Maltrato y abandono de menores

Qué aumenta el riesgo

Un factor de riesgo es cualquier cosa que lo hace más propenso a tener un problema o una enfermedad en particular.

Factores de riesgo para padres y cuidadores

Las personas tienen más probabilidades de maltratar o abandonar niños si:

• Viven en la pobreza o cerca del nivel de pobreza. Se trata de un importante factor de riesgo de maltrato y abandono infantil.
• Tienen antecedentes de:
  • Violencia. Esto incluye violencia doméstica.
  • Trastorno por consumo de sustancias.
  • Abusar de los niños o haber sufrido ellos mismos malos tratos.
  • Problemas de salud mental, como depresión.
• Tienen poco conocimiento sobre cómo crecen los niños y qué esperar de ellos.
• Tienen un nivel alto de estrés que no se gestiona bien. Esto suele incluir ser padre soltero o adolescente, o tener varios niños pequeños casi de la misma edad.
• No tienen un buen sistema de apoyo. Un padre o cuidador que no cuente con apoyo económico, emocional y de otro tipo puede tener que enfrentarse solo a una serie de dificultades.

Factores de riesgo para los niños

El riesgo de maltrato y abandono aumenta cuando un niño tiene una discapacidad u otro problema de salud, como:

• Ser un bebé prematuro. Los bebés nacidos prematuramente suelen añadir estrés emocional y económico a una familia. Eso se debe a que necesitan una atención hospitalaria más prolongada y costosa. También puede ser necesario vigilarlos de cerca una vez que estén en casa.
• Una discapacidad física, como la ceguera o estar confinado a una silla de ruedas.
• Inteligencia inferior a lo normal.
• Retrasos en el desarrollo.
• Un temperamento difícil.
• Problemas de conducta, como trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

Problemas para establecer lazos afectivos

Otro factor de riesgo para los niños es no tener un vínculo estrecho con los padres. Esto puede estar causado por:

• Padres que no quieren al niño.
• El nacimiento de mellizos u otro nacimiento múltiple.
• Un recién nacido que es separado de sus padres durante mucho tiempo. Por ejemplo, puede ser necesaria una larga estancia hospitalaria cuando un bebé nace antes de tiempo o tiene problemas de salud.
• Problemas relacionados con el acogimiento familiar o la adopción de un niño.
• Problemas de salud mental del cuidador. Por ejemplo, un padre (o madre) que esté gravemente deprimido puede desatender a su hijo sin querer.
• Un niño con un problema de salud importante o una discapacidad, como ceguera, sordera o trastorno del espectro autista. Este tipo de problemas puede dificultar la comunicación de los padres con el niño. O pueden dificultar que el niño dé y reciba afecto.

Prevención

Consejos para padres o cuidadores

Estas son algunas formas en las que puede ayudar a proteger a su hijo del maltrato y el abandono.

• Escuche a su hijo.

  Hágale saber que es seguro hablar de cualquier cosa con usted.

• Conozca a los amigos de su hijo y a sus familias.
• Investigue a todos los cuidadores, como las niñeras y las guarderías.

  Averigüe lo que saben sobre salud infantil, desarrollo infantil y cuidado de los niños. Esto puede incluir obtener permiso para verificar los antecedentes policiales.

• Enséñele a su hijo la diferencia entre que lo toquen "de buena manera" y que lo toquen "de mala manera".
• Pida ayuda cuando la necesite.

  Llame a un familiar o amigo para que le dé un respiro si se siente abrumado. Infórmese sobre los recursos comunitarios que pueden ayudarle con el cuidado de los niños u otros servicios. Llame a un médico o a un hospital local para obtener información. Busque fuentes de información y apoyo en línea, como Childhelp (www.childhelp.org).

• Busque ayuda si alguna vez ha sufrido malos tratos.

  Tener antecedentes de haber sufrido malos tratos aumenta sus posibilidades de convertirse en un maltratador. Un buen lugar para empezar es la Línea Telefónica Directa de Childhelp en el 1-800-4-A-CHILD (1-800-422-4453). Puede hablar de forma gratuita con un consejero sin dar su nombre.

• Aprenda a controlar a los niños cuando se portan mal.

  Evite usar castigos físicos. En la mayoría de las comunidades se ofrecen clases para padres. Pregúntele al médico o llame a un hospital local para obtener más información.

• Aprenda técnicas saludables para resolver conflictos y manejar el estrés.

