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Trastorno del espectro autista—Generalidades
¿Qué es el trastorno del espectro autista?
El trastorno del espectro autista (ASD, por sus siglas en inglés) es un trastorno del desarrollo. Afecta el comportamiento de una persona y dificulta la comunicación y las interacciones sociales.
El ASD puede variar de leve a grave. El tipo de síntomas que tiene una persona y su gravedad varían. Es posible que algunos niños no puedan desempeñarse sin recibir mucha ayuda de los padres y otros cuidadores. Otros niños pueden desarrollar habilidades sociales y verbales y llevar una vida independiente como adultos.
La mayoría de las personas con ASD siempre tendrá algo de dificultad para comunicarse o interactuar con los demás. Pero el diagnóstico y tratamiento tempranos han ayudado a más y más personas con ASD a llevar una vida plena y a hacer cosas como ir a la universidad y tener un trabajo.
El trastorno del espectro autista ahora incluye afecciones que solían diagnosticarse por separado. Estas incluyen el autismo, el síndrome de Asperger, el trastorno generalizado del desarrollo y el trastorno desintegrativo de la infancia. Usted o su médico podrían seguir usando cualquiera de estos términos para describir su afección.
¿Qué causa el trastorno del espectro autista?
Se desconoce la causa exacta del ASD.
Declaraciones falsas en las noticias han hecho que algunos padres tengan inquietudes acerca de que haya una conexión entre el ASD y las vacunas. Pero los estudios no han encontrado ningún vínculo entre las vacunas y el ASD. Es importante asegurarse de que su hijo reciba todas las vacunas infantiles. Estas ayudan a evitar que su hijo contraiga enfermedades graves que pueden causarle daño o incluso la muerte.nota 1
¿Qué aumenta el riesgo del trastorno del espectro autista?
El ASD tiende a darse en las familias, por lo que los expertos opinan que puede ser algo que se hereda. Los científicos están tratando de averiguar exactamente qué genes pueden ser responsables de transmitir el ASD en las familias. El ASD tiende a ocurrir con más frecuencia en personas que tienen ciertas afecciones genéticas. Estas pueden incluir el síndrome del cromosoma X frágil y la esclerosis tuberosa.
Algunas cosas aumentan las probabilidades de que usted tenga un bebé con ASD. Estas cosas se llaman factores de riesgo.
El riesgo de tener un bebé con ASD es mayor si uno de los padres biológicos:
- Tiene una edad más avanzada.
- Tiene otro hijo con ASD.
- Tiene antecedentes familiares de problemas de aprendizaje.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas suelen notarse para cuando el niño tiene 2 años. Pero si los síntomas son graves, el padre o la madre puede notarlos tan pronto como cuando el niño tiene 12 meses de edad.
En la mayoría de los casos, los padres primero notan que su hijo pequeño aún no ha comenzado a hablar y que no actúa como otros niños de la misma edad. A veces, un niño con ASD puede comenzar a hablar al mismo tiempo que otros niños de la misma edad. Pero luego quizás deje de adquirir nuevas habilidades o pierda sus habilidades sociales y lingüísticas.
Los síntomas del ASD incluyen:
- Un retraso a la hora de aprender a hablar o no hablar en absoluto. O un niño podría no usar gestos o no señalar, o no responder a los gestos o a la acción de señalar. Un niño puede parecer sordo, aunque las pruebas de audición sean normales.
- Comportamientos, intereses y juegos que el niño repite o utiliza en exceso. Los ejemplos incluyen el balanceo repetitivo del tronco, un apego inusual a ciertos objetos y disgustarse mucho cuando cambian las rutinas.
El comportamiento y los síntomas pueden variar de leves a graves. Los padres a menudo dicen que su hijo con ASD prefiere jugar solo y no mira a los ojos a otras personas.
Las personas con ASD también pueden tener otros problemas, como problemas del habla y el lenguaje, problemas para dormir y convulsiones. También pueden tener trastorno por déficit de atención con hiperactividad (ADHD, por sus siglas en inglés), depresión o ansiedad.
¿Cómo se diagnostica el trastorno del espectro autista?
No hay una prueba única para diagnosticar el ASD. El diagnóstico del ASD implica una combinación de preguntas de detección, valoraciones y una evaluación de cómo el niño se comporta e interactúa con los demás.
Como padre, usted es quien mejor conoce a su hijo y es su mejor defensor. Si está preocupado, comparta sus observaciones con el médico. Su opinión podría ayudar a su hijo a obtener la ayuda que necesita.
Las preguntas de detección generalmente se hacen en las consultas preventivas del niño a los 18 y a los 24 meses. Pero es posible que se hagan antes si a usted le preocupa que su hijo presente signos de ASD. Las preguntas cubren la manera en la que su hijo habla, se mueve e interactúa con los demás. Las respuestas ayudan al médico a saber cómo se está desarrollando su hijo y si hay señales de un problema que pudiera estar relacionado con el ASD.
