa). | |||
b Para obtener más información sobre los efectos secundarios vinculados con los IRSN, consultar la sección Inhibidores de la recaptación de serotonina-norepinefrina). | |||
ISRS | |||
Medicamento | Dosis inicial (mg/día) | Dosis de mantenimiento (mg/día) | Comentarios |
Citalopram | 10–20 | 20–40 | Mejor perfil de inocuidad y tolerabilidad que otros antidepresivos. |
Posible prolongación del intervalo QTc (aumento limitado de la dosis en pacientes con problemas cardíacos). | |||
Escitalopram | 5–10 | 10–20 | Mejor perfil de inocuidad y tolerabilidad que otros antidepresivos. |
Fluoxetina | 10–20 | 20–60 | Riesgo mínimo de síndrome de discontinuación de serotonina debido a su larga semivida. |
Inhibidor importante de CYP2D6. | |||
Fluvoxamina | 25–50 | 100–300 | Mejores propiedades ansiolíticas que otros ISRS. |
Inhibidor importante de CYP2D6 y CYP3A4. | |||
Paroxetina | 10–20 | 20–60 | Riesgo alto de síndrome de discontinuación de serotonina. |
Propiedades anticolinérgicas moderadas. | |||
Inhibidor importante de CYP2D6. | |||
Sertralina | 25–50 | 100–200 | Riesgo alto de efectos secundarios gastrointestinales. |
Inhibición de CYP2D6 dependiente de la dosis. | |||
Vilazodona | 10 | 20–40 | Riesgo de efectos secundarios gastrointestinales. |
Posiblemente menor riesgo de disfunción sexual, pero las pruebas no son concluyentes. | |||
IRSNb | |||
Medicamento | Dosis inicial (mg/día) | Dosis de mantenimiento (mg/día) | Comentarios |
Desvenlafaxina | 50 | 50–100 | Efecto positivo en los sofocos. |
Duloxetina | 30 | 30–60 | Primera línea de tratamiento para pacientes con dolor neuropático concomitante (en dosis de hasta 120 mg). |
Riesgo más alto de efectos secundarios gastrointestinales e hipertensión. | |||
Riesgo de hepatotoxicidad. | |||
Levomilnaciprán | 20 | 40–120 | Efectos noradrenérgicos más potentes, efectos activadores. |
Útil para síntomas cognitivos y de dolor concomitantes. | |||
Aumento de riesgo de efectos secundarios cardiovasculares, sudoración y disuria inicial. | |||
Venlafaxina (LI y LP) | 37,5–75 | 150–225 | Tratamiento de primera línea para pacientes con sofocos concomitantes. |
Riesgo más alto de síndrome de discontinuación de serotonina. | |||
ADT | |||
Medicamento (solo se incluyen los ADT de uso más frecuente) | Dosis inicial (mg/día) | Dosis de mantenimiento (mg/día) | Comentarios |
Amitriptilina | 10–25 | 150–300 | Sedación y efectos anticolinérgicos fuertes. |
Aumento de peso. | |||
Hipotensión ortostática. | |||
Mareos. | |||
Clomipramina | 25 | 100–250 | Más efectos serotoninérgicos, menos sedación y menos efectos anticolinérgicos que otros ADT. |
Desipramina | 25–50 | 100–300 | Sedación leve. |
Efectos anticolinérgicos mínimos. | |||
Doxepina | 10–25 | 75–300 | Sedación y efectos anticolinérgicos fuertes. |
Aumento de peso. | |||
Hipotensión ortostática. | |||
Mareos. | |||
Imipramina | 25–50 | 75–300 | Sedación moderada. |
Aumento de peso. | |||
Efectos anticolinérgicos. | |||
Hipotensión ortostática. | |||
Mareos. | |||
Nortriptilina | 10–25 | 90–150 | Sedación leve. |
Efectos anticolinérgicos moderados. | |||
IRND | |||
Medicamento | Dosis inicial (mg/día) | Dosis de mantenimiento (mg/día) | Comentarios |
Bupropión (LI, LL y LP) | 100–150 (LL y LP) | 150–450 | Efectos estimulantes y ausencia de disfunción sexual. |
Riesgo de crisis convulsiva dependiente de la dosis (poco frecuente), insomnio, cefaleas y pérdida de peso. | |||
LL y LP se usan por lo general para evitar efectos ansiogénicos y riesgo alto de crisis convulsivas vinculadas a la LI. | |||
Antidepresivos atípicos | |||
Medicamento | Dosis inicial (mg/día) | Dosis de mantenimiento (mg/día) | Comentarios |
Mirtazapina | 7,5–15 | 30–45 | Se usa con frecuencia para pacientes de cáncer con insomnio y caquexia concurrentes. Conocida por sus efectos contra las náuseas. |
Disminución de la eliminación en los ancianos. | |||
Sedación, aumento de peso y mareos. | |||
Riesgo de hepatotoxicidad y neutropenia. | |||
Trazodona | 25–50 | 50–200 | Se usa principalmente como complemento de otros antidepresivos. Útil para el insomnio y la ansiedad simultáneos. |
Sedación importante y efectos ansiolíticos. | |||
Riesgo de hipotensión ortostática, mareos y priapismo (poco frecuente). | |||
IMAO /Psicoestimulantes como terapias complementarias de los antidepresivos/ Otras terapias complementarias | Para obtener más información, consultar el texto que sigue. |
En las secciones siguientes se describen las clases más importantes de antidepresivos, sus mecanismos subyacentes, sus perfiles de inocuidad/tolerabilidad y su posible uso en pacientes de cáncer.[
Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina
Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) se utilizan con mayor frecuencia en pacientes con cáncer porque tienen mejores perfiles de inocuidad y tolerabilidad que otros antidepresivos. Los ISRS impiden la reabsorción de serotonina (también llamada 5-hidroxitriptamina o 5-HT) por las neuronas presinápticas al bloquear los transportadores de serotonina. Esto aumenta la cantidad de serotonina disponible para unirse a los receptores de la neurona postsináptica. Los medicamentos como citalopram, escitalopram y paroxetina funcionan principalmente mediante el bloqueo del transportador de serotonina. Otros ISRS tienen mecanismos adicionales subyacentes a sus efectos antidepresivos. Por ejemplo, la fluoxetina se une a un receptor específico de serotonina denominado receptor 5-HT2c, la sertralina bloquea los transportadores de dopamina y la vilazodona tiene un agonismo parcial con el receptor de serotonina 5-HT1a. Los fármacos de esta clase son similares en cuanto a su eficacia. Los efectos secundarios más habituales relacionados con esta clase de medicamento son los siguientes:
Sin embargo, los fármacos difieren en la gravedad de estos efectos secundarios y surten efectos adicionales por su repercusión en otros sistemas neurobiológicos como los siguientes:
En general, los ISRS se someten a metabolismo hepático y eliminación renal, y difieren mucho en términos de semivida. La semivida del ISRS específico depende de las semividas del compuesto original y el metabolito. El síndrome de discontinuación de serotonina, un síndrome vinculado a la interrupción abrupta de los ISRS, se relaciona con la semivida del ISRS y sus metabolitos activos. Cuanto más corta es la semivida del ISRS y sus metabolitos, más alto es el riesgo de síndrome de discontinuación de serotonina. Para obtener más información, consultar la sección Síndrome de discontinuación de serotonina.
