Generalidades
Todos tenemos una "mala noche" de vez en cuando. El ladrido de perros, el bramido del viento o comer en exceso pueden hacer más difícil dormir. Se calcula que el 35% de los adultos tienen problemas del sueño ocasionales, que pueden tener muchas causas.
Insomnio
El término médico para la dificultad para dormirse o permanecer dormido es insomnio. El insomnio puede incluir:
- Dificultad para conciliar el sueño (dormirse toma más de 45 minutos).
- Despertarse frecuentemente, con incapacidad para volver a dormirse.
- Despertarse temprano por la mañana.
- Sentirse muy cansado después de una noche de sueño.
Por lo general, el insomnio no es un problema a menos que le haga sentir cansado durante el día. Si tiene menos sueño por la noche o se despierta temprano pero, de todos modos, se siente descansado y alerta, por lo general no hay de qué preocuparse. Afortunadamente, las medidas de tratamiento en el hogar alivian exitosamente el insomnio ocasional.
El insomnio ocasional puede ser causado por ruido, temperaturas extremas, descompensación horaria ("jet lag"), cambios en el entorno donde duerme o un cambio en sus hábitos de sueño, como trabajar por turnos. El insomnio también puede ser causado por acontecimientos estresantes de la vida temporales o por una situación en particular, como un evento traumático o el vencimiento de un plazo inminente. Es probable que su insomnio desaparezca cuando desaparezca la causa de sus problemas del sueño.
- El insomnio a corto plazo puede durar desde algunas noches hasta algunas semanas y puede ser causado por una preocupación sobre una situación estresante o por descompensación horaria.
- El insomnio a largo plazo, que puede durar meses o incluso años, puede ser causado por:
- El avance de la edad. El insomnio ocurre con más frecuencia en adultos mayores de 60 años.
- Problemas de salud mental, como ansiedad, depresión o manía.
- Medicamentos. Muchos medicamentos recetados y sin receta pueden causar problemas del sueño.
- Dolor crónico, que a menudo se desarrolla después de una lesión o una enfermedad importantes, como culebrilla (herpes zóster) o problemas de espalda, o después de que se ha amputado una extremidad (dolor del miembro fantasma).
- Otros problemas que interrumpen el sueño, como asma, enfermedad de las arterias coronarias, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o menopausia.
- El uso o la abstinencia de alcohol y drogas ilegales.
- Fumar cigarrillos y usar otros productos de tabaco.
- Beber o comer alimentos que contienen cafeína, como café, té, chocolate o gaseosas (por ejemplo, Coke, Pepsi o Mountain Dew).
Apnea del sueño
La apnea del sueño es uno de varios trastornos del sueño. La apnea del sueño se refiere a episodios reiterados en los que no se respira durante el sueño por, al menos, 10 segundos (episodios apneicos). Por lo general, es causada por una obstrucción en la nariz, la boca o la garganta (vías respiratorias superiores). Cuando el flujo de aire que pasa a través de la nariz y la boca es obstruido, la respiración podría cortarse por 10 segundos o más. Por lo general, las personas que tienen apnea del sueño roncan fuerte y están muy cansadas durante el día. Puede afectar a niños y a adultos.
Narcolepsia
La narcolepsia es un trastorno del sueño con síntomas definidos, que incluyen:
- Ataques repentinos de sueño, que pueden ocurrir durante cualquier tipo de actividad en cualquier momento del día. Podría dormirse mientras está realizando una actividad como cenar, conducir el automóvil o mantener una conversación. Estos ataques de sueño pueden ocurrir varias veces al día y pueden durar desde algunos minutos hasta varias horas.
- Períodos repentinos y breves de debilidad muscular mientras está despierto (cataplejía). Esta debilidad puede afectar grupos de músculos específicos o puede afectar todo el cuerpo. A menudo, la cataplejía surge como consecuencia de reacciones emocionales fuertes, como reír o llorar.
- Alucinaciones inmediatamente antes de un ataque de sueño.
- Breve pérdida de la capacidad para moverse cuando está quedándose dormido o al momento de despertarse (parálisis del sueño).
Parasomnias
Las parasomnias son actividades físicas involuntarias que ocurren durante el sueño y que involucran actividad del músculo esquelético, cambios en el sistema nervioso, o ambos. Los terrores nocturnos y el sonambulismo son dos tipos de parasomnias. Dormir puede ser difícil para personas que experimentan parasomnias. Mientras "duerme", una persona con parasomnia puede caminar, gritar, reacomodar muebles, comer alimentos extraños o tomar un arma.
La parasomnia puede causar actividades extrañas, angustiantes y a veces peligrosas por la noche. Estos trastornos tienen causas que pueden explicarse médicamente y, por lo general, son tratables.
Síndrome de las piernas inquietas
El síndrome de las piernas inquietas (RLS, por sus siglas en inglés) es una afección que produce una sensación intensa de molestia, dolor o contracciones musculares (fasciculaciones) bien dentro de las piernas. Las sacudidas involuntarias pueden afectar los dedos de los pies, los tobillos, las rodillas y la cadera. Por lo general, mover las piernas o caminar alivia la molestia durante un período corto.
No se conoce la causa exacta del síndrome de las piernas inquietas. La mayoría de las veces, los síntomas del síndrome de las piernas inquietas ocurren mientras una persona está dormida o está tratando de dormirse. Las contracciones musculares o sacudidas involuntarias de las piernas podrían despertar a la persona y causar insomnio, sueño intranquilo y somnolencia durante el día.
Cuando un problema del sueño o la falta de tiempo impiden que duerma bien por la noche, puede ocurrir somnolencia excesiva durante el día. Si bien casi todas las personas experimentan somnolencia durante el día cada tanto, esta puede tener graves consecuencias, como accidentes automovilísticos, mal rendimiento escolar o laboral y accidentes relacionados con el trabajo.
Los problemas del sueño pueden ser un síntoma de un problema médico o de salud mental. Es importante considerar si un problema de salud médico o mental está haciendo que duerma mal. Tratar un problema del sueño a largo plazo sin buscar la causa puede esconder el motivo real de su sueño deficiente.
Revise sus síntomas para decidir si debería consultar a un médico y cuándo debería hacerlo.