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Esta información es producida y suministrada por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI, por sus siglas en inglés). La información en este tema puede haber cambiado desde que se escribió. Para la información más actual, comuníquese con el Instituto Nacional del Cáncer a través del Internet en la página web http://cancer.gov o llame al 1-800-4-CANCER.
Nota: Se dispone también de los siguientes sumarios del PDQ por separado: Exámenes de detección del cáncer de hígado (hepatocelular), Tratamiento del cáncer primario de hígado en adultos, Tratamiento del cáncer de hígado infantil y Niveles de evidencia de los estudios sobre los exámenes de detección y la prevención del cáncer.
¿Quién está en riesgo?
La causa etiológica decisiva de por lo menos 80 % de los casos de cáncer hepatocelular (CHC) en todo el mundo es la infección crónica por el virus de la hepatitis B (VHB) o el virus de la hepatitis C (VHC).[
Factores con pruebas adecuadas de aumento en el riesgo de cáncer hepatocelular
Infección crónica por el virus de la hepatitis B
Con base en pruebas sólidas, la infección crónica por el virus de la hepatitis B (VHB) causa cáncer hepatocelular (CHC).
Magnitud del efecto: la infección crónica por el VHB es la causa principal de CHC en Asia y África.[
Diseño de estudio: estudios prospectivos de cohortes, y estudios de casos y controles. |
Validez interna: buena. |
Congruencia: buena. |
Validez externa: buena. |
Infección crónica por el virus de la hepatitis C
Con base en pruebas sólidas, la infección crónica por el virus de la hepatitis C (VHC) causa CHC.
Magnitud del efecto: la infección por el VHC es la causa principal de CHC en América del Norte, Europa y Japón.[
Diseño de estudio: estudios prospectivos de cohortes, y estudios de casos y controles. |
Validez interna: buena. |
Congruencia: buena. |
Validez externa: buena. |
Cirrosis
Con base en pruebas sólidas, la cirrosis, sin importar su causa, predispone a los pacientes al CHC.[
Magnitud del efecto: en estudios de autopsias, 80 a 90 % de las personas que murieron por CHC tenían hígados cirróticos.[
Diseño de estudio: estudios de autopsias, estudios prospectivos de cohortes, y estudios de casos y controles. |
Validez interna: buena. |
Congruencia: buena. |
Validez externa: buena. |
Consumo excesivo de bebidas alcohólicas
Con base en pruebas sólidas, el consumo excesivo de bebidas alcohólicas aumenta el riesgo de CHC.[
Magnitud del efecto: el consumo excesivo de bebidas alcohólicas aumenta el riesgo de CHC a, por lo menos, el doble; en algunos estudios, se indica un aumento de cinco veces, como mínimo.[
Diseño de estudio: estudio de casos y controles, series de casos y estudios de cohortes. |
Validez interna: razonable. |
Congruencia: buena. |
Validez externa: buena. |
Aflatoxina B1
La aflatoxina B1 es una micotoxina que puede contaminar el maíz y el maní almacenados en ambientes cálidos y húmedos.[
Magnitud del efecto: en las personas con infección crónica por el VHB, se calcula que la exposición a la aflatoxina B1 aumenta el riesgo en 60 veces.[
Diseño de estudio: estudios ecológicos, y estudios prospectivos de cohortes. |
Validez interna: buena. |
Congruencia: buena. |
Validez externa: buena. |
Esteatohepatitis no alcohólica
Con base en pruebas sólidas, la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA) aumenta el riesgo de CHC.
Magnitud del efecto: en un estudio con 195 pacientes de EHNA y cirrosis, a 13 % se les diagnosticó CHC después de una mediana de seguimiento de 3,2 años.[
Diseño de estudio: estudios prospectivos de cohortes, resúmenes de historias clínicas y series de casos. |
Validez interna: razonable. |
Congruencia: buena. |
Validez externa: razonable. |
Consumo de cigarrillos
Con base en pruebas razonable, el consumo de cigarrillos aumenta el riesgo de CHC.