Inhibidores de la recaptación de serotonina-norepinefrina
Los diversos inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN) aumentan las concentraciones de 5-HT y norepinefrina (NE) en la sinapsis al bloquear la recaptación de estos neurotransmisores por sus respectivos transportadores. Los IRSN difieren en la manera en que bloquean los transportadores de 5-HT y NE, según su afinidad por estos transportadores. La venlafaxina es principalmente serotoninérgica a dosis más bajas, con efectos mezclados de 5-HT y NE a dosis más altas. Se sabe que la duloxetina y la desvenlafaxina bloquean tanto los transportadores de 5-HT como de NE a dosis bajas, mientras que el levomilnaciprán tiene mayores efectos noradrenérgicos a dosis más bajas, en comparación con otros IRSN. Es posible que estos diferentes efectos de 5-HT y NE estén asociados a perfiles de eficacia y efectos secundarios diferentes en distintas poblaciones de pacientes. Por ejemplo, los efectos serotoninérgicos quizás sean más beneficiosos en el tratamiento de la depresión con ansiedad comórbida, mientras que los efectos noradrenérgicos tal vez sean más beneficiosos en el tratamiento de la depresión con características atípicas, como hipersomnia, falta de energía o ausencia de motivación.
Muchos de los IRSN también se conocen por su efecto positivo en los síndromes de dolor, incluso el dolor neuropático relacionado con la quimioterapia. Al igual que los ISRS, los IRSN pueden causar efectos secundarios gastrointestinales y sexuales. Otros efectos secundarios vinculados con los IRSN obedecen a sus propiedades anticolinérgicas y antihistamínicas e incluyen los siguientes:
Los mecanismos subyacentes precisos de estos efectos secundarios siguen siendo desconocidos. Otros efectos secundarios de los IRSN son la hipertensión diastólica relacionada con la dosis y el aumento del riesgo de efectos secundarios cardiovasculares, principalmente derivados de sus efectos noradrenérgicos. Por este motivo, se recomienda realizar un electrocardiograma (ECG) de referencia en algunos casos. Los IRSN también se relacionan con un mayor riesgo de cefaleas y sudoración excesiva. Algunos IRSN, en particular, la venlafaxina y la desvenlafaxina, se conocen para el tratamiento de los sofocos vinculados con los síntomas menopáusicos.
Antidepresivos tricíclicos
Al igual que los IRSN, los antidepresivos tricíclicos (ADT) también aumentan los niveles de 5-HT y NE en la sinapsis al bloquear la recaptación de estos neurotransmisores por sus respectivos transportadores. Los ADT se convierten en metabolitos de aminas secundarias por desmetilación en el hígado. Tanto las aminas primarias como sus metabolitos amínicos secundarios son compuestos activos. Los metabolitos activos de las aminas secundarias de la imipramina (desipramina) y la amitriptilina (nortriptilina) son inhibidores mucho más potentes de la recaptación de NE.
Los ADT no suelen utilizarse como fármacos de primera línea debido al alto riesgo de cardiotoxicidad y neurotoxicidad, incluido el riesgo de convulsiones. El uso de ADT requiere extrema precaución porque las sobredosis, incluso de pequeñas cantidades, pueden resultar mortales. Se recomienda realizar un ECG de referencia para examinar las anomalías de conducción cardíaca preexistentes. Otros efectos secundarios son el riesgo de aumento de peso y los efectos anticolinérgicos. Estos efectos secundarios son más importantes con ADT que con IRSN.
Los ADT se utilizan de manera principal como coadyuvantes en el tratamiento de la depresión refractaria y en el tratamiento de comorbilidades como las cefaleas, la neuropatía y el insomnio. Los ADT también conllevan un riesgo de síndrome de serotonina y de síndrome de discontinuación de serotonina cuando se produce una interrupción repentina de la administración.
Síndrome de discontinuación de serotonina
El síndrome de discontinuación se relaciona con la interrupción de la administración de antidepresivos serotoninérgicos, tanto de los ISRS como de los IRSN.[
En general, este síndrome remite de modo espontáneo, pero en casos muy poco frecuentes exige atención médica. El tratamiento puede incluir la reiniciación de medicamentos serotoninérgicos en dosis más bajas, con una disminución progresiva durante un período de tiempo largo. Se recomienda de forma enérgica la disminución progresiva de todos los medicamentos serotoninérgicos, en particular aquellos con semivida corta como la paroxetina, para evitar el síndrome de discontinuación. Cuando se recomiendan cronogramas de disminución progresiva, también es fundamental considerar las características de cada paciente, como los antecedentes de estos síndromes.
Síndrome de serotonina
El síndrome de serotonina [
Se recomienda la revisión cuidadosa de todos los medicamentos antes de agregar cualquier fármaco serotoninérgico al régimen de medicación de un paciente.
Inhibidores de la recaptación de norepinefrina-dopamina
El bupropión es el único medicamento con este mecanismo de acción. Bloquea el transportador de dopamina mientras que su metabolito primario, 6-hidroxibupropión, es un potente inhibidor de la recaptación de la norepinefrina (NE). Es posible que el bupropión sea más eficaz para tratar la depresión atípica (es decir, depresión con fatiga e hipersomnia). Es una alternativa única a los ISRS y los IRSN para tratar a personas con depresión y cáncer; en particular, cuando la depresión se acompaña de fatiga. A diferencia de los antidepresivos serotoninérgicos, el bupropión no se relaciona con disfunción sexual. En consecuencia, puede ser útil para tratar a pacientes que desean mantener la actividad sexual y para aquellos que sufrieron disfunción sexual con otros antidepresivos.
