Riesgos
La liposucción que se realiza a manos de un médico con experiencia en un establecimiento equipado adecuadamente, suele ser segura. Tratar más de una zona, o tratar una zona muy extensa, puede aumentar el riesgo de complicaciones durante o después del procedimiento.
Los efectos secundarios comunes de la liposucción incluyen:
- Hinchazón, formación de moretones, dolor y entumecimiento temporales en o alrededor de las zonas tratadas.
- Irritación y formación de pequeñas cicatrices alrededor de los sitios de incisión en los que se introdujeron las cánulas.
- Piel suelta u ondulada. La piel suele afirmarse y retraerse al cabo de unos meses. Sin embargo, la piel de algunas personas puede permanecer algo floja.
Los efectos secundarios menos frecuentes incluyen:
- Cambios permanentes en el color de la piel.
- Superficie de la piel desigual sobre la zona tratada.
- Daño a los nervios y la piel. El calor que se genera durante la liposucción asistida por ultrasonido puede quemar la piel o dañar el tejido de debajo de la piel.
Si usted aumenta de peso después de hacerse una liposucción, es posible que su cuerpo almacene la grasa en un sitio diferente de aquel de donde le extrajeron las células adiposas. Puede acumularse nueva grasa en el interior del cuerpo, alrededor de los órganos, como el corazón o el hígado. Este tipo de grasa puede ser más dañina para el organismo que la grasa que se almacena cerca de la superficie del cuerpo, como en las caderas o los muslos. Por lo tanto, las personas que se hacen una liposucción necesitan tener cuidado de no subir de peso en exceso.
Complicaciones peligrosas
Aunque la muerte es muy poco común con la liposucción, puede ocurrir. Si le van a extraer una gran cantidad de grasa, si es obeso o si tiene problemas de salud, su riesgo aumenta. Las posibles complicaciones pueden incluir:
- Pérdida excesiva de sangre y de líquido, lo cual provoca un choque. Sin embargo, esto es muy poco probable.
- Coágulos de grasa o de sangre, que pueden llegar hasta los pulmones (embolia pulmonar) y ser potencialmente mortales.
- Acumulación de líquido en los pulmones (edema pulmonar). Es más probable que esto ocurra si se inyecta una gran cantidad de líquido en el cuerpo.
- Infección. En algunos casos, pueden administrarse antibióticos antes o después de la liposucción para ayudar a prevenir la infección.
- Una reacción tóxica a la solución inyectada (reacción adversa a la lidocaína), en particular si se trataron zonas extensas o muchas zonas al mismo tiempo.
- Una punción en la cavidad que contiene los órganos abdominales o daño a un órgano como el bazo.
La liposucción no debería realizarse en personas que tienen problemas cardíacos graves o trastornos de coagulación de la sangre (como trombofilia, un trastorno en el que la sangre se coagula con facilidad o en exceso), o durante el embarazo.