Generalidades
El estreñimiento ocurre cuando las heces se vuelven duras y difíciles de eliminar. Algunos padres se preocupan demasiado acerca de la frecuencia con que su hijo evacua porque les han dicho que un niño saludable tiene evacuaciones todos los días. Esto no es verdad. La frecuencia de las evacuaciones no es tan importante como si el niño puede evacuar el intestino con facilidad. Su hijo no está estreñido si sus heces son blandas y las elimina fácilmente, incluso si han transcurrido unos días desde la última evacuación.
Los recién nacidos menores de 2 semanas deberían evacuar el intestino al menos 1 o 2 veces al día. Los bebés con más de 2 semanas de vida pueden pasar 2 días, y a veces más tiempo, sin evacuar el intestino. Normalmente, está bien si pasan más de 2 días, sobre todo si su bebé se está alimentando bien y parece estar cómodo. Los bebés que son amamantados suelen tener evacuaciones frecuentes y podrían evacuar cada vez que son alimentados. Es probable que un bebé se estriña cuando cambia de la leche materna a la de fórmula, especialmente si este cambio sucede entre las 2 y 3 primeras semanas de vida.
A medida que los bebés crecen, el número de evacuaciones que tienen al día se reduce y el tamaño de sus heces aumenta. Un niño de 3 o 4 años puede tener normalmente hasta 3 evacuaciones al día o tan pocas como 3 a la semana.
Es importante que los padres reconozcan que existen muchos patrones "normales" de evacuaciones en los niños. Algunos niños podrían dar la impresión de tener problemas para evacuar. Es posible que se les ponga la cara roja y que se esfuercen para evacuar. Si las heces son blandas y el niño no parece tener otros problemas, esto no es para preocuparse.
La mayoría de los niños estarán estreñidos ocasionalmente. El problema generalmente dura poco tiempo y no causa problemas a largo plazo. El tratamiento en el hogar suele ser lo único que se necesita para aliviar el estreñimiento ocasional. Las causas del estreñimiento incluyen:
- Cambios en la dieta, como cuando un niño empieza a comer más alimentos de adulto.
- No beber suficientes líquidos. Algunas veces, la cantidad normal de líquidos que bebe un niño no es suficiente, como cuando el clima es más cálido o el niño aumenta sus actividades físicas.
- No evacuar en el momento adecuado. Un niño puede estar tan interesado en jugar que no haga caso a la necesidad de evacuar.
- Reticencia a utilizar el baño. Un niño podría llegar a estar estreñido cuando está en un nuevo entorno, como por ejemplo cuando viaja.
- Los cambios en la rutina diaria, como por ejemplo cuando viaja o después de comenzar la escuela.
- . Muchos medicamentos pueden provocar estreñimiento.
El estreñimiento puede presentarse con retortijones y dolor si el niño se está esforzando para eliminar heces duras y secas. Puede tener algo de abotagamiento y náuseas. También puede haber pequeñas cantidades de sangre de color rojo vivo en las heces causadas por un ligero desgarre (fisura anal), a medida que las heces son expulsadas a través del ano. Todos estos síntomas deberían desaparecer cuando se alivia el estreñimiento.
Estreñimiento crónico
Por razones que no siempre pueden ser identificadas, algunos niños tienen con frecuencia estreñimiento que no mejora ni desaparece con el tratamiento (estreñimiento crónico). El factor más importante puede ser lo doloroso de evacuar heces duras y secas. Después de un tiempo, el niño puede no ser capaz de resistir el deseo de tener una evacuación y evacuará una gran masa de heces. Es posible que el niño tenga que pujar mucho durante la evacuación, lo cual puede ser doloroso. Evacuar las heces alivia la presión y el dolor hasta que se acumula otra masa de heces, y el ciclo se repite. El miedo al dolor puede provocar que el niño trate de contener la evacuación.
Otras causas de estreñimiento crónico pueden incluir:
- Una fisura alrededor del ano, la cual puede hacer dolorosas las evacuaciones y hacer que el niño se resista a evacuar. Las fisuras son un problema común que empeora cada vez que el niño evacua heces de gran tamaño.
- Una enfermedad breve con consumo deficiente de alimentos, fiebre y poca o ninguna actividad física, las cuales pueden alterar los hábitos intestinales normales.
- Problemas emocionales o de enseñanza a usar el baño, los cuales pueden conducir a la retención voluntaria de las heces. Un niño puede haberse resistido al proceso de entrenamiento para usar el inodoro o habérsele exigido demasiado pronto. Luchar con los padres por el control puede provocar que un niño retenga las heces tanto como pueda.
- Cambio en el ambiente. En la escuela, los niños pueden retener las heces por miedo o vergüenza a usar los baños de la escuela, porque sus horarios están demasiado ocupados para que tengan tiempo para una evacuación, o porque las actividades escolares interrumpen su horario para evacuar.
Es posible que el niño no pueda o no quiera evacuar, independientemente del tamaño de las heces. Las heces líquidas o sueltas pueden filtrarse y ensuciar la ropa del niño. Cuando esto ocurre en un niño que ha pasado la edad normal de entrenamiento para usar el inodoro, se le llama encopresis.
El estreñimiento crónico generalmente requiere de varios meses de tratamiento y cooperación entre los padres, el niño y el médico para superar el problema. No se desanime si el problema vuelve durante estos meses. El recto está hecho de tejido muscular; cuando un niño ha tenido estreñimiento crónico, el músculo se estira. Puede llevar varios meses para que el músculo vuelva a su forma normal.
En raros casos, el estreñimiento en los niños puede ser provocado por otros problemas de salud, como:
- Fibrosis quística.
- Enfermedad de Hirschsprung.
- Intoxicación por plomo.
- Hiperactividad de la glándula paratiroidea (hiperparatiroidismo).
- Baja actividad de la glándula tiroidea (hipotiroidismo).
- Lesión de la médula espinal.
Revise los síntomas de su hijo para decidir si su hijo debería ver a un médico y en qué momento.