El bupropión está disponible en las siguientes tres formulaciones de acuerdo con la frecuencia de administración:[
Las formulaciones de liberación lenta y prolongada se prescriben con más frecuencia por la facilidad de administración y menor riesgo de ciertos efectos secundarios, como ansiedad y crisis convulsivas. El riesgo de crisis convulsivas con bupropión es bajo, pero es posible que aumente de modo sustancial por factores predisponentes como los que se mencionan a continuación:[
El uso de bupropión se debe evitar en pacientes con enfermedades malignas que afectan el encéfalo, y antecedentes de trauma craneal o trastornos convulsivos,[
Antidepresivos con propiedades farmacológicas mixtas
Los antidepresivos de esta categoría tienen múltiples propiedades farmacológicas, incluso combinaciones de bloqueo de transportadores de monoaminas, así como propiedades agonistas o antagonistas directas en el receptor.[
Mirtazapina
La mirtazapina es un antagonista del receptor adrenérgico α-2, bloquea varios receptores de la serotonina (5-HT2a, 5-HT2c y 5-HT3) y es un potente antagonista del receptor de histamina H1. Su bloqueo de los receptores adrenérgicos presinápticos α-2 provoca la liberación de NE que, a su vez, provoca la liberación de 5-HT. Este aumento de NE y 5-HT así como el bloqueo de los receptores 5-HT2c y 5 HT3, se vincularon con los efectos antidepresivos de la mirtazapina. Los potentes efectos antihistamínicos de la mirtazapina pueden producir una sedación importante. Además, su bloqueo de receptores histamínicos y 5-HT 2c se ha relacionado con aumento de apetito o de peso; su bloqueo de receptores 5-HT3 produce efectos antieméticos leves. La mirtazapina representa un riesgo mínimo de interacciones farmacológicas porque no tiene un efecto importante en las enzimas del citocromo P450. La sedación y los efectos secundarios de aumento de apetito o de peso pueden ser beneficiosos para pacientes de cáncer que padecen de insomnio y caquexia.
La mirtazapina se utiliza con frecuencia para pacientes con cáncer; en particular, para el tratamiento de la depresión con insomnio y pérdida de peso concomitantes. También es útil en esta población de pacientes debido a los siguientes aspectos:
La mirtazapina produce agranulocitosis, neutropenia y, en casos infrecuentes, aumento de las enzimas hepáticas. Es necesario controlar los recuentos sanguíneos y las enzimas hepáticas; en particular, cuando los pacientes presentan riesgo de sufrir estos efectos secundarios a causa de afecciones concomitantes y otros tratamientos contra el cáncer. En casos muy poco frecuentes, la mirtazapina conlleva el riesgo de síndrome de serotonina sobre todo cuando se toma en combinación con otros fármacos potentes; no se vincula con el síndrome de discontinuación de serotonina. Para obtener más información, consultar la sección Síndrome de serotonina.
Trazodona
La trazodona es un antagonista de los receptores 5-HT2a y 5-HT2c, así como un inhibidor débil de la recaptación de serotonina. Puede ser muy beneficioso como un complemento del tratamiento de la depresión con insomnio y ansiedad concomitantes. Tiene potentes efectos sedantes, incluso en dosis bajas, porque bloquea la histamina, los receptores 5-HT2c y los receptores α-1. La trazodona se utiliza principalmente en dosis bajas (25–150 mg) para tratar el insomnio con depresión o ansiedad, o sin estas. Solo las dosis altas (150–600 mg) de trazodona se relacionan con efectos antidepresivos. Sin embargo, estas dosis elevadas conllevan un alto riesgo de efectos secundarios, en especial, riesgo importante de sedación diurna, mareos debidos a hipotensión ortostática y otros riesgos cardiovasculares.
Inhibidores de la monoaminoxidasa
Los inhibidores de la monoaminoxidasa (IMAO) aumentan de modo simultáneo las tres monoaminas (dopamina, serotonina y NE) por la inhibición de las enzimas monoaminoxidasas (MAO). Las MAO más antiguas producen la inhibición irreversible de las enzimas MAO-A y MAO-B. Estos medicamentos pueden ser muy eficaces, en particular para el tratamiento de la depresión resistente y los síntomas de ansiedad. Sin embargo, los IMAO se utilizan principalmente como último recurso debido al riesgo de efectos secundarios graves, interacciones farmacológicas múltiples y restricciones alimentarias importantes que deben cumplir los pacientes al usar estos fármacos.
Varias clases de medicamentos están contraindicados o se emplean con extrema precaución con los IMAO por su riesgo de interacciones graves e, incluso, mortales debido al síndrome de serotonina y a la crisis hipertensiva. Estas clases de medicamentos incluye los siguientes:
Los opioides con propiedades serotoninérgicas, como la meperidina y la metadona, también se deben evitar con los IMAO. Los pacientes que toman IMAO deben cumplir con restricciones alimentarias estrictas para evitar crisis hipertensivas potencialmente mortales. Es muy importante evitar el consumo de alimentos que contengan grandes cantidades de tiramina (por ejemplo, queso y carnes curadas) cuando se toman estos medicamentos. La crisis hipertensiva por IMAO se vincula con el aumento rápido de las concentraciones de NE porque las enzimas de la MAO no procesan la tiramina. Otros efectos secundarios comunes son hipotensión ortostática, mareos, efectos secundarios anticolinérgicos y cefaleas.
Los IMAO incluyen la selegilina, la fenelzina y la tranilcipromina. La selegilina, un IMAO reversible, está disponible como parche transdérmico. Es dosis bajas, es de manera principal un inhibidor selectivo de la MAO-B y, por lo tanto, no se necesitan imponer restricciones alimentarias (dosis de hasta 9 mg). Debido a la liberación transdérmica de la selegilina, en dosis todavía más altas pasa por alto la mayor parte de la enzima MAO-A intestinal mientras que inhibe la MAO-A y MAO-B en el encéfalo que son necesarias para obtener efectos antidepresivos. Sin embargo, los pacientes que reciben dosis altas deben cumplir con las restricciones alimentarias por la posible inhibición de la enzima MAO-A en el intestino. Las dosis más altas llevan advertencias relacionadas con las interacciones farmacológicas y otros efectos secundarios similares a los de los IMAO más antiguos.
Para los pacientes de cáncer, el uso de IMAO se limita a casos muy resistentes al tratamiento ya que presentan otros factores de riesgo del cáncer y su tratamiento (por ejemplo, afecciones cardiovasculares concomitantes producidas por ciertos tratamientos contra el cáncer y el uso de analgésicos como el tramadol y la metadona). En la mayoría de los casos, los IMAO son prescritos y administrados por médicos psiquiátricos a esta población de pacientes debido a los múltiples riesgos señalados más arriba. Como mínimo, se recomienda mucho la participación directa de psiquiatras prescriptores y las consultas farmacéuticas al comenzar la ingesta de los IMAO y durante el tratamiento con los mismos.