Magnitud del efecto: el consumo de cigarrillos, en ausencia de una infección vírica, se relaciona con un aumento modesto (hasta dos veces) del riesgo de CHC. El consumo de cigarrillos y la infección crónica por el VHB o el VHC produce por lo menos un efecto adicional en el riesgo de CHC.[
Diseño de estudio: estudios casos y controles, y estudios de cohortes. |
Validez interna: razonable. |
Congruencia: razonable. |
Validez externa: razonable. |
Ciertas afecciones genéticas y clínicas poco frecuentes (hemocromatosis hereditaria no tratada, deficiencia de antitripsina-α 1, glucogenosis, porfiria cutánea tardía, tirosinemia y enfermedad de Wilson)
Con base en pruebas sólidas, la hemocromatosis hereditaria (HH) no tratada, la deficiencia de antitripsina-α 1 (AAT), la glucogenosis, la porfiria cutánea tardía y la enfermedad de Wilson aumentan el riesgo de CHC, pero causan muy pocos casos.[
Magnitud del efecto: la HH no tratada produce un aumento de riesgo de por lo menos 20 veces,[
Diseño de estudio: estudios prospectivos de cohortes (HH) y series de casos (otras afecciones). |
Validez interna: razonable (CHC); no corresponde (N/C; otras afecciones). |
Congruencia: razonable (CHC), buena (otras afecciones). |
Validez externa: razonable (CHC), N/C (otras afecciones). |
Factores con pruebas inadecuadas de aumento en el riesgo de carcinoma hepatocelular
Hígado graso no alcohólico
Con base en pruebas limitadas, algunos pacientes con hígado graso no alcohólico (HGNA) presentarán EHNA o cirrosis.[
Magnitud del efecto: en un estudio clínico pequeño, se indicó que entre 20 y 50 % de los pacientes con HGNA quizás presenten EHNA.[
Diseño de estudio: estudios de biopsias y series de casos. |
Validez interna: deficiente. |
Congruencia: N/C. |
Validez externa: N/C. |
Síndrome metabólico
Con base en pruebas razonables, el diagnóstico de síndrome metabólico (SM) se relaciona con un aumento de riesgo de CHC.[
Magnitud del efecto: en un metanálisis con más de 7000 casos de CHC de 4 estudios, se obtuvo un cociente de riesgos de 1,8 (intervalo de confianza [IC] 95 %, 1,37–2,40) para un diagnóstico de SM. Los cocientes de riesgos combinados variaron (intervalo, de 1,2 [IC 95 %, 0,55–2,53] a 3,7 [IC 95 %, 1,78–7,58]).[
Diseño de estudio: estudios de casos y controles, y estudios de cohortes. |
Validez interna: razonable. |
Congruencia: buena. |
Validez externa: buena. |
Obesidad
Con base en pruebas razonables, la obesidad se relaciona con un aumento de riesgo de CHC.
Magnitud del efecto: en numerosos estudios epidemiológicos grandes se indica un aumento de dos veces más del riesgo de CHC en las personas obesas.[
Diseño de estudio: estudios de casos y controles, estudios retrospectivos y prospectivos de cohortes. |
Validez interna: razonable. |
Congruencia: buena. |
Validez externa: buena. |
Diabetes de tipo 2
Con base en pruebas razonables, la diabetes de tipo 2 se relaciona con un aumento de riesgo de CHC.
