¿Por qué vacunarse?
Las vacunas pueden prevenir enfermedades. La vacunación infantil es esencial porque ayuda a proporcionar inmunidad antes de que los niños se expongan a enfermedades potencialmente mortales.
Difteria, tétanos y tos ferina (DTaP)
- La difteria (D) puede provocar dificultad para respirar, insuficiencia cardíaca, parálisis o la muerte.
- El tétanos (T) causa rigidez dolorosa de los músculos. El tétanos puede provocar problemas de salud graves, como no poder abrir la boca, tener problemas para tragar y respirar o la muerte.
- La tos ferina (aP), también conocida como “tos convulsa”, puede causar tos violenta e incontrolable que dificulta la respiración, la alimentación o la bebida. La tos ferina puede ser extremadamente grave, especialmente en bebés y niños pequeños, y causar neumonía, convulsiones, daño cerebral o la muerte.
Enfermedad por Hib (Haemophilus influenzae tipo b)
La Haemophilus influenzae tipo b puede causar muchos tipos diferentes de infecciones. Las bacterias de la Hib pueden causar enfermedades leves, como infecciones de oído o bronquitis, o pueden causar enfermedades graves, como infecciones de la sangre. La infección por Hib también puede causar neumonía; hinchazón grave en la garganta, lo que dificulta la respiración; e infecciones de la sangre, las articulaciones, los huesos y la cubierta del corazón. La infección grave por Hib, también llamada “enfermedad invasiva por Hib”, requiere tratamiento en un hospital y a veces puede provocar la muerte.
Hepatitis B
La Hepatitis B es una enfermedad hepática que puede causar una enfermedad leve que dura unas semanas, o puede provocar una enfermedad grave de por vida. La infección aguda por hepatitis B es una enfermedad a corto plazo que puede provocar fiebre, fatiga, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, ictericia (piel u ojos amarillos, orina oscura, deposiciones de color arcilla) y dolor en los músculos, las articulaciones y el estómago. La infección crónica por hepatitis B es una enfermedad a largo plazo que se produce cuando el virus de la hepatitis B permanece en el cuerpo de una persona. La mayoría de las personas que desarrollan hepatitis B crónica no tienen síntomas, pero sigue siendo muy grave y puede provocar daño hepático (cirrosis), cáncer de hígado y muerte.
Enfermedad neumocócica (PCV)
La enfermedad neumocócica se refiere a cualquier enfermedad causada por bacterias neumocócicas. Estas bacterias pueden causar muchos tipos de enfermedades, incluida la neumonía, que es una infección de los pulmones. Además de la neumonía, las bacterias neumocócicas también pueden causar infecciones del oído, sinusitis, meningitis (infección del tejido que cubre el cerebro y la médula espinal) y bacteriemia (infección de la sangre). La mayoría de las infecciones neumocócicas son leves. Sin embargo, algunos pueden provocar problemas a largo plazo, como daño cerebral o pérdida de la audición. La meningitis, la bacteriemia y la neumonía causadas por la enfermedad neumocócica pueden ser mortales.
Poliomielitis
La polio (o poliomielitis) es una enfermedad discapacitante y potencialmente mortal causada por el virus de la polio, que puede infectar la médula espinal de una persona y provocar parálisis. La mayoría de las personas infectadas con el virus de la polio no tienen síntomas y muchas se recuperan sin complicaciones. Algunas personas infectadas con poliovirus experimentarán dolor de garganta, fiebre, cansancio, náuseas, dolor de cabeza o dolor de estómago, y la mayoría de las personas con estos síntomas también se recuperarán sin complicaciones. Un grupo más pequeño de personas desarrollará síntomas más graves: parestesia (sensación de hormigueo en las piernas), meningitis (infección de la cubierta de la médula espinal y/o el cerebro) o parálisis (no puede mover partes del cuerpo) o debilidad en los brazos, las piernas o ambos. La parálisis puede provocar discapacidad permanente y la muerte.