Estrategias de potenciación farmacológica
Es posible que un paciente mejore con el tratamiento antidepresivo primario, pero esta mejora puede ser inadecuada desde el punto de vista clínico debido a la importante sintomatología residual que afecta el bienestar y el funcionamiento del paciente. En estos casos, quizás sean útiles ciertas estrategias de potenciación farmacológica.[
Benzodiacepinas
Es posible usar las benzodiacepinas para tratar con eficacia la ansiedad que se relaciona con la depresión. En los pacientes que reciben medicamentos antidepresivos y benzodiacepinas en forma simultánea, estos últimos fármacos se pueden interrumpir después de que los síntomas depresivos de los pacientes comiencen a disminuir; sin embargo, es posible continuar con ambos fármacos de modo inocuo si fuera necesario. Las benzodiacepinas no se deben interrumpir de forma abrupta porque a veces se presentan síntomas de abstinencia con posibles crisis convulsivas. La dosis de benzodiacepina se elimina de a poco, con una tasa de disminución del 25 % cada 3 a 4 días.
Psicoestimulantes
La experiencia clínica indica que los fármacos analépticos (por ejemplo, metilfenidato y dextroanfetamina) son útiles cuando se administran en dosis bajas a pacientes cuyos síntomas incluyen los siguientes:[
Estos fármacos se suelen prescribir en dosis bajas y como complementos de los antidepresivos. Los analépticos, en particular, son útiles para pacientes de cáncer en estadio avanzado con una esperanza de vida limitada (pocas semanas o meses). Los psicoestimulantes a menudo exhiben efectos contra la fatiga a los pocos días del inicio del tratamiento. Pueden ser útiles para contrarrestar los efectos sedantes de los opioides.
Los efectos adversos relacionados con los analépticos son efectos secundarios neuropsiquiátricos tales como insomnio, inestabilidad del estado de ánimo, ansiedad, agitación, anorexia y hasta síntomas psicóticos. También se vinculan con efectos cardiovasculares adversos como la hipertensión y la arritmia. Se recomienda la realización de un ECG de referencia. Es posible que estos medicamentos también reduzcan el umbral de las convulsiones. Por último, existe el riesgo de presentar tolerancia, uso indebido y dependencia con relación a estos medicamentos. Al considerar los riesgos y los beneficios, es de suma importancia determinar el momento oportuno para el uso de estos fármacos. Estos medicamentos, utilizados en casos apropiados y dosis óptimas tienen repercusiones muy favorables en la calidad de vida de los pacientes; en particular, en el caso de pacientes de cánceres en estadio avanzado.
Medicamentos complementarios para tratar trastornos físicos o psiquiátricos concomitantes
Los trastornos físicos y psiquiátricos concomitantes (por ejemplo, neuropatía, síntomas menopáusicos y síntomas de trauma) quizás desempeñen un papel en la gravedad de la depresión. Estas afecciones con frecuencia mantienen una interacción bidireccional con la depresión: una agrava la otra y viceversa. Los medicamentos que no son antidepresivos con los que se tratan las comorbilidades físicas o psiquiátricas pueden desempeñar un papel crucial en el manejo de la depresión de pacientes con trastornos psiquiátricos comórbidos. Por ejemplo, es posible usar la gabapentina como un complemento de los antidepresivos para tratar el dolor neuropático, los síntomas menopáusicos y los síntomas de ansiedad concomitantes.
Medicamentos complementarios para tratar casos resistentes al tratamiento
La evidencia de la bibliografía que no se refiere al cáncer (psiquiatría general) indica que otros fármacos y clases de fármacos cumplen una función como complementos de los antidepresivos en el tratamiento de casos resistentes.[
La buspirona se utiliza principalmente como complemento para el tratamiento de los síntomas de ansiedad comórbida. Algunos de estos medicamentos (por ejemplo, antipsicóticos y litio) producen una carga importante de efectos secundarios. Se recomienda mucho la derivación o el compromiso exhaustivo de los psiquiatras para los casos resistentes al tratamiento; en particular, si estos medicamentos y clases de medicamentos se consideran complementarios.
Selección y control de la medicación antidepresiva
Varios factores generales relacionados con el cáncer y con el tratamiento del cáncer desempeñan un papel importante en la elección y el manejo de los antidepresivos para pacientes de cáncer.[
Síntomas específicos
El predominio o la ausencia de síntomas específicos de depresión (por ejemplo, fatiga, insomnio y dificultades cognitivas) y los trastornos psiquiátricos relacionados (por ejemplo, trastornos de ansiedad) juegan un papel en la selección de un antidepresivo.[
Selección de fármacos para evitar efectos secundarios
Es común que los pacientes de cáncer luchen contra múltiples efectos adversos físicos y psicológicos relacionados con el cáncer y su tratamiento. Es fundamental seleccionar antidepresivos para evitar un mayor empeoramiento de su estado de salud, ya sea por la adición de efectos secundarios debido a los antidepresivos o la exacerbación de los problemas existentes. Por ejemplo, los pacientes de cáncer pueden estar luchando con problemas relacionados con su función sexual. Los antidepresivos que agudizan la disfunción sexual pueden aumentar la angustia, lo que puede empeorar la depresión. Algunos pacientes quizás se esfuerzan por enfrentar los efectos secundarios gastrointestinales del cáncer y su tratamiento. Quizás sea necesario que estos pacientes eviten algunos antidepresivos con riesgos conocidos de efectos secundarios gastrointestinales importantes, tales como náuseas y diarrea (por ejemplo, sertralina y duloxetina).
Enfermedades concomitantes
La presencia o ausencia de ciertas enfermedades concomitantes pueden guiar la selección de antidepresivos.[
Características farmacológicas de los antidepresivos
Los antidepresivos, incluso los de la misma clase, presentan diferencias farmacológicas importantes. Pueden diferir en su absorción; semivida, incluso la semivida de sus metabolitos activos; así como la vía de su metabolismo y su efecto en distintas enzimas del citocromo P450. Estas diferencias pueden tener un papel importante según los tipos de cáncer y los tratamientos del cáncer.
Medicamentos simultáneos
La consideración de las interacciones farmacodinámicas y farmacocinéticas con los medicamentos clínicos y psiquiátricos simultáneos es de importancia crucial al contemplar la administración de un antidepresivo. Por ejemplo, no es deseable administrar antidepresivos fuertemente sedantes, como la mirtazapina, combinados con medicamentos sedantes simultáneos, como los opiáceos y las benzodiacepinas. Los inhibidores enzimáticos del citocromo P450 potentes, como la paroxetina y la duloxetina, no se recomiendan para los pacientes que reciben tamoxifeno por las preocupaciones sobre sus efectos en la eficacia del tamoxifeno (debido a la inhibición de la conversión del tamoxifeno al endoxifeno, su metabolito activo).
Ensayos de antidepresivos para el paciente y sus familiares biológicos
Es posible que la información recolectada de pacientes y familiares acerca de la experiencia con antidepresivos (es decir, respuestas favorables o experiencias desfavorables como efectos secundarios) sean cruciales para elegir un antidepresivo. Los antecedentes genéticos (por ejemplo, polimorfismo del transportador de serotonina) compartidos por el paciente y los familiares biológicos quizás jueguen un papel en la capacidad de respuesta a fármacos específicos o clases de fármacos. La información sobre antidepresivos que funcionaron con éxito o fallaron en los familiares biológicos puede jugar un papel importante en la selección de un antidepresivo.