Magnitud del efecto: en numerosos estudios epidemiológicos grandes se indica un aumento de 2 a 4 veces del riesgo de CHC para las personas con diabetes de tipo 2.[
Diseño de estudio: estudios de casos y controles, estudios retrospectivos y prospectivos de cohortes. |
Validez interna: razonable. |
Congruencia: buena. |
Validez externa: buena. |
Intervenciones con pruebas adecuadas de disminución del riesgo de cáncer hepatocelular
Vacunación contra el virus de la hepatitis B
Con base en pruebas sólidas, la vacunación neonatal contra el virus de la hepatitis B (VHB) o la vacunación de rescate a corta edad disminuye la incidencia del CHC en adultos jóvenes.[
Magnitud del efecto: se observaron reducciones del riesgo de CHC de por lo menos 50 % en cohortes de niños y adultos jóvenes vacunados en el momento del nacimiento o durante la niñez temprana. Se predice que la vacunación neonatal universal eliminará a la larga 70 a 80 % de los casos de CHC.[
Diseño de estudio: ensayo controlado aleatorizado (ECA) por conglomerados, tendencias históricas y modelos matemáticos. |
Validez interna: buena. |
Congruencia: buena. |
Validez externa: buena. |
Tratamiento de la infección crónica por el virus de la hepatitis B
Con base en pruebas sólidas, el tratamiento de la infección crónica por el VHB con análogos de nucleósidos o de nucleótidos reduce el riesgo de CHC.[
Magnitud del efecto: cerca de 50 % de reducción de la incidencia.
Diseño de estudio: metanálisis de ensayos clínicos (algunos aleatorizados, algunos con enmascaramiento) y estudios retrospectivos de cohortes. |
Validez interna: buena. |
Congruencia: buena. |
Validez externa: buena. |
Disponibilidad de alimentos no contaminados con aflatoxina B1
Con base en pruebas sólidas, el reemplazo de alimentos contaminados con aflatoxina B1 por alimentos que tienen concentraciones más bajas de aflatoxina B1, conduce a la reducción de la mortalidad por cáncer de hígado.[
Magnitud del efecto: más de 50 % de reducción de la mortalidad por cáncer de hígado.
Diseño de estudio: tendencias históricas. |
Validez interna: buena. |
Congruencia: N/C. |
Validez externa: N/C. |
Intervenciones con pruebas inadecuadas de disminución del riesgo de cáncer hepatocelular
Tratamiento del virus de la hepatitis C con antivíricos de acción directa
Con base en pruebas sólidas, es posible que el tratamiento del virus de la hepatitis C (VHC) con antivíricos de acción directa (AAD) que produce una respuesta virológica sostenida (RVS) reduzca el riesgo de CHC.
Magnitud del efecto: los pacientes tratados con AAD que alcanzaron una RVS exhibieron una reducción de cerca de 75 % en el riesgo de CHC en comparación con quienes no alcanzaron una RVS.[
Diseño de estudio: cohorte retrospectiva, series de casos. |
Validez interna: razonable. |
Congruencia: razonable. |
Validez externa: razonable. |
Uso de estatina en adultos con el virus de la hepatitis B o el virus de la hepatitis C
Con base en pruebas sólidas, es posible que el uso de la estatina se relacione con una reducción en el riesgo de presentar CHC en pacientes con infección por el virus de la hepatitis B (VHB) o el virus de la hepatitis C (VHC).[
Magnitud del efecto: en una revisión sistemática de estudios observacionales (coeficiente κ, 13), se hallaron reducciones relativas del 50 % en el riesgo de CHC en adultos con infección por el VHB o el VHC. Se observó un efecto estadísticamente significativo con el uso de la estanina lipofílica (CRI, 0,52; P < 0,001; κ, 2), pero no con el uso de la estatina hidrofílica (RR, 0,89; P = 0,21; coeficiente κ, 2) (P para la diferencia del subgrupo < 0,001).[
Referencias:
El cáncer de hígado, sin importar su tipo histológico, representa cerca del 2 % de los diagnósticos de cáncer y el 5 % de las muertes por cáncer en los Estados Unidos, y no se ubica entre los 10 cánceres más diagnosticados en este país.[