  Si hay alguien en la vida de su hijo que cree que podría ser un maltratador, separe a su hijo de esa persona si puede. Es posible que pueda hablar con esa persona y ayudarla a aprender más sobre cómo controlar el estrés y sobre cómo crecen y se desarrollan los niños.

• Saque las armas de fuego y otras armas peligrosas de su hogar.
• Aprenda más sobre cómo crecen los niños en diferentes etapas de su vida.

  Por ejemplo, entender por qué lloran los bebés puede ayudarle a mantener la calma y a controlar sus sentimientos mientras encuentra formas de calmar al bebé.

Consejos para todo el mundo

Todo el mundo puede ayudar a prevenir el maltrato y el abandono infantil mostrando preocupación por los niños y su bienestar. Estas son algunas formas en las que puede ayudar a prevenir el maltrato y el abandono infantil en su comunidad.

• Aprenda a reconocer las señales de maltrato y abandono.

  Por ejemplo, un niño puede no crecer como se esperaba, estar sucio o poco saludable, o parecer temeroso, ansioso o deprimido.

• Sea un defensor de los niños.

  Apoye a cualquier grupo que ayude a los padres en riesgo de maltratar a sus hijos. Done tiempo, dinero o bienes a un refugio local contra la violencia doméstica. Hágase voluntario en programas contra el maltrato infantil.

• Si ve que se producen malos tratos o abandono, denúncielo.

  La vida de un niño puede depender de ello.

• Conozca a sus vecinos y a sus hijos.

  Apréndase los nombres de los niños y demuestre que se preocupa por ellos simplemente saludándoles o preguntándoles cómo les va en casa y en la escuela. Ofrézcase a ayudar a una madre o padre primerizo. El maltrato infantil es menos probable si los padres y cuidadores se sienten apoyados.

• Dé un descanso a los padres.

  Alivie a un amigo, vecino o familiar que se sienta abrumado con el cuidado de sus hijos y otros asuntos.

• Anime a su comunidad a ofrecer servicios para ayudar a las familias que corren el riesgo de sufrir malos tratos o abandono.

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Síntomas

Síntomas generales

Los síntomas de maltrato y abandono infantil pueden ser físicos, psicológicos o ambos.

Tenga en cuenta que los niños mayores pueden no hablar del problema, porque temen o quieren proteger al agresor. O no creen que se les tomará en serio.

Algunos síntomas generales que pueden sugerir que un niño está sufriendo algún tipo de maltrato o abandono son:

Desarrollo más lento de lo normal.

El niño no muestra las capacidades y habilidades que normalmente tienen otros niños de su misma edad, como empezar a hablar o a socializar con los demás. Algunos niños experimentan una regresión, lo que significa que retroceden, perdiendo las habilidades que tenían antes.

Retraso en el crecimiento.

Es un término que significa que el niño no está ganando peso o altura como debería. Aunque puede deberse a un problema médico, también puede ser una señal de que el niño no está bien atendido.

Interacción inusual con uno de los progenitores.

El padre (o madre) puede no estar interesado en el niño. O puede que el niño intente constantemente no enfadar al progenitor. En realidad, el niño puede tener miedo del progenitor.

Problemas de salud mental.

Pueden incluir baja autoestima, ansiedad, depresión o pensamientos suicidas.

Sacar de repente peores calificaciones en la escuela.

Por ejemplo, un niño que normalmente va bien en la escuela de repente saca malas calificaciones.

Comportarse de una manera que no es adecuada o que causa problemas.

En un niño pequeño, esto puede significar estar inusualmente inquieto, tener miedo o no interesarse por las actividades. Los niños suelen representar lo que han visto o experimentado, como violencia o actividad sexual. Los niños mayores pueden comportarse de un modo que no habían hecho antes, como pelearse, consumir drogas o escaparse.

Síntomas de maltrato físico

Los niños se lastiman con frecuencia. Pero las lesiones físicas pueden indicar maltrato cuando:

• Es difícil ver cómo pudieron haber sido causadas por un accidente. Las lesiones sospechosas incluyen:
  • Lesiones que siguen un patrón, como una línea recta o un círculo.
  • Lesiones en zonas del cuerpo que suelen estar protegidas, como el interior de las piernas y los brazos, la espalda, los genitales y los glúteos.
• Cambia la explicación de la lesión. O no es una explicación creíble.
• Hay señales de que el niño ha sido lastimado anteriormente.
• El niño no recibe atención médica por la lesión.