Fórmulas farmacéuticas
Es posible que la disponibilidad de formas farmacéuticas de antidepresivos cumpla con un papel crucial en la selección de un antidepresivo en ciertas poblaciones que padecen de cáncer. Por ejemplo, los pacientes de cánceres de cabeza y cuello quizás tengan dificultad para tragar por la enfermedad o el tratamiento. En tales casos, se necesita utilizar antidepresivos en forma líquida (por ejemplo, citalopram y fluoxetina) o en forma parenteral (por ejemplo, amitriptilina inyectable).
Biodisponibilidad
Ciertos cánceres pueden afectar la absorción del medicamento (por ejemplo, cánceres gastrointestinales) o su metabolismo (por ejemplo, cánceres de hígado y riñón). Por lo tanto, es posible que la selección de antidepresivos se defina por el perfil farmacocinético de los antidepresivos individuales para evitar cualquier problema. En algunos casos, quizás sea necesario ajustar las dosis de antidepresivos más allá de las pautas recomendadas para obtener el máximo beneficio terapéutico.
Ajuste posológico inicial y manejo de la dosis
Por lo general, hay un período largo de latencia (3–6 semanas) desde el momento en que se comienza el tratamiento con medicamentos antidepresivos hasta el inicio de una respuesta terapéutica.[
Se recomienda que se continúe con un antidepresivo durante por lo menos 1 año en el caso de episodio depresivo mayor. Continuar con un antidepresivo más allá de 1 año depende de varios factores, como el estado psicológico del paciente en ese momento, sus antecedentes psiquiátricos, el estado del cáncer y su tratamiento y, lo que es más importante, sus pensamientos y experiencia con el antidepresivo. Como en la iniciación, las decisiones se individualizan según el principio de las alternativas de beneficios en función de los riesgos y la elección del paciente.
Cambio o interrupción de la administración de antidepresivos
Con frecuencia, se indica un cambio de un antidepresivo a otro o la interrupción de los antidepresivos debido a efectos adversos intolerables o a la falta de respuesta al tratamiento. Hay varios factores que cumplen una función en las estrategias que se emplean durante el cambio o la interrupción de un antidepresivo. Estos factores dependen sobre todo del riesgo del síndrome de serotonina (para obtener más información, consultar la sección Síndrome de serotonina) y del síndrome de discontinuación de serotonina (para obtener más información, consultar la sección Síndrome de discontinuación de serotonina). Estos factores que se relacionan con los antidepresivos y con el paciente o la enfermedad son los siguientes:[
Factores relacionados con los antidepresivos
Factores relacionados con el paciente o la enfermedad
Por lo general, al cambiar antidepresivos se recomienda: 1) interrumpir un antidepresivo y comenzar con el nuevo enseguida o 2) disminuir de forma progresiva la dosis de un antidepresivo mientras se aumenta la dosis de otro que lo sustituye. Sin embargo, debido a la falta de datos controlados, la estrategia de cambio es muy individualizada y obedece tanto a las propiedades farmacológicas de los antidepresivos como a factores específicos relacionados con el paciente y la enfermedad.[
El cambio de un antidepresivo serotoninérgico con una semivida más larga (o de uno que tenga un metabolito activo con una semivida más larga como, por ejemplo, la fluoxetina) a otro antidepresivo serotoninérgico conlleva un riesgo de presentar síndrome de serotonina, según el momento en que se interrumpe un fármaco y se empieza con el siguiente. El riesgo de síndrome de serotonina en estos casos también dependerá de las dosis de ambos fármacos y el cronograma de transición gradual cruzada.[
Para interrumpir los antidepresivos serotoninérgicos, se recomienda con firmeza disminuir los antidepresivos de forma progresiva a fin de reducir al mínimo el riesgo de síndrome de discontinuación de serotonina. Para obtener más información, consultar la sección Síndrome de discontinuación de serotonina.
Al igual que con el cambio de antidepresivos, se deben considerar los factores específicos relacionados con la medicación, y aquellos relacionados con el paciente o la enfermedad cuando a los pacientes se les retira de forma gradual los antidepresivos; sin embargo, la estrategia precisa de disminución es altamente individualizada. La semivida de los antidepresivos es un factor de suma importancia en la interrupción. Por lo general, cuanto más corta es la semivida de un antidepresivo, mayor es el riesgo de síndrome de discontinuación). Para obtener una lista de antidepresivos e información sobre el riesgo de síndrome de discontinuación de serotonina, consultar el Cuadro 3 de este resumen.
Fármaco | Riesgoa | Comentario(s) |
---|---|---|
ADT = antidepresivo tricíclico; IMAO = inhibidor de la monoaminoxidasa; IRSN = inhibidor de la recaptación de serotonina-norepinefrina; ISRS = inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina; + = riesgo bajo; ++ = riesgo moderado; +++ = riesgo alto. | ||
a Riesgo basado en la semivida del antidepresivo. | ||
ISRS | ||
Citalopram | ++ | |
Escitalopram | ++ | |
Fluoxetina | Semivida muy larga; por lo general, no requiere disminución progresiva | |
Fluvoxamina | ++ | |
Paroxetina | +++ | |
Sertralina | ++ | |
Vilazodona | ++ | |
IRSN | ||
Desvenlafaxina | + | ~2 % de riesgo |
Duloxetina | ++ | |
Levomilnaciprán | ++ | |
Venlafaxina | +++ | |
ADT | ||
Clomipramina | ++ | ADT más serotoninérgico |
Otros ADT | + | |
Otros antidepresivos | ||
Bupropión | Riesgo escaso o nulo | |
IMAO | ||
Mirtazapina | Riesgo escaso o nulo | |
Trazodona | Riesgo escaso o nulo en dosis <150 mg/d |
Durante el cambio o la interrupción de los antidepresivos, es fundamental educar a los pacientes acerca de lo que deben esperar, realizar un seguimiento clínico cercano y reasegurarlos con frecuencia. Por lo general, se recomienda consultar con los servicios farmacéuticos o psiquiátricos para cambiar o interrumpirlos. En una minoría de casos y a pesar de la disminución progresiva, los pacientes experimentan síntomas graves de abstinencia que, a veces, duran varias semanas. En tales casos, se recomienda una consulta inmediata con los servicios psiquiátricos.
