Generalidades de la afección
¿Qué es el herpes genital?
El herpes genital es una de las infecciones de transmisión sexual (STI, por sus siglas en inglés) más comunes. La infección puede ser molesta.
La mayoría de las personas nunca tienen síntomas, o los síntomas son tan leves que las personas no saben que están infectadas. Pero en algunas personas, la infección causa brotes ocasionales de llagas dolorosas y que pican en la zona genital.
Después del primer brote, el virus del herpes permanece en las células nerviosas debajo de la piel y se vuelve inactivo. Por lo general, se activa de nuevo de vez en cuando, desplazándose otra vez a la piel y causando más llagas. Los factores como el estrés, las enfermedades, una nueva pareja sexual o la menstruación pueden desencadenar un nuevo brote. Con el tiempo, los brotes aparecen con menos frecuencia, sanan más rápido y no duelen tanto.
¿Qué causa el herpes genital?
El herpes genital es causado por un virus, ya sea el virus del herpes simple tipo 1 o el virus del herpes simple tipo 2. Cualquiera de los dos virus puede causar llagas en los labios (herpes labial) y llagas en los genitales. El tipo 1 causa con más frecuencia el herpes labial, mientras que el tipo 2 causa con más frecuencia el herpes genital.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas pueden variar en gran medida de una persona a otra. La mayoría de las personas nunca tienen síntomas. A veces, los síntomas son tan leves que es posible que las personas no los noten ni los reconozcan como una señal de herpes. En el caso de las personas que notan la primera infección, suele aparecer aproximadamente entre 2 y 14 días después de que estuvieron expuestos al herpes genital.
Algunas personas tienen brotes de ampollas con comezón y dolor en el pene o alrededor de la abertura de la vagina. Las ampollas se revientan y se convierten en llagas superficiales que supuran y que tardan hasta 3 semanas en sanar. A veces, las personas, especialmente las mujeres, también tienen síntomas parecidos a los de una gripe, como fiebre, dolor de cabeza y dolores musculares. Es posible que también noten un flujo anormal y dolor al orinar.
Las infecciones de herpes genital pueden ser graves en personas con un sistema inmunitario deteriorado, como personas con VIH.
¿Cómo se diagnostica el herpes genital?
Su médico podría diagnosticar el herpes genital examinándolo. Es posible que le haga preguntas sobre sus síntomas y sus factores de riesgo, que son las cosas que lo hacen más propenso a tener una infección.
Si este es su primer brote, su médico podría tomar una muestra de tejido de la llaga para hacerle pruebas. Hacerle pruebas puede ayudar al médico a estar seguro de que usted tiene herpes. También es posible que le hagan un análisis de sangre.
¿Cómo se trata?
Aunque no existe cura, los medicamentos pueden aliviar el dolor y la comezón y ayudar a curar las llagas más rápidamente. Si tiene una gran cantidad de brotes, puede tomar medicamentos todos los días para reducir el número de brotes.
Después del primer brote, algunas personas solo tienen algunos brotes más durante su vida, mientras que otras podrían tener de 4 a 6 brotes al año. Por lo general, la cantidad de brotes disminuye después de algunos años.
El tratamiento funciona mejor si se inicia tan pronto como sea posible después del comienzo de un brote. Esto es especialmente cierto para brotes que vuelven una y otra vez.
Enterarse de que tiene herpes genital podría hacer que se sienta mal acerca de sí mismo o sobre el sexo. La asesoría psicológica o un grupo de apoyo podrían ayudarle a sentirse mejor.
¿Puede prevenirse el herpes genital?
La única manera segura de evitar contraer herpes genital —o cualquier otra infección de transmisión sexual (STI, por sus siglas en inglés)— es no tener relaciones sexuales. Si usted tiene relaciones sexuales, hágalo de manera más segura.
- Antes de iniciar una relación sexual, hable con su pareja sobre las STI. Averigüe si su pareja corre el riesgo de tener una STI. Recuerde que una persona puede estar infectada sin saberlo.
- Si usted tiene síntomas de una STI, no tenga relaciones sexuales.
- No tenga relaciones sexuales con ninguna persona que tenga síntomas o que podría haber estado expuesta a una STI.
- No tenga más de una pareja sexual a la vez. Tener varias parejas sexuales aumenta su riesgo de infección.
- Use condones. El uso de condones reduce el riesgo de transmitir o infectarse con una STI.
- No reciba sexo oral de parejas que tengan herpes labial.
Tomar medicamentos para el herpes podría reducir la cantidad de brotes que tiene y también puede prevenir que un episodio empeore. También reduce las probabilidades de que infecte a su pareja.
Si está embarazada, debe tener cuidado especial para evitar infectarse. Podría pasar la infección al bebé durante el parto, lo que puede causar graves problemas para el recién nacido. Si tiene un brote cerca de su fecha probable de parto, probablemente necesitará tener a su bebé mediante una operación cesárea. Si sus brotes de herpes genital vuelven una y otra vez, su médico podría hablar con usted acerca de los medicamentos que pueden ayudar a prevenir un brote durante el embarazo.