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Trastornos temporomandibulares

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Huesos de la cabeza

¿Qué son los trastornos temporomandibulares (TMD)?

Trastornos temporomandibulares (TMD) es el nombre que se les da a varios problemas en el movimiento de la mandíbula acompañados de dolor en las articulaciones de la mandíbula y alrededor de estas.

Es posible que escuche que a los TMD también se los llama problemas TMJ (por sus siglas en inglés) o TM.

Las articulaciones de la mandíbula o articulaciones temporomandibulares (TM) conectan la mandíbula (el maxilar inferior) con el cráneo. Estas articulaciones flexibles se utilizan más que cualquier otra articulación en el cuerpo. Permiten que la mandíbula se abra y se cierre para hablar, masticar, tragar, bostezar y hacer otros movimientos.

Muchas personas tienen problemas en el movimiento de la mandíbula y dolor en las articulaciones de la mandíbula o alrededor de estas en algún momento de sus vidas. Estos problemas en las articulaciones y los músculos son complejos. Así que encontrar el diagnóstico y el tratamiento adecuados para TMD podría llevar algo de tiempo.

¿Cuáles son los síntomas?

Los trastornos temporomandibulares (TMD) pueden afectar la mandíbula y las articulaciones de la mandíbula, así como los músculos de la cara, del hombro, de la cabeza y del cuello. Los síntomas comunes incluyen dolor articular, dolor muscular, dolores de cabeza, ruidos de las articulaciones, problemas para abrir completamente la boca y traba de la mandíbula.

En la mayoría de los casos, los síntomas de TMD son leves y no duran mucho. Tienden a aparecer y desaparecer sin empeorar y por lo general desaparecen sin atención médica.

Algunas personas que tienen TMD desarrollan síntomas a largo plazo (crónicos). El dolor crónico o dificultad para mover la mandíbula podrían afectar el hablar, el comer y el tragar. Esto podría afectar la sensación general de bienestar de una persona.

¿Cuál es la causa de los trastornos temporomandibulares?

La causa más común de síntomas del TMD es la tensión muscular, desencadenada a menudo por el estrés. Cuando tiene estrés, podría tener el hábito de hacer rechinar o apretar los dientes. Estos hábitos pueden agotar los músculos de la mandíbula y dar lugar a un ciclo de espasmos musculares, daño en los tejidos, dolor, músculos adoloridos y más espasmos.

Los TMD pueden empezar cuando hay un problema en la articulación en sí misma, como:

  • Una lesión de la articulación o de los tejidos circundantes.
  • Problemas en la forma de la articulación.
  • Enfermedades articulares, como osteoartritis o artritis reumatoide.
  • Deslizamiento del disco articular que amortigua la articulación fuera de lugar.

¿Cómo se diagnostica un trastorno temporomandibular?

Aunque no hay una forma única de identificar un TMD, es muy probable que su médico pueda revisar su afección con un examen físico y haciéndole preguntas acerca de sus antecedentes de salud. En algunos casos, también se usa una radiografía, una tomografía computarizada (CT, por sus siglas en inglés) o un examen de imágenes por resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés) para verificar la presencia de problemas en el hueso o el tejido blando relacionados con síntomas del TMD.

¿Cómo se trata?

Por lo general, los síntomas de TMD desaparecen sin tratamiento. El tratamiento simple en el hogar a menudo puede aliviar el dolor leve de mandíbula. Existen medidas que usted puede tomar inicialmente para reducir el dolor.

  • Descansar la articulación de su mandíbula.
  • Utilizar medicamentos durante poco tiempo para reducir la hinchazón o relajar los músculos.
  • Colocarse una compresa de hielo o un paño tibio y húmedo en la mandíbula durante 15 minutos varias veces al día si esto le ayuda a que la mandíbula se sienta mejor. O puede alternar entre el calor húmedo y el frío. Abra y cierre la boca suavemente mientras usa la compresa de hielo o el calor.
  • Coma alimentos blandos. Y evite los alimentos gomosos y el chicle.