Depresión relacionada con el interferón
La mayoría de los antidepresivos se recetan para tratar un trastorno depresivo existente o síntomas depresivos graves. Sin embargo, en un estudio se apoya la idea del uso de antidepresivos para prevenir la depresión en aquellos pacientes que reciben altas dosis de interferón como terapia complementaria para el melanoma maligno.[
En un estudio con enmascaramiento doble de pacientes que recibían dosis altas de interferón, 2 de 18 pacientes del grupo de paroxetina presentaron depresión durante las primeras 12 semanas de terapia en comparación con 9 de un total de 20 pacientes en el grupo que recibió placebo (riesgo relativo [RR] = 0,24; intervalo de confianza [IC] 95 %, 0,08–0,93). Más aún, hubo mucho menos interrupción del tratamiento en el grupo de paroxetina (5 vs. 35 % RR = 0,14; IC 95 %, 0,05–0,85).[
Medicamentos antidepresivos y riesgo de suicidio
Durante los últimos años, han surgido preocupaciones importantes acerca del riesgo de pensamientos y comportamientos suicidas debidos al uso de antidepresivos en niños, adolescentes y adultos jóvenes. En octubre de 2004, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) ordenó a las empresas farmacéuticas que agregaran una "advertencia especial" en las etiquetas de todos los antidepresivos para indicar un mayor riesgo de tendencias suicidas en los pacientes pediátricos que tomaban antidepresivos. La FDA volvió a considerar esta advertencia para incluir a los adultos jóvenes menores de 25 años.[
En el metanálisis que condujo a la advertencia inicial para los pacientes pediátricos, se llegó a la conclusión de que los antidepresivos se relacionan con un aumento doble de ideación y comportamientos suicidas en comparación con la administración de placebo a niños y adolescentes.[
Se han expuesto preocupaciones de que la consecuencia no intencional de las advertencias será el uso demasiado restringido de los antidepresivos entre los que más se benefician y, en consecuencia, un aumento del riesgo de suicidio que la advertencia busca prevenir.
En resumen, el principio de beneficios en función de los riesgos favorece el uso apropiado de los antidepresivos con una vigilancia cuidadosa de las tendencias suicidas. Ninguno de los estudios que condujeron a la advertencia especial incluyó a pacientes tratados por cáncer o se enfocaron en ellos. Aunque no hay ningún ensayo clínico controlado amplio para apoyar esta posición, la experiencia clínica y los resultados de ensayos clínicos pequeños indican que los antidepresivos pueden ser administrados con inocuidad a pacientes adultos de cáncer. Cuando se recetan antidepresivos a pacientes de cáncer, se debe considerar establecer un plan cuidadoso de seguimiento ejecutado por personas con pericia y derivar para consulta a los pacientes que no responden como se había previsto o que presentan otras preocupaciones.
Psicoterapia
Aspectos generales
Tradicionalmente, la sintomatología depresiva se controlaba con psicoterapia orientada al autoanálisis, que es bastante útil para algunas personas con cáncer. Para muchas otras, estos síntomas se manejan mejor con una combinación de intervención para la crisis, psicoterapia breve de apoyo y técnicas cognitivas-conductuales.
Se ha ofrecido la psicoterapia para la depresión de varias formas. La mayoría de las intervenciones han estado limitadas por el tiempo (intervalo, 4–30 horas), se han ofrecido en formatos individuales y en grupos pequeños, y han incluido un componente educativo estructurado sobre el cáncer o un componente específico de relajación.[
La psicoterapia cognitiva-conductual ha sido uno de los tipos de terapias estudiadas más destacados. Las intervenciones cognitivas-conductuales se enfocan en los siguientes aspectos:
Comprender y modificar los pensamientos propios puede cambiar las reacciones emocionales y los comportamientos que las acompañan. Por ejemplo, los pensamientos frecuentes, compulsivos e incontrolables sobre pérdida, cambios en la vida o muerte pueden causar problemas de concentración y desencadenar sentimientos de tristeza, culpa e inutilidad. A su vez, estos sentimientos pueden aumentar el sueño, el retraimiento y el aislamiento. Una intervención cognitiva-conductual que se enfoca en los pensamientos compulsivos a menudo permite cuestionar su precisión o racionalidad, y señalar las configuraciones específicas de las distorsiones cognitivas. Al mismo tiempo, los pacientes formulan estrategias cognitivas específicas de adaptación diseñadas para alterar las reacciones emocionales y los comportamientos que las acompañan. El resultado final es una mejora en la adaptación a situaciones difíciles y mejor calidad de vida general.
Otras metas de la psicoterapia son las siguientes:[
Es posible que la consulta con un miembro del clero o de un departamento de atención pastoral sea útil para ayudar a algunas personas.
Las metas específicas de estas terapias son las siguientes:
Los grupos de apoyo para personas con cáncer pueden ser terapias complementarias útiles para el tratamiento de pacientes de cáncer.[
Los grupos de apoyo pueden encontrarse a través de la
Estudios empíricos sobre la eficacia de la psicoterapia
La psicoterapia como tratamiento de la depresión en salud mental de la población adulta general ha sido objeto de mucha investigación y se ha determinado su eficacia.[
En un ensayo clínico aleatorizado bien diseñado de una intervención cognitiva-conductual para pacientes de cáncer deprimidos, se investigó el efecto del entrenamiento para resolver los problemas causados por los síntomas de depresión.[
Entre las sesiones, se encargaron tareas para el hogar pertinentes a cada paso y se proporcionó a los pacientes un manual escrito y se los instó a consultarlo a medida que surgiesen problemas. Se asignó al azar 132 pacientes de cáncer al tratamiento para la solución de problemas o a un grupo de control con una lista de espera. Los resultados generales revelaron mejor capacidad para solucionar problemas y disminuciones considerables en los síntomas de depresión desde el punto de vista clínico.[
Una posible intervención para abordar la depresión en los sobrevivientes de cáncer es la meditación basada en la conciencia plena y la educación sobre la supervivencia. En un ensayo clínico aleatorizado de 247 sobrevivientes de cáncer de mama jóvenes, comparados con un grupo de control en lista de espera, se observó una disminución de la depresión desde antes de la intervención hasta después de esta en ambos grupos.[
Actividad física
En el ensayo clínico aleatorizado Physical Activity for Cancer Survivors (PACES) se estudió la actividad física para el tratamiento de los síntomas de depresión en personas que habían completado el tratamiento de cáncer de mama. En el ensayo se incluyó a 336 participantes, de 3 meses a 10 años después del tratamiento de cáncer de mama, que se evaluaron como insuficientemente activos físicamente (es decir, menos de 150 minutos por semana de actividad física de moderada a vigorosa).[
Ensayos clínicos en curso
Realizar una
Referencias:
Características demográficas y estadísticas
En estudios epidemiológicos realizados en varios países, se indica que el cáncer es un factor de riesgo de suicidio.[