Si su médico cree que su hijo puede tener ASD, es posible que lo envíe a un especialista, como un pediatra del desarrollo, un psiquiatra o psicólogo infantil o un neuropsicólogo.
El especialista le preguntará sobre los antecedentes médicos de su hijo y le hará un examen físico. El especialista también hará lo siguiente:
- Le preguntará sobre la conducta de su hijo y cómo interactúa con los demás.
- Observará cómo su hijo interactúa con los demás y cómo se comporta mientras juega o mientras hace tareas específicas.
Esto puede ayudarle a saber si su hijo tiene ASD o si tiene un problema diferente, como un retraso en el lenguaje o ASD y otra afección. Las pruebas también ayudan a conocer la gravedad de los síntomas y a identificar los puntos fuertes y débiles de su hijo. Todo esto puede ayudar al médico a decidir la mejor manera de tratar a su hijo.
¿Cómo se trata?
Las metas del tratamiento para el ASD son las siguientes:
- Reducir los síntomas del ASD.
- Apoyar el aprendizaje y el desarrollo en el hogar y la escuela.
El tratamiento temprano del ASD le brinda las herramientas y el apoyo para ayudar a su hijo a llevar la mejor vida posible.
El tipo de tratamiento que su hijo necesite depende de los síntomas. Estos son diferentes para cada niño. Y el tratamiento puede cambiar con el tiempo. Debido a que las personas que tienen ASD son tan diferentes, algo que ayuda a una persona podría no ayudar a otra. Colabore con todas las personas que están involucradas en la educación y el cuidado de su hijo para encontrar la mejor manera de ayudar a controlar los síntomas y ayudar a que su hijo se desarrolle de la mejor manera posible.
El tratamiento puede incluir:
- Instrucción y corrección conductual. Este enfoque premia el comportamiento apropiado (refuerzo positivo) para enseñar a los niños habilidades sociales y para enseñarles maneras de comunicarse y ayudarse a sí mismos a medida que se desarrollan. Y este enfoque le enseña a trabajar con su hijo en casa y ayudarle a practicar nuevas habilidades.
- Terapias especializadas, según las necesidades de su hijo. Estas pueden incluir la terapia del habla y la terapia ocupacional.
- Medicamentos. Estos pueden usarse para tratar los síntomas del ASD, como irritabilidad e hiperactividad. A veces, también se utilizan medicamentos para tratar otros problemas como la ansiedad, la depresión o los comportamientos obsesivo-compulsivos.
¿Cómo puede afrontar su familia el hecho de tener un hijo con trastorno del espectro autista?
Una parte importante del plan de tratamiento de su hijo es asegurarse de que otros miembros de la familia reciban capacitación sobre el ASD y cómo ayudar a controlar los síntomas. La capacitación puede reducir el estrés familiar y ayudar a su hijo a desempeñarse mejor. Algunas familias necesitan más ayuda que otras.
Aproveche todo tipo de ayuda que pueda encontrar. Hable con su médico sobre la ayuda disponible en el lugar donde vive. La familia, los amigos, las agencias públicas y las organizaciones para el trastorno del espectro autista se encuentran entre los posibles recursos.
Recuerde estos consejos:
- Infórmese sobre el ASD. Aprender todo lo que pueda sobre el ASD puede ayudarle a saber cómo ayudar a su hijo a desarrollar su independencia.
- Planifique descansos. Las demandas diarias de cuidar a un niño con ASD pueden pasar factura. Los descansos planificados le ayudarán a conectarse con otros miembros de su familia o tener tiempo para sí mismo.
- Tómese tiempo para hacer una actividad que disfrute, aunque solo pueda hacerla durante unos minutos al día.
- Obtenga ayuda adicional cuando su hijo se haga mayor. Los años de la adolescencia pueden ser muy difíciles para los niños con ASD. Los servicios comunitarios y los programas públicos pueden ayudar.
- Póngase en contacto con otras familias que tienen niños con ASD. Puede hablar sobre sus problemas y compartir consejos con personas que lo comprenden.
- Haga planes para el futuro de su hijo. A medida que su hijo crezca, piense en dónde vivirá su hijo adulto y qué recursos de capacitación y empleo puede necesitar. Además, tome medidas para garantizar que su hijo adulto cuente con la atención y los recursos adecuados durante toda su vida. Averigüe si su hijo cumple con los requisitos para recibir asistencia.
- Concéntrese en las fortalezas de su hijo. Como cualquier otro niño, su hijo tiene puntos fuertes y débiles. Ayude a desarrollar esas fortalezas alentando a su hijo a explorar sus intereses en casa y en la escuela.