Conceptos básicos de la afección
¿Qué es el síndrome de vejiga dolorosa?
El síndrome de vejiga dolorosa, también llamado cistitis intersticial, es una afección que provoca dolor en la vejiga o la pelvis. El dolor puede ser intenso. También provoca una necesidad frecuente y urgente de orinar.
¿Cuál es la causa del síndrome de vejiga dolorosa?
Algunos médicos piensan que el síndrome de vejiga dolorosa puede estar causado por cambios anormales en el revestimiento de la vejiga. Pero no está claro cuál es la causa.
¿Cuáles son los síntomas?
El dolor provocado por el síndrome de vejiga dolorosa puede empeorar cuanto más espere antes de orinar. Es habitual sentir más dolor a medida que se llena la vejiga y cierto alivio después de orinar. Otros síntomas son orinar con frecuencia, sentir una necesidad constante de orinar, tener dolor durante o después de las relaciones sexuales y tener dolor en el vientre o la pelvis.
¿Cómo se diagnostica?
Para diagnosticar el síndrome de vejiga dolorosa, es posible que el médico le realice una prueba llamada cistoscopia, en la que se utiliza un tubo delgado con luz para ver el interior de la vejiga. También puede hacerse un análisis de orina para descartar otros problemas, como una infección urinaria.
¿Cómo se trata el síndrome de vejiga dolorosa?
El tratamiento puede incluir:
- Entrenamiento de la vejiga.
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Para ayudar a la vejiga a acostumbrarse a retener más orina con comodidad, usted puede aumentar lentamente el tiempo entre micciones durante el día (no mientras duerme).
- Si se da cuenta de que orina cada 30 minutos, por ejemplo, puede fijarse un horario para ir cada 45 minutos durante el día.
- Si eso funciona durante una semana, podrá aumentar el tiempo a cada 60 minutos.
- Vaya subiendo poco a poco hasta llegar a las 2 horas y media.
- Fisioterapia.
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Un fisioterapeuta puede enseñarle ejercicios para relajar los músculos de la parte inferior del abdomen, de la ingle y de las nalgas. Tal vez quiera ver a un fisioterapeuta que esté capacitado especialmente en terapia para el piso pélvico.
- Medicamentos.
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- Los medicamentos que se toman por vía oral (medicamentos orales) incluyen la amitriptilina, el polisulfato de pentosano, los antihistamínicos y los antiinflamatorios.
- Los medicamentos que se introducen en la vejiga (instilaciones vesicales) suelen combinarse con otros medicamentos. Entre ellos se incluyen medicamentos como el dimetilsulfóxido (DMSO), la lidocaína, la heparina y el bicarbonato de sodio.
- Asesoría psicológica.
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Un consejero profesional puede ayudarle a sobrellevar el dolor, el estrés y la depresión. También puede ayudarle unirse a un grupo de apoyo para personas con síndrome de vejiga dolorosa o dolor crónico.
- Otros tratamientos.
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Estos incluyen inyecciones de toxina botulínica en la vejiga y acupuntura. Estos tratamientos han sido útiles para algunas personas.
- Cirugía.
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Si ningún otro tratamiento ayuda, puede ser necesaria la cirugía. Puede hacerse para detener el dolor nervioso o ayudar con un problema como la distensión de la vejiga. Como último recurso, puede operarse para extirpar la vejiga.
Es posible que el médico le haga utilizar un diario de la vejiga para anotar la frecuencia con la que orina y la cantidad de orina que expulsa.
¿Cómo puede cuidarse en el hogar?
El médico le ayudará a controlar el dolor, pero también hay cosas que usted puede hacer. Aquí tiene algunas ideas:
- Tome los medicamentos exactamente como se los recetaron. Llame al médico si cree que está teniendo un problema con su medicamento.
- Evite cualquier comida o bebida que empeore su dolor de vejiga, como los alimentos muy ácidos.
- Compruebe si el uso de calor o frío ayuda a aliviar el dolor. Pruebe con un baño caliente, una almohadilla térmica o una bolsa de hielo.
- Encuentre formas de relajarse y reducir su estrés, como escuchar música relajante, darse un masaje o meditar.
- Pruebe el entrenamiento de la vejiga. Fije ciertos horarios para ir al baño y aumente lentamente el tiempo entre las visitas. Esto puede ayudar a alargar el tiempo que su vejiga puede contener la orina.
- Hable con un consejero. Busque uno que se haya capacitado en el control del dolor crónico.
- Fumar puede irritar la vejiga. Si fuma y necesita ayuda para dejar el hábito, hable con el médico.