Síntomas de maltrato emocional

El maltrato emocional significa hacer o decir cosas para herir emocionalmente a un niño. Por ejemplo, el adulto puede decir cosas para que el niño se sienta no querido o que no vale nada. El maltrato emocional puede provocar cambios en el comportamiento del niño. Un niño que es maltratado emocionalmente puede:

• No preocuparse demasiado por lo que ocurre a su alrededor.
• No reaccionar normalmente al dolor, a otras personas ni a cambios en su vida.
• Evitar a uno de sus padres o cuidador en particular.
• Actuar con más miedo, enfado o tristeza de lo que parecería normal.
• Tener problemas con los estudios.
• Herirse a propósito.

Síntomas de abuso sexual

A veces, los niños que han sido abusados sexualmente tienen síntomas físicos, tales como:

• Molestia al sentarse o al usar el inodoro.
• Dolor o secreción genital o anal.
• Sangre en la ropa interior.
• Dolores de cabeza.
• Dolor abdominal o estreñimiento.

Pero más a menudo un niño no tendrá señales físicas de abuso sexual. En vez de ello, usted podría notar cambios en el comportamiento. Por ejemplo, el niño puede:

• Saber más sobre sexo de lo previsto o actuar de manera muy sexual.
• Tener pesadillas o problemas para dormir.
• No querer bañarse ni cambiarse de ropa.
• Tener altibajos anímicos, como parecer deprimido, ansioso, enojado o temeroso.
• Estar más silencioso o retraído de lo usual, o parecer que tiene secretos.
• Volver a conductas de cuando era más pequeño y que había dejado de tener, como mojar la cama o chuparse el dedo.
• Comer más o menos de lo habitual.
• Tener un descenso en el desempeño escolar o no querer ir a la escuela.
• Actuar de manera riesgosa (por ejemplo, escaparse de la casa o consumir drogas).
• Lastimarse o intentar suicidarse.

Otras cosas pueden causar estos cambios. Pero si usted observa síntomas o conductas que le inquietan, hable con el médico de su hijo.

La diferencia entre el abuso sexual y el juego sexual normal

El abuso sexual es muy diferente del juego sexual normal entre niños que no han llegado a la pubertad.

El juego sexual normal entre niños de la misma edad suele consistir en tocar y mirar. No hay uso de la fuerza.

El abuso sexual incluye cualquier actividad sexual que el niño no puede entender ni consentir. Aparte de actos sexuales evidentes, los ejemplos incluyen manoseo y mostrar pornografía a un niño.

Síntomas de abandono

El abandono infantil significa no satisfacer las necesidades básicas de un niño. La apariencia general de un niño, el entorno de su hogar y sus patrones de comportamiento pueden mostrar señales de abandono.

Un niño abandonado puede:

• Tener peso muy bajo o tener mucho sobrepeso.
• Tener retraso en el desarrollo.
• Estar enfermo o cansado la mayor parte del tiempo.
• Estar sucio o tener una mala higiene personal.
• No tener la ropa adecuada para el clima.

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Efectos en la salud de un niño

Los niños que son maltratados o abandonados pueden tener problemas emocionales y físicos a largo plazo.

Los niños pequeños corren mayor riesgo. El maltrato y el abandono en niños menores de 7 años pueden provocar cambios permanentes en el comportamiento y la personalidad. Es posible que no crezcan correctamente. También pueden tener problemas de aprendizaje. Es posible que se sientan mal consigo mismos y que no confíen en otras personas. Pueden estar aterrados o enojados.

Efectos físicos

• Cuando ocurre maltrato físico de forma reiterada o por un largo tiempo, puede causar daño permanente.
• Ciertos tipos de abuso, como el traumatismo craneoencefálico por maltrato, pueden ser mortales. Algunos niños pueden tener problemas del desarrollo o problemas de aprendizaje permanentes.
• Un niño abusado sexualmente puede contraer una infección de transmisión sexual.
• Un niño abandonado puede tener problemas de salud a largo plazo, como no crecer ni desarrollarse normalmente.

Efectos emocionales

Los efectos mentales y emocionales dependen de la gravedad del maltrato o el abandono, la frecuencia con que ocurre, por cuánto tiempo ha estado sucediendo y quién es el responsable.

Las afecciones de salud mental que pueden estar causadas por maltrato o abandono incluyen:

• Ansiedad.
• Trastorno por consumo de sustancias.
• Depresión.
• Trastorno límite de la personalidad. Una persona con esta afección de la salud mental puede tener problemas para controlar su enojo e impulsos. Puede tener una baja percepción de valía personal y puede tener preocupaciones extremas de ser abandonado.
• Trastorno por estrés postraumático.
• Suicidio o pensamientos suicidas.
• Disociación. Con esta afección, la mente se separa de un evento o del entorno para poder mantener algún grado de orden y de sentido.
• Trastornos alimentarios.