Recibir fisioterapia y aprender maneras de reducir el estrés también podrían ayudar a disminuir el dolor y los problemas de la articulación TM. Siga utilizando algunos de estos métodos con el tiempo para prevenir y manejar los síntomas que podrían reaparecer. Si el dolor es crónico o grave o es causado por problemas en la forma de la articulación, es posible que su médico le recomiende otros tratamientos.

Las tablillas (férulas), también llamadas placas de mordida, son un tratamiento dental común para los TMD. Las tablillas son por lo general piezas de plástico transparentes que se colocan entre los dientes superiores e inferiores. Ayudan a reducir el apriete y el rechinado de los dientes. Las tablillas se utilizan durante poco tiempo para no causar cambios permanentes en los dientes ni en la mandíbula.

Antes de intentar tratamientos como la cirugía o la remodelación o recorte de los dientes, piénselo bien. Estos tratamientos no pueden revertirse e incluso pueden dañar la articulación TM.

Para la mayoría de las personas, la cirugía no se utiliza para el tratamiento de los TMD. La cirugía tiene pocos beneficios, y existe la posibilidad de causar problemas más graves. Usted y su médico pueden sopesar cuidadosamente la decisión de realizarse una cirugía. Hablar con otro médico para tener una segunda opinión también puede ayudarle a tomar una decisión.

El dolor crónico puede provocar depresión, ansiedad y otros problemas. Si usted tiene dolor crónico, hable con su médico acerca de medicamentos y ejercicios mentales para manejar el dolor. Preste especial atención a cualquier tratamiento relacionado con la ansiedad o la depresión.

Causa

Causa

Los trastornos temporomandibulares (TMD) pueden ser el resultado de una única causa o, más comúnmente, de una combinación de causas.

Las principales causas de los TMD incluyen:

  • Tensión (rigidez) y espasmos musculares. La tensión muscular en la mandíbula, la cara, la cabeza, el cuello y los hombros podría hacer que usted sienta molestias, rigidez y dolor en la mandíbula, especialmente cuando la mueve. La tensión muscular podría ser:
    • El resultado de estrés, ansiedad y hábitos relacionados con el estrés, como apretar o hacer rechinar los dientes por el día o por la noche (bruxismo), masticar chicle en exceso o morderse las uñas.
    • Una reacción a lesiones o problemas estructurales dentro de la articulación.
  • Problemas en la estructura interna de la articulación, como:
    • Desplazamiento del disco que amortigua la articulación.
    • Enfermedad degenerativa, como la osteoartritis o la artritis reumatoide, que causa inflamación y destrucción de los tejidos de la articulación.
    • Tejido cicatricial o daño en el hueso causados por una lesión o un golpe accidentales a la mandíbula.
    • Una enfermedad, como un tumor, o problemas estructurales presentes en el momento del nacimiento (congénitos).

En muchos casos, los síntomas de TMD parecen ser causados tanto por tensión (rigidez) muscular como por una disfunción de la articulación. No siempre está claro cuál sucedió primero. Por ejemplo, la osteoartritis puede causar cambios en la articulación, que podrían producir luego espasmos musculares. Por el contrario, con el tiempo los espasmos musculares dificultan el funcionamiento de la mandíbula y pueden causar a la larga osteoartritis en la articulación de la mandíbula. Parece existir una relación similar entre la tensión muscular y el desplazamiento de disco dentro de la articulación.

El tratamiento ortodóntico y la mala oclusión no parecen desencadenar los TMD ni empeorarlos.

Cuando los problemas de la articulación de la mandíbula son causados por enfermedades como la artritis reumatoide, es importante tratar esa afección. Existen muchas otras afecciones que causan síntomas similares a los de los TMD, como las migrañas y las infecciones.