A nivel mundial, el cáncer de hígado es el sexto tipo de cáncer más frecuente y la tercera causa principal de mortalidad por cáncer.[
Referencias:
Infección crónica por el virus de la hepatitis B
La infección crónica por el virus de la hepatitis B (VHB) es la causa principal de cáncer hepatocelular (CHC) en Asia y África.[
La evidencia de la relación causal entre la infección por el VHB y el CHC proviene de estudios etiológicos, series de casos, estudios de casos y controles, y estudios epidemiológicos prospectivos.[
La coinfección por el VHC tiene un efecto adicional en el riesgo.[
Infección crónica por el virus de la hepatitis C
La infección crónica por el VHC es la causa principal del CHC en América del Norte, Europa y Japón.[
Si bien los mecanismos por los que el VHC aumenta el riesgo de CHC no están claros, se acepta que la infección crónica por este virus tiene una función causal en la formación del CHC. La evidencia de una relación sólida proviene principalmente de estudios transversales y de casos y controles, en los que se indica que las personas infectadas por el VHC tienen un aumento de por lo menos 15 veces en el riesgo de CHC en comparación con las personas sin infección por el VHC.[
La coinfección por el VHB tiene un efecto adicional en el riesgo.[
Cirrosis
Se calcula que la prevalencia de la cirrosis en los Estados Unidos es del 0,3 %, que corresponde a más de 600 000 adultos.[
Todos los factores de riesgo del CHC también son factores de riesgo de cirrosis, excepto la aflatoxina B1.[
Los pacientes con cirrosis relacionada con el VHC tienen un riesgo mayor de presentar CHC que aquellos con cirrosis relacionada con el VHB o con el consumo de bebidas alcohólicas.[
Consumo excesivo de bebidas alcohólicas
El consumo excesivo de bebidas alcohólicas causa cirrosis, entre el 8 % y el 20 % de los alcohólicos crónicos presentan esta afección.[
En muchos estudios epidemiológicos se examinó la relación entre el consumo de bebidas alcohólicas y el CHC; quienes pudieron analizar el efecto del aumento de la exposición, por lo general observaron una correlación positiva entre el consumo y el riesgo. Los siguientes RR (intervalos de confianza [IC] de 95 %) se obtuvieron mediante modelos derivados de un metanálisis: 1,19 (1,12–1,27) para 25 g diarios de bebidas alcohólicas; 1,40 (1,25–1,56) para 50 g diarios y 1,81 (1,50–2,19) para 100 g diarios.[
Las personas alcohólicas con cirrosis parecen tener un riesgo aproximado 10 veces más alto de presentar un CHC en comparación con las personas alcohólicas sin cirrosis.[
Aflatoxina B1
La aflatoxina B1 es una micotoxina que puede contaminar el maíz y el maní almacenados en ambientes cálidos y húmedos.[
En 1987, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) consideró que la aflatoxina B1 es carcinógena.[
En estudios prospectivos de cohorte se estableció que la aflatoxina B1 es un factor causal del CHC y se demostró que la magnitud del riesgo varía con la presencia o ausencia de la infección crónica por el VHB. En un estudio anidado de casos y controles con cerca de 18 000 hombres residentes en Shanghái en la década de 1980, se indicó que la exposición a la aflatoxina aumenta 4 veces más el riesgo de las personas sin infección crónica por el VHB, pero la exposición aumenta el riesgo 60 veces más entre las personas con esta infección.[
Esteatohepatitis no alcohólica
La esteatohepatitis no alcohólica (EHNA) es una afección activa y a la vez cambiante; puede remitir, persistir con un grado de actividad relativamente constante o causar una fibrosis progresiva que conduce a la cirrosis. Se calcula que el 6 % de la población de los Estados Unidos tiene EHNA y que el 2 % de los adultos en el país presentarán cirrosis relacionada con la EHNA en algún momento de sus vidas.[