Debido a que el suicidio tiene una tasa de prevalencia más alta en los pacientes con cáncer que en la población general, es importante diferenciar entre la ideación suicida, el intento de suicidio y el suicidio real cuando se evalúa a los pacientes con un riesgo mayor de suicidio. La ideación suicida se define vagamente como pensamientos, ideas, contemplaciones, deseos y preocupaciones relacionadas con la muerte y el suicidio. Es posible que algunos pacientes presenten ideas suicidas pasivas, que consisten en el deseo general de terminar con la vida sin tener un plan específico. Un intento de suicidio es la iniciación planeada de un suicidio que no termina en una muerte. El suicidio real es la muerte causada mediante una autolesión.[
En pacientes de cáncer, se identificaron ciertos factores de riesgo clínicos y sociodemográficos.[
La edad avanzada es otro importante factor de riesgo. Un grupo de investigación encontró que el riesgo de suicidio aumentaba con la edad y que los hombres mayores tenían el riesgo más alto.[
El riesgo de suicidio también difiere según los determinantes sociales y estructurales de la salud. Una investigación de más de 5,3 millones de personas con cáncer en 635 condados incluidos en la base de datos SEER 18 descubrió que, entre las 6357 personas que se suicidaron, el cociente estandarizado de mortalidad (CEM) de suicidio entre los que se encontraban en los condados de ingresos más bajos, en comparación con los de ingresos más altos, era significativamente mayor (CEM, 1,94; intervalo de confianza [IC] 95 %, 1,76–2,13 vs. CEM, 1,30; IC 95 %, 1,26–1,34).[
Otro factor de riesgo congruente se relaciona con el tiempo transcurrido desde el diagnóstico. En los estudios se encontró de modo fiable un riesgo de suicidio más alto en el primer año después del diagnóstico, de forma especial en los primeros 6 meses.[
Los siguientes tipos de cáncer se relacionaron con un riesgo más alto de suicidio:[
Otros factores de riesgo son la enfermedad no localizada y un cáncer de gran malignidad o en estadio avanzado con una tasa de supervivencia de menos de 5 años.[
En un estudio de pacientes de cáncer japoneses (n = 220) diagnosticados con depresión mayor después de haber sido derivados a una consulta psiquiátrica, cerca del 50 % notificaron ideación suicida. En un análisis retrospectivo de factores predisponentes de ideación suicida, los investigadores encontraron que era más probable que aquellos con más síntomas de depresión mayor y funcionamiento físico más precario informaran tener ideas suicidas.[
Los factores de riesgo de suicidio en la población con cáncer son los siguientes:[
Además, los veteranos sobrevivientes de cáncer de cabeza y cuello tienen un riesgo especialmente alto de suicidio. En un estudio de 7803 estadounidenses sobrevivientes veteranos de cáncer de cabeza y cuello (98,4 % hombres; media de edad, 65 años) [
Referencias:
Evaluación
La evaluación del suicidio se realiza con frecuencia a lo largo del continuo del cáncer. A continuación, se enumeran los componentes de la evaluación del suicidio:[
La desesperanza es un factor pronóstico potente de la ideación suicida y de los suicidios consumados en la población general y en los pacientes de cáncer.[
Sin embargo, estos instrumentos no se encuentran validados para pacientes de cáncer.[
Otros factores que complican la evaluación del suicidio son el síndrome de desmoralización y el deseo de una muerte rápida.[
La relación entre la ideación suicida y el deseo de una muerte rápida, los pedidos de suicidio asistido por el médico o la eutanasia son complejos y no se comprenden bien.[
Los pacientes en quienes se detectan tendencias suicidas necesitan una cuidadosa evaluación adicional (consultar el Cuadro 4). El riesgo de suicidio aumenta cuando el paciente informa que sufre de ideación (por ejemplo, pensamientos suicidas) y de un plan elaborado (por ejemplo, descripción de los medios para llevarlo a cabo). El riesgo continúa en aumento hasta el punto en que el plan se convierte en mortal.[
Los factores que se consideran para evaluar la letalidad son los siguientes:
Para un paciente de cáncer que notifica ideas suicidas, es esencial determinar si las ideas se corresponden con una de las siguientes causas:[
La identificación y el tratamiento rápidos de la depresión mayor son esenciales para disminuir el riesgo de suicidio en pacientes de cáncer. Los factores de riesgo, en particular la desesperanza (que es un factor pronóstico aún más fuerte de la ideación suicida y los suicidios consumados que la depresión), exige una cuidadosa evaluación.[
El establecimiento de una buena relación es de importancia vital para trabajar con pacientes de cáncer con tendencias suicidas, pues sirve como base para otras intervenciones. El médico tiene que creer en que el hecho de hablar sobre suicidio no va a causar que el paciente lo intente. Al contrario, hablar sobre el suicidio otorga legitimidad a esta preocupación y permite a los pacientes describir sus sentimientos y temores, proporcionándoles un sentido de control.[
Se inicia una estrategia psicoterapéutica orientada a intervenir en la crisis que ponga en movimiento al máximo el sistema de apoyo del paciente.[
Preguntas | Evaluación |
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a Adaptado de Roth et al.[ |
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La mayoría de las personas con cáncer tienen pensamientos suicidas pasajeros tales como, "Puede ser que haga algo si se vuelve muy difícil". | Aceptar que es normal comenzar con una declaración que reconoce que una conversación no incrementa el riesgo |
¿Ha tenido pensamientos de ese tipo? ¿Pensamientos de no querer vivir o deseos de que la enfermedad acelere su muerte? | Grado de riesgo |
¿Tiene pensamientos suicidas? ¿Ha pensado en la forma en que lo haría? ¿Piensa causarse daño? | Grado de riesgo |
¿Ha estado alguna vez deprimido o ha intentado suicidarse? | Antecedentes |
¿Ha sido tratado alguna vez por otros problemas psiquiátricos o ha sido hospitalizado en un centro psiquiátrico antes de su diagnóstico de cáncer? | Antecedentes |
¿Ha tenido algún problema con el alcohol o las drogas? | Drogodependencia |
¿Ha perdido recientemente a un ser querido? (familiares, amigos u otros con cáncer) | Duelo |
Abordaje
En la práctica clínica, la meta de la atención de pacientes con tendencias suicidas es prevenir el suicidio que surge impulsado por la desesperación debido al control insuficiente de los síntomas. Un sufrimiento prolongado puede conducir a la desesperación. Por lo tanto, es primordial un alivio eficaz de los síntomas para evitar la angustia en pacientes de cáncer con tendencias suicidas.[
Cuando hay riesgo de suicidio, habrá veces en que será de suma importancia limitar el acceso del paciente a ciertos medicamentos con potencial de ser mortales. Cuando se impone la limitación a los fármacos mencionados, es importante sopesar el efecto que esto puede tener en el control adecuado de los síntomas contra el riesgo de suicidio, porque su alivio inadecuado quizás contribuya al riesgo mismo. Aún más, con frecuencia los pacientes con tendencias suicidas dispondrán de otros medios para llevar a cabo su intento de suicidio; esto también se debe evaluar. Entre las estrategias para disminuir el riesgo de suicidio, se incluyen el contacto frecuente para reevaluar el riesgo de suicidio y lograr el control de los síntomas, así como la entrega regular de cantidades limitadas de medicamento que facilitan un rápido ajuste de la dosis cuando se necesita un alivio eficaz de síntomas controlados de manera precaria. En aquellos pacientes que reciben opioides por vía parenteral o intratecal, el uso de bombas programables y con acceso limitado a su programación, y cartuchos inaccesibles o encerrados bajo llave, puede proporcionar un elemento adicional de seguridad.