Síntomas

Síntomas

Por lo general, los síntomas de los trastornos temporomandibulares (TMD) son leves y temporales y generalmente no empeoran con el tiempo. Los síntomas comunes incluyen:

  • Dolor articular cuando la mandíbula se mueve, por ejemplo al abrir bien la boca, al masticar o al bostezar. Dicho dolor puede ocurrir:
    • Por lo general, de un lado de la mandíbula, pero puede darse de ambos lados.
    • En forma gradual o repentina, como cuando se muerde algo duro o después de un golpe a la mandíbula.
  • Dolor muscular o sensibilidad en la cara, los oídos, la cabeza, el cuello o los hombros.
  • Dolores de cabeza. En niños con TMD, los dolores de cabeza a menudo están relacionados con el hábito de hacer rechinar los dientes (bruxismo).
  • Crujidos, chasquidos, estallidos o chirridos que producen dolor y que suceden al abrir la mandíbula (podría ser una señal de desplazamiento de disco). Los crujidos y los chasquidos que no producen dolor son comunes y no requieren tratamiento.
  • Que la mandíbula se trabe en posición cerrada o abierta o que no se abra en forma completa (desplazamiento de disco). Si la mandíbula se traba durante más de un período breve, por lo general sucede un espasmo muscular a continuación.

A veces se desarrolla dolor alrededor del oído, con presión o zumbido en los oídos (tinnitus) con los TMD. Algunas personas que tienen estos síntomas informan que también tienen pérdida de la audición, aunque los resultados de las pruebas muestran que su audición es normal.

A menudo, los síntomas desaparecen por sí solos. Y es posible que recurran con el tiempo sin empeorar ni mejorar mucho. Es bastante común que haya molestias ocasionales en la articulación de la mandíbula o en los músculos de la masticación y por lo general esto no es un motivo de preocupación. Pero para algunas personas los síntomas pueden ser muy dolorosos e incapacitantes, y durar mucho tiempo.

Qué sucede

Qué sucede

El curso de los trastornos temporomandibulares (TMD) causados por la tensión muscular varía según la causa de la tensión muscular.

  • Si la tensión muscular está relacionada con una lesión única por uso excesivo (por ejemplo, tener la boca abierta durante mucho tiempo durante un examen dental), es posible que el dolor y las molestias desaparezcan sin tratamiento.
  • Si hay tensión muscular a largo plazo (crónica) debido a estrés, a ansiedad, a una lesión o a un golpe a la mandíbula, o a hábitos como hacer rechinar los dientes durante el sueño, el tratamiento (que incluye cambiar determinados hábitos) podría aliviar el dolor y las molestias. Si la tensión muscular crónica no se trata, podría causar cambios graduales en la estructura de la articulación u osteoartritis.

Los TMD causados por problemas en la estructura de la articulación de la mandíbula podrían:

  • Responder bien al tratamiento no quirúrgico (sin cirugía), si se tratan en forma temprana.
  • Empeorar, si no se tratan. Las consecuencias a largo plazo incluyen lesión del disco o de otros tejidos de la articulación, artritis o dolor crónico.

El dolor crónico

En algunos casos, los TMD pueden ser extremadamente dolorosos e incapacitantes y durar mucho tiempo. Ese dolor crónico puede afectar la calidad de vida general de una persona y aumentar el estrés, lo que hace que sea más difícil hacer un trabajo e interfiere en la vida personal. La depresión y la ansiedad son resultados comunes del dolor crónico. Los tratamientos pueden no aliviar el dolor debido a los efectos duraderos psicológicos y biológicos del dolor crónico. Estos efectos biológicos pueden conducir a una sensación de impotencia y cambios bioquímicos en el cuerpo que perpetúan el dolor. En estos casos, es especialmente importante buscar tratamiento para el dolor del TMD y para la depresión y la ansiedad relacionadas.