En por lo menos 17 estudios prospectivos de cohortes, se examinó el riesgo de CHC en pacientes con enfermedad por hígado graso no alcohólico (EHGNA), pero en pocos estudios se analizó a pacientes con EHNA sola.[
Se observaron casos de CHC en pacientes de EHNA que no tienen cirrosis. Aunque no se dispone de cálculos confiables de riesgo, la mayoría de los investigadores creen que estas personas tienen un riesgo elevado, aunque más bajo que aquellas con cirrosis.[
Se sospecha que el SM, la obesidad, la diabetes de tipo 2, la resistencia a la insulina, la hipertensión, la hiperlipidemia o la dislipidemia son factores de riego de CHC y que se relacionan con la EHNA. En un estudio de 8,5 millones de personas realizado en 22 países, se notificaron los cálculos de prevalencia en pacientes de EHNA para los diagnósticos siguientes: sobrepeso u obesidad, 80 %; hiperlipidemia o dislipidemia, 72 %; diabetes de tipo 2, 44 % y SM, 71 %.[
Consumo de cigarrillos
La relación entre el consumo de tabaco y el cáncer de hígado se ha estudiado de forma extensa durante muchos años.[
En un metanálisis extenso publicado en 2009, se examinaron 38 estudios de cohortes y 58 estudios de casos y controles en los que se evaluó la relación entre el consumo de cigarrillos y el cáncer de hígado.[
En un metanálisis en el que se examinó la relación entre el consumo de cigarrillos y las presencia o ausencia de la infección crónica por el VHB o el VHC, se observó lo siguiente:[
Ciertas afecciones clínicas y genéticas poco comunes (hemocromatosis hereditaria no tratada, deficiencia de antitripsina α-1, glucogenosis, porfiria cutánea tardía y enfermedad de Wilson)
Se sabe que la hemocromatosis hereditaria (HH) no tratada, la deficiencia de antitripsina α-1 (AAA), la glucogenosis, la porfiria cutánea tardía (PCT) y la enfermedad de Wilson aumentan el riesgo de CHC. Si bien se sabe o se cree que estos aumentos de riesgo son grandes, estas afecciones contribuyen poco a la carga de morbimortalidad por CHC.
La hemocromatosis es un trastorno autosómico recesivo que conduce a la absorción excesiva de hierro alimentario y a una sobrecarga posterior de hierro en algunos órganos, incluso el hígado.[
La deficiencia de AAT es un trastorno hereditario que afecta los pulmones, el hígado y, con poca frecuencia, la piel. Se calcula que cerca de 100 000 personas en los Estados Unidos tienen deficiencia de AAT.[
La deficiencia de glucosa-6-fosfato-deshidrogenasa (G6PD) es un trastorno autosómico recesivo. También se conoce como enfermedad de Von Gierke y, con más frecuencia, como glucogenosis de tipo I o GT1. Las enzimas anormales afectadas en esta enfermedad son activas principalmente en el hígado y los riñones. La incidencia de la GT1 es de 1 por 100 000 nacidos vivos. Se reconoce que el CHC es una complicación tardía de la GT1.[
La PCT resulta de la actividad deficiente del uroporfirinógeno hepático; la porfiria aguda intermitente (PAI), también conocida como porfiria sueca, se caracteriza por la actividad deficiente del porfobilinógeno. La prevalencia de PCT en los Estados Unidos es de 1 en 25 000.[
La enfermedad de Wilson (degeneración hepatolenticular) obedece a una anomalía genética heredada de manera autosómica recesiva que conduce a la deficiencia del transporte celular del cobre. La prevalencia en todo el mundo es de cerca de 1 en 30 000 nacidos vivos.[
Referencias:
Hígado graso no alcohólico
El hígado graso no alcohólico (HGNA) se diagnostica cuando la esteatosis hepática no se puede explicar por el consumo de bebidas alcohólicas o una infección vírica.[
Aunque tanto el HGNA como la EHNA tienen diferente importancia clínica, con frecuencia se combinan en una entidad clínica conocida como enfermedad por hígado graso no alcohólico (EHGNA). Aunque se dispone de cálculos de prevalencia y mediciones de RR para la EHGNA y EHNA, no se dispone de los mismos para el HGNA. Sin embargo, los cálculos para EHGNA pueden proporcionar un límite superior para el HGNA.