Otros efectos emocionales incluyen:

• Baja autoestima. Los niños suelen echarse la culpa inconscientemente y crecer con una pobre imagen de sí mismos. Esto afecta sus relaciones con los demás.
• Enojo, hostilidad o conducta delictiva.
• Sentimientos negativos. Una persona con antecedentes de maltrato o abandono puede tener problemas para hacer frente a dificultades normales.
• Desapego emocional. Una persona puede tener problemas para hacer amigos. Esto puede llevar a sentirse aislado y solo. Es posible que los niños no aprendan a sentir compasión por los demás.
• Impulsividad. La persona actúa sin pensar en las consecuencias. Puede correr riesgos, como conducir de forma peligrosa.
• Problemas sexuales. Los niños maltratados o abandonados, especialmente los que fueron abusados sexualmente, con frecuencia tienen problemas para desarrollar sentimientos saludables acerca del sexo cuando llegan a la adolescencia y a la adultez. Algunos pueden ser demasiado activos sexualmente. Otros pueden tener demasiado miedo de tener intimidad con alguien.

Los niños que son maltratados o abandonados tienen una mayor tendencia a maltratar a otros niños y a sus hermanos y, en el futuro, a sus propios hijos o a sus padres cuando sean personas mayores. También son más propensos a verse involucrados en delitos.

Los niños suelen creer que el maltrato o el abandono es su culpa. Pueden pensar que hicieron algo mal y que se merecen lo que sucedió. Protegerlos depende de los adultos que se preocupan por ellos.

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Cuándo llamar a un médico

Llame al 911 en cualquier momento que considere que un niño necesita atención de urgencia. Por ejemplo, llame si:

• Usted es testigo de maltrato físico o abuso sexual a menores.
• Cree que un niño corre peligro inminente.

Llame a su médico ahora mismo o busque atención médica inmediata si:

• Cree que un niño puede estar en peligro de maltrato físico o abuso sexual. También puede llamar a la policía local o los servicios de protección a menores. Otro recurso, si está preocupado por el bienestar de un niño, es la línea telefónica directa de ayuda a los menores ("Childhelp hotline") 1-800-4-A-CHILD (1-800-422-4453).

Comuníquese con su médico si:

• Un niño le cuenta que ha sido maltratado o abusado.
• Ve posibles señales de maltrato físico o abuso sexual.

Exámenes y pruebas

Estas son algunas de las formas en que se diagnostica el maltrato y el abandono infantil.

Examen físico

A un niño maltratado o abandonado que sea llevado al médico se le hará primero un examen físico general. El médico revisará el historial médico del niño y hará preguntas a los padres o cuidadores sobre su estado.

Un niño capaz de hablar puede ser separado de su cuidador durante la entrevista.

La ley obliga a los médicos a considerar la posibilidad de maltrato o abandono. Además de ver señales de maltrato físico o abandono, un médico puede sospechar cuando:

• La lesión es inusual o no es probable que sea un accidente, especialmente para la edad del niño.
• Los padres o los cuidadores no tienen una buena explicación, o la explicación cambia.
• Los padres o los cuidadores dicen que nadie vio cómo ocurrió la lesión.
• La historia clínica muestra que ya habían ocurrido lesiones similares o patrones de abandono en el pasado.
• Los padres o cuidadores postergan llevar el niño al médico sin una buena razón.
• El médico encuentra señales de abuso sexual.

Otros niños bajo el cuidado de la misma persona también pueden ser examinados y sometidos a radiografías si la policía o los médicos lo consideran necesario.

Pruebas comunes

Entre las pruebas que suelen utilizarse para ayudar a confirmar o descartar el maltrato o el abandono se incluyen:

Estudios por imágenes.

Pruebas como una radiografía, una tomografía computarizada o una resonancia magnética pueden ayudar a determinar si las lesiones de un niño incluyen algún hueso roto. Algunas pruebas también podrían mostrar evidencia de lesiones anteriores.

Análisis de sangre.

Los análisis de sangre pueden utilizarse para detectar señales de daños en los órganos.

Análisis de orina.

Esta prueba examina la presencia de sangre en la orina, que puede ser una señal de lesiones internas.

Pruebas analíticas especializadas.