Qué aumenta el riesgo

Qué aumenta el riesgo

Los factores de riesgo de los trastornos temporomandibulares (TMD) incluyen:

  • Estrés y ansiedad, que pueden causar tensión en los músculos de la cara y de la mandíbula.
  • Hábitos repetitivos, como hacer rechinar los dientes (bruxismo), apretar los dientes, mascar chicle en exceso, comer alimentos duros o gomosos y morderse las uñas.
  • Hábitos que pueden causar tensión muscular, como dormir sobre un lado de la cara, o con la boca abierta, abrir mucho la boca al bostezar o cantar, o sostenerse la cabeza con la mandíbula entre las manos.
  • Una lesión en la mandíbula o en la cabeza. Los TMD pueden ser el resultado de un golpe directo a la mandíbula, al mentón o a la cabeza; de un latigazo cervical que afecte la cabeza o el cuello; de estirar la mandíbula en exceso mientras se realizan arreglos dentales o cirugía, u otras lesiones que podrían provocar daño en las articulaciones o tensión muscular.
  • La edad y el sexo. Los TMD son más comunes en adultos jóvenes (de 20 a 50 años) y en mujeres.nota 1
Cuándo pedir ayuda

Cuándo pedir ayuda

Llame de inmediato a su dentista o médico si ha tenido una lesión en la mandíbula o en la cara y:

  • Le duele mucho la mandíbula.
  • Tiene la mandíbula trabada en posición abierta o cerrada o no puede mover la mandíbula en forma fácil o suave (esto es señal de desplazamiento de disco, dislocación o fractura).
  • Su mandíbula parece estar deformada o hinchada.
  • Tiene hinchazón a los lados de la cara.
  • Los dientes ya no encajan entre sí normalmente al morder (mala oclusión).
  • Siente repentinamente un dolor de cabeza o un dolor de cuello intensos que no tiene motivo aparente o que es diferente de dolores de cabeza anteriores.

Llame a su dentista o médico si usted:

  • Siente dolor al mover la mandíbula (morder, masticar, tragar, hablar o bostezar) que no mejora después de 2 semanas de tratamiento en el hogar.
  • Ha tenido dolor de mandíbula durante mucho tiempo (crónico).
  • Tiene ansiedad, estrés o problemas relacionados con el trabajo causados por las molestias y el dolor en la mandíbula.
  • Sigue teniendo síntomas (como dolor con crujidos y estallidos o si se le traba la mandíbula) después de 2 semanas de tratamiento en el hogar.
  • Nota un cambio en la manera en que sus dientes encajan entre sí cuando cierra la boca.

A quién consultar

Su tratamiento para el trastorno temporomandibular (TMD) podría involucrar a varios profesionales de la salud diferentes.

La evaluación inicial puede ser realizada por un:

  • Dentista.
  • Médico de medicina familiar u otro profesional de la salud de atención primaria.

El diagnóstico y el tratamiento adicionales podrían ser realizados por un:

  • Dentista que se especialice en tratar los TMD.
  • Fisioterapeuta.
  • Experto en el dolor facial.
  • Cirujano oral y maxilofacial.

Cualquier tratamiento adicional podría ser provisto por un:

  • Profesional de la salud mental para el manejo del estrés.
  • Especialista en una clínica de dolor crónico (que a menudo se halla en una facultad de odontología o en un entorno hospitalario).
  • Fisioterapeuta.
  • Dietista registrado, especialmente si usted no puede comer alimentos sólidos.

Si un médico sugiere que usted pruebe un tratamiento que podría ocasionar cambios permanentes en la mandíbula, asegúrese de buscar una segunda opinión.

Los planes de salud y de seguro dental podrían no cubrir el diagnóstico ni el tratamiento del TMD. Debido a que algunas pruebas y tratamientos son bastante costosos, es posible que quiera verificar su cobertura antes de incurrir en gastos.

Exámenes y pruebas

Exámenes y pruebas

Actualmente, no existe ninguna prueba estándar ampliamente aceptada para identificar la causa de los trastornos temporomandibulares (