En los Estados Unidos, se calcula que la prevalencia de EHGNA es de 25 %.[
Síndrome metabólico
El síndrome metabólico se diagnostica cuando hay por lo menos 3 de 5 factores de riesgo metabólico (adiposidad central, concentraciones altas de triglicéridos, concentraciones bajas de lipoproteínas de alta densidad, concentraciones altas de glucemia en ayunas e hipertensión).[
En un metanálisis de más de 7000 casos de CHC provenientes de 5 estudios, se calculó un cociente de riesgos de 1,8 (IC 95 % 1,37–2,40) para un diagnóstico de SM.[
Con frecuencia el SM y la EHGNA son afecciones comórbidas. Se calculó que la prevalencia de SM entre pacientes con EHGNA era del 42,5 % en un metanálisis en el que se incluyeron estudios realizados en todo el mundo.[
Aunque solo en pocos estudios se examinó la resistencia a la insulina, la hipertensión y la dislipidemia, hay indicios de que las dos primeras se relacionan con un aumento en el riesgo de CHC.[
Obesidad
La obesidad se ha evaluado en forma extensa como factor de riesgo para el CHC y, en la mayoría de los casos, se observó que hay un vínculo. En un estudio prospectivo multicéntrico de cohortes realizado en Europa con 177 casos de CHC, se analizó la obesidad central, medida por el cociente cintura-cadera; se observó un aumento de más de tres veces del riesgo de CHC en el tercil más alto (hombres, ≥ 27,81; mujeres, ≥ 26,65), en comparación con el tercil más bajo (RR, 3,51; IC 95 %, 2,09–5,87), después del ajuste por varios factores potenciales de confusión, incluso el consumo de bebidas alcohólicas.[
Se calcula que la EHGNA se presenta hasta en el 90 % de las personas obesas.[
Diabetes de tipo 2
La diabetes de tipo 2 se ha evaluado en forma extensa como factor de riesgo para el CHC y, en la mayoría de los casos, se observó que hay un vínculo. El metanálisis más reciente de diabetes y CHC se publicó en 2012.[
Se calcula que la EHGNA se presenta hasta en el 70 % de las personas con diabetes de tipo 2.[
Referencias:
Vacunación contra el virus de la hepatitis B
Las vacunas contra el virus de la hepatitis B (VHB) están disponibles para la prevención de la infección por el VHB desde principios de la década de 1980.[
Las pruebas epidemiológicas sobre la capacidad de la vacuna contra la hepatitis B para reducir el cáncer hepatocelular (CHC) provienen de los estudios de seguimiento de niños y el riesgo de cáncer de hígado infantil. En un ensayo controlado aleatorizado por conglomerados de la vacunación contra el VHB para 75 000 recién nacidos en Qidong, China (un área donde el VHB es endémico), la tasa de incidencia del cáncer primario de hígado en el grupo de vacunación al nacer comparado con el grupo control (68 % de quienes recibieron la vacunación de rescate entre los 10 y 14 años) fue de 0,16 (intervalo de confianza [IC] 95 %, 0,03-0,77).[
Es demasiado pronto para saber si la vacunación neonatal también reducirá el riesgo de CHC más tarde en la edad adulta y no se han publicado datos sobre el efecto de la vacunación en la edad adulta. De todos modos, la vacunación a cualquier edad antes de la infección debería reducir el riesgo de CHC. Los modelos matemáticos indican que la vacunación neonatal contra el VHB conducirá en última instancia a la eliminación mundial del 70 % al 85 % de los casos de CHC relacionados con el VHB.[
Tratamiento de la infección crónica por el virus de la hepatitis B
La vacunación ampliada y prolongada contra el VHB reducirá a la larga el grupo de personas con infección crónica por el VHB; sin embargo, en el futuro inmediato es necesario reducir al mínimo las consecuencias posteriores de la infección crónica, incluso el riesgo de CHC. Las opciones de tratamiento para los portadores crónicos del VHB son el interferón y la terapia con análogos de nucleósidos o de nucleótidos (AN). El interferón se usa en pacientes jóvenes que desean un tratamiento breve y tienen una enfermedad hepática bien compensada,[