Las estrategias para disminuir el riesgo de suicidio en los pacientes de cáncer son las siguientes:
Referencias:
La información sobre la incidencia de la depresión en niños sanos es limitada. En un estudio en niños que asistieron a una consulta general, se observó que el 38 % tuvieron problemas que necesitaron una intervención psiquiátrica importante. En otro estudio de niños de 7 a 12 años, se observó una incidencia de depresión del 1,9 %. Si esto se aplicara a la población general de los Estados Unidos, los resultados mostrarían que 40 000 niños de 12 años estarían deprimidos. Los maestros han calculado que entre un 10 % y un 15 % de sus estudiantes están deprimidos. La Joint Commission on Mental Health of Children indica que 1,4 millones de niños menores de 18 años necesitan ayuda inmediata por trastornos como la depresión; sin embargo, solo una tercera parte de estos niños recibe ayuda por sus trastornos.[
La mayoría de los niños pueden lidiar con el caos emocional ocasionado por el cáncer y no solo dan muestras de adaptación sino, también, de crecimiento y desarrollo psicosocial positivo. Sin embargo, una minoría de estos presenta los siguientes problemas psicológicos:[
Estos niños necesitan ser derivados para que intervenga un especialista en salud mental.
En uno de los primeros estudios sobre la depresión en niños con cáncer, se estudió a 114 niños y adolescentes; se encontró que el 59 % tenían problemas psiquiátricos leves.[
En un estudio de sobrevivientes de cáncer a largo plazo y sus madres, se comparó a los sobrevivientes con un grupo de 92 niños sanos. Se observó que el funcionamiento de la mayoría de los sobrevivientes estaba dentro de los límites normales. No fue sorprendente que los niños con efectos tardíos graves exhibiesen más síntomas depresivos.[
La mayoría de los sobrevivientes de cáncer exhibieron una mayor capacidad de adaptación y un ajuste psicológico exitoso tanto a la enfermedad como al tratamiento. Pese a las pruebas de adaptaciones exitosas, en la mayoría de los estudios se documentan dificultades psicológicas en un subconjunto importante de sobrevivientes de cáncer.
Evaluación y diagnóstico de la depresión infantil
Evaluación
El término depresión se refiere a un síntoma, un síndrome, un grupo de respuestas psicológicas o una enfermedad.[
Siempre que un problema conductual sea persistente, se debe considerar la depresión. La depresión no se refiere a períodos transitorios de tristeza sino, más bien, a un trastorno que afecta el desarrollo e interfiere con el logro del potencial innato del niño.[
Algunas de las manifestaciones de depresión en el niño de edad escolar son las siguientes:[
Es importante diferenciar estos síntomas de las conductas de las etapas normales del desarrollo.
La evaluación de la depresión incluye determinar los siguientes aspectos de la vida del niño:[
Una evaluación exhaustiva de la depresión infantil es la base para el diagnóstico y tratamiento adecuados. La evaluación de la situación personal y familiar del niño se enfoca en los antecedentes pediátricos de salud, las conductas del niño observadas por el profesional mismo o notificadas por otros (como los padres y maestros), entrevistas con el niño y el uso juicioso de pruebas tales el Beck Depression Inventory o la Child Behavior Checklist.[
Diagnóstico
Al hablar sobre el diagnóstico de la depresión infantil, los expertos hacen hincapié en la importancia de entender la depresión infantil como una entidad distinta de la depresión en los adultos porque los aspectos del desarrollo en la niñez difieren de forma clara de los de la edad adulta.[
En un modelo de trastornos afectivos infantiles, se utilizan los siguientes criterios explícitos:[
Abordaje de la depresión infantil
Los regímenes de tratamiento administrados para la depresión infantil reflejan modelos teóricos, etiología y manifestaciones del trastorno.[
Como en el caso de la depresión de adultos con cáncer, hay muy pocos estudios, si es que hubiera alguno, que revelen el uso de antidepresivos en niños con cáncer. Un autor describió respuestas clínicas rápidas con dosis bajas (<2 mg por kg/día) de imipramina o amitriptilina usadas en 8 niños con depresión y cáncer.[
Tratamiento farmacológico
Se informó sobre el uso combinado de antidepresivos tricíclicos y neurolépticos en la atención de 3 niños con síntomas graves de depresión y ansiedad. Los niños estudiados se encontraban en la fase terminal de su enfermedad y se trataron con una combinación de amitriptilina y haloperidol en dosis bajas. Los grados de ansiedad y depresión disminuyeron, y esta intervención permitió al paciente y sus familiares lidiar con los aspectos relacionados con la muerte y el morir.[
Referencias:
Los resúmenes del PDQ con información sobre el cáncer se revisan con regularidad y se actualizan a medida que se obtiene nueva información. Esta sección describe los cambios más recientes hechos introducidos en este resumen a partir de la fecha arriba indicada.
Intervención
Se añadió a Lexicomp Online como referencia 16.
Se añadió a GlaxoSmithKline, LLC como referencias 17 y 18. Se añadió a Bausch Health US, LLC como referencia 19.
Se añadió Actividad física como subsección nueva.
El
Propósito de este resumen
Este resumen de información del PDQ sobre el cáncer dirigido a profesionales de la salud proporciona información integral revisada por expertos y basada en la evidencia sobre la depresión relacionada con el cáncer y el riesgo de suicidio, tanto en la población adulta como pediátrica. El objetivo es servir como fuente de información y ayuda para los profesionales clínicos durante la atención de pacientes. No ofrece pautas ni recomendaciones formales para tomar decisiones relacionadas con la atención sanitaria.
Revisores y actualizaciones
El
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Los cambios en los resúmenes se deciden mediante consenso de los integrantes del consejo después de evaluar la solidez de la evidencia de los artículos publicados y determinar la forma de incorporar el artículo en el resumen.
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PDQ® sobre los cuidados médicos de apoyo y los cuidados paliativos. PDQ Depresión. Bethesda, MD: National Cancer Institute. Actualización: <MM/DD/YYYY>. Disponible en:
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Última revisión: 2023-09-29
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