Por ejemplo, el médico puede tomar muestras de piel o pelo o muestras de líquidos dentro o alrededor de la vagina para analizarlos.

Punción lumbar.

También se denomina punción raquídea. Puede revelar sangre de una lesión cerebral.

Examen de la vista.

Esta prueba se realiza para averiguar si se han producido daños que apunten a un traumatismo craneoencefálico por maltrato.

Otras pruebas

Otros exámenes y pruebas dependen del problema médico específico que se sospeche u observe. Por ejemplo:

• Pueden solicitarse pruebas psicológicas para algunos niños.
• Las víctimas de presuntos abusos sexuales pueden someterse a pruebas de detección de infecciones de transmisión sexual.

Seguimiento de las lesiones de un niño

La información sobre las lesiones de un niño se registra detalladamente. Un informe detallado de las lesiones se incluye en el historial médico permanente del niño.

Este registro suele incluir fotografías y dibujos de las lesiones.

También se toman y registran medidas como el peso, la altura y el perímetro cefálico para ayudar a establecer el patrón de crecimiento de referencia del niño. Registrar estas medidas en las tablas de crecimiento puede ayudar a identificar el retraso en el desarrollo que a veces está relacionado con el abandono.

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Generalidades del tratamiento

Tratamiento para el niño

El tratamiento temprano ofrece al niño maltratado o abandonado la mejor oportunidad de recuperación.

El primer paso es proporcionar un entorno seguro para evitar daños mayores. Cuanto antes ocurra, más posibilidades tendrá el niño de recuperarse física y emocionalmente. Esto incluye separar al niño, así como a cualquier otro niño en el hogar, de la persona sospechosa de maltrato.

Cualquier lesión física será tratada, ya sea en un hospital o en el consultorio médico, dependiendo de su gravedad.

Siempre se recomienda el asesoramiento a los niños maltratados o abandonados. Suele centrarse en:

• Cómo se sienten sobre sí mismos.
• Sus experiencias anteriores.
• Temores y preocupaciones que puedan tener sobre el presente y el futuro.

Para niños muy pequeños, el asesoramiento puede incluir terapia del juego.

Tratamiento para padres o cuidadores

Los padres o cuidadores que han maltratado o descuidado a un niño necesitan tratamiento. El tipo de tratamiento depende del abuso específico que se haya producido.

Algunas personas necesitan aprender más sobre cómo criar y cuidar a los hijos. Otras pueden necesitar tratamiento para otros problemas graves, tales como:

• Trastorno por consumo de sustancias.
• Depresión u otros problemas de salud mental.
• Baja autoestima.
• Comportamiento violento.

Los padres que han perdido la custodia de sus hijos a veces pueden recuperarla. Depende de lo grave que haya sido el abuso o el abandono y de lo lejos que hayan llegado en darse cuenta de cuáles son sus problemas y cómo prevenirlos.

En casos graves, el progenitor solo puede ver al niño cuando está presente otra persona. A veces, un juez pone fin de forma permanente a la relación padre (o madre)-hijo.

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Cómo se denuncia el maltrato infantil

La ley obliga a determinadas personas, como médicos, trabajadores sociales y profesores, a denunciar las sospechas de maltrato y abandono infantil. Normalmente la denuncia se hace a la policía o a los organismos de bienestar o protección de la infancia. En algunas zonas, la ley obliga a todos los ciudadanos a denunciar las sospechas de malos tratos o abandono.

Pero muchas personas no saben qué hacer ante una sospecha de maltrato, porque:

• No están seguras acerca de lo que se considera maltrato y abandono.
• Temen causarle un daño mayor al niño.
• Les preocupa la posibilidad de acusar erróneamente a un padre o madre o a un cuidador.
• Tienen miedo de que el responsable del maltrato les haga daño o los acose.
• Les preocupa que los lleven a juicio.

Si no está seguro de qué hacer, aquí tiene algunas cosas que debe tener en cuenta sobre cómo funciona la ley.

• Es posible que pueda realizar denuncias de forma anónima. Si decide dar su nombre, se mantendrá su confidencialidad.
• Nadie puede demandarlo con éxito si usted hace una denuncia de buena fe.
• La policía y los trabajadores de bienestar infantil investigan la denuncia. Si el gobierno cree que se ha cometido un delito, se juzga al sospechoso y, si se le declara culpable, se lo condena.
• Los investigadores a veces no encuentran pruebas suficientes para acusar a alguien de un delito. En este caso, los padres o cuidadores pueden ser remitidos a los servicios sociales para reducir el riesgo de que el niño resulte herido.