El grado de reducción del riesgo de CHC con la terapia de AN ha sido casi constante en todos los estudios, con pacientes tratados que exhiben cerca de la mitad del riesgo de aquellos que no reciben tratamiento con AN.[
La administración de lamivudina y adefovir a veces produce resistencia que conduce a una nueva elevación del riesgo de CHC.[
Disponibilidad de alimentos no contaminados con aflatoxina B1
En Qidong, China, las tasas de cáncer primario de hígado son excepcionalmente altas debido a la infección crónica endémica por el VHB y un suministro de alimentos (predominantemente, maíz) con índices altos de contaminación por aflatoxina B1. Las reformas agrícolas establecidas en la década de 1980 condujeron a una mayor disponibilidad de arroz que, por lo general, tiene concentraciones más bajas de aflatoxina B1. Se utilizó un registro poblacional de cáncer para examinar la mortalidad por cáncer primario de hígado en Qidong entre residentes nacidos antes de 2002, el año en que se estableció la vacunación universal contra el VHB de los recién nacidos. En ese grupo, se observó una reducción superior al 50 % en la mortalidad por cáncer primario de hígado a partir del momento de la disponibilidad de arroz no contaminado. Se calcula que alrededor del 80 % del beneficio se encuentra entre los infectados por el VHB.[
Referencias:
Tratamiento del virus de la hepatitis C con antivíricos de acción directa
El tratamiento con antivíricos de acción directa (AAD) conduce a la eliminación de la infección por el virus de la hepatitis C (VHC) en casi todos los pacientes.[
Los resultados de los estudios sobre el riesgo de cáncer hepatocelular (CHC) después de alcanzar una RVS han sido contradictorios; en algunos se observaron aumentos del riesgo después del tratamiento.[
La evidencia más sólida hasta la fecha sobre el tratamiento con AAD y el riesgo de CHC se obtuvo en un estudio de cohortes con más de 22 000 veteranos estadounidenses que recibieron tratamiento con AAD para la infección por el VHC.[
Uso de estatina en adultos con el virus de la hepatitis B o el virus de la hepatitis C
Las estatinas, también conocidas como inhibidores de 3-hidroxi-3-metil-glutaril coenzima A (HMG-CoA)–reductasa, son medicamentos que reducen el colesterol. Las estatinas participan en la regulación de la proliferación celular, apoptosis y progresión tumoral en los pacientes de cáncer. Se informó que el uso de estas en el momento del diagnóstico se relaciona con una reducción en el riesgo de cáncer y una mejora en la supervivencia. En una revisión sistemática y metanálisis previos, se observó que el uso de estatina se vinculó con una reducción en la mortalidad por cáncer y la progresión general en los pacientes que comenzaron a recibir estatina después del diagnóstico de cáncer.[
Referencias:
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Incidencia, mortalidad y supervivencia
Se actualizaron las estadísticas con el número estimado de casos nuevos y defunciones para 2022 (se citó a la American Cancer Society como referencia 2).
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Se sugiere citar la referencia bibliográfica de este sumario del PDQ de la siguiente forma:
PDQ® sobre los exámenes de detección y la prevención. PDQ Prevención del cáncer de hígado (hepatocelular). Bethesda, MD: National Cancer Institute. Actualización: <MM/DD/YYYY>. Disponible en: https://www.cancer.gov/espanol/tipos/higado/pro/prevencion-higado-pdq. Fecha de acceso: <MM/DD/YYYY>.
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Última revisión: 2022-03-10
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