Qué es lo normal
Puede ser difícil saber cuándo empezar con el entrenamiento para usar el inodoro. Por lo general, un niño debe estar tanto física como emocionalmente preparado para que el entrenamiento para usar el inodoro pueda tener éxito.
Los niños pasan por una etapa de preparación para usar el inodoro que no será la misma en todos los niños. Preste atención a las señales físicas y emocionales que indiquen que su hijo está preparado para empezar el entrenamiento para usar el inodoro. Las cuestiones familiares afectan a su hijo durante esta etapa. No se aconseja realizar el entrenamiento para usar el inodoro durante un período de cambios en la familia, como cuando hay una mudanza, un nuevo bebé o un divorcio.
Cuando su hijo esté preparado para el entrenamiento para usar el inodoro, puede empezar la etapa de aprendizaje. Durante este período, brinde oportunidades para realizar el entrenamiento para usar el inodoro y aliente a su hijo.
Preparación física
Un niño se encuentra físicamente capaz de entrenarse para usar el inodoro cuando desarrolla la capacidad de controlar los músculos del intestino y de la vejiga. Rara vez esto sucede antes de los 18 meses de edad.
Algunas señales básicas que indican que su hijo tiene control del intestino y de la vejiga incluyen las siguientes:
- Las evacuaciones del intestino ocurren en forma regular y, de algún modo, predecible.
- Las evacuaciones del intestino no ocurren durante la noche.
- Con frecuencia, los pañales están secos después de despertarse de una siesta o durante, al menos, 2 horas seguidas.
- Las expresiones faciales, los gruñidos o ponerse en cuclillas son una advertencia de que su hijo está orinando o evacuando el intestino.
Su hijo también debe ser capaz de subirse al inodoro y quitarse la ropa. Y debe ser capaz de hablar lo suficiente como para comunicarle a usted la necesidad de usar el inodoro.
Preparación emocional
Es posible que su hijo esté físicamente preparado para el entrenamiento para usar el inodoro después de los 18 meses de edad. Pero es posible que la preparación emocional tome más tiempo. Su hijo debe querer usar el inodoro. Y debe tener la voluntad de cooperar con usted durante el proceso de entrenamiento para usar el inodoro. Por ejemplo, es típico que el entrenamiento no dé buenos resultados si su hijo se encuentra en la etapa en la que "no" es su respuesta automática ante cualquier pedido.
Su hijo muestra preparación emocional para el entrenamiento para usar el inodoro de diferentes maneras. Es posible que su hijo:
- Le avise cuando su pañal está sucio y le pida que se lo cambie.
- Tenga muchas ganas de satisfacer a los demás y sea capaz de seguir instrucciones simples.
- Le diga que quiere usar el inodoro o usar ropa interior en lugar de pañales.
- Le guste estar limpio y arreglado. Muchos niños pasan por un período en el que les gusta estar limpios y ser organizados.
- Se muestre interesado cuando otros familiares usan el baño.
Tenga cuidado de entusiasmarse demasiado sobre el hecho de que su hijo esté preparado para usar el inodoro después de que muestre una o dos de estas señales. Es posible que un niño se sienta entusiasmado al usar el inodoro, pero que luego pierda el interés rápidamente.
Retrasos en el entrenamiento para usar el inodoro
Es normal que su hijo esté haciendo un buen trabajo con el entrenamiento para usar el inodoro y que, de repente, empiece a tener problemas. Por ejemplo, es posible que intente "aguantarse" durante períodos prolongados o quiera usar pañales nuevamente. Esto no significa que sus esfuerzos hayan fracasado. Pero sí significa que necesita el entrenamiento en forma más lenta durante un tiempo.
El estrés en el hogar puede interferir en el entrenamiento para usar el inodoro de un niño. Por ejemplo, los retrocesos en el entrenamiento para ir al baño pueden estar relacionados con la llegada de un nuevo bebé, una mudanza, un cambio en el jardín de infantes o en la guardería, un conflicto familiar, la enfermedad o la muerte de un familiar cercano.
Es posible que, además, los hábitos de uso del inodoro de un niño se vean afectados si contrae una enfermedad, especialmente alguna que tenga un período largo de recuperación.
A veces su hijo no cooperará, por ningún motivo que usted pueda determinar.
Resista la presión de los amigos o de la familia para entrenar a su hijo para usar el inodoro en forma demasiado temprana. Los padres con frecuencia sienten que su hijo debe ser entrenado a una edad específica o para cumplir con un plazo determinado, como un requisito para inscribirse en una guardería particular. Es menos probable que usted y su hijo se frustren y más probable que tengan una buena experiencia con el entrenamiento para usar el inodoro si este no se realiza a la fuerza. Mantener una actitud positiva y relajada es una parte importante en el entrenamiento de su hijo.
Las reacciones negativas por lo general no ayudan. Los niños necesitan elogios frecuentes durante todo el proceso de entrenamiento para usar el inodoro.
Cómo medir el éxito
Usted sabrá que su hijo está entrenado para usar el inodoro cuando anticipe en forma regular la necesidad de ir al baño y, con poca ayuda, pueda subirse al inodoro y usar el tipo de inodoro (bacinica) que usted le proporcione. Este proceso lleva tiempo, de semanas a meses. Cada niño es diferente. Pero a la mayoría de los niños se les entrena con éxito a los 3 años aproximadamente o poco tiempo después (por lo general se entrena a las niñas unos meses antes que a los niños). Es posible que su hijo necesite de todos modos una ayuda de vez en cuando, como para limpiarse, hasta que tenga 4 o 5 años. Es posible que también necesite ayuda y tranquilidad cuando usa un inodoro en un baño desconocido, como un baño público, hasta los 5 o 6 años.
La mayoría de los niños entrenados mojan o ensucian sus pantalones en ocasiones durante el día, por lo general debido a que están distraídos. Por ejemplo, es posible que su hijo ignore la necesidad de ir al baño debido a que no quiere interrumpir el juego. Es posible que estos accidentes ocurran hasta que su hijo tenga 5 años. El estrés también puede causar que un niño vuelva a orinarse.
La mayoría de los niños a veces mojan la cama por las noches, hasta alrededor de 12 meses después de usar el inodoro durante el día. Muchos niños de 3 años mojan la cama por las noches al menos una vez al mes. Mojar la cama por las noches podría incluso ocurrir esporádicamente en la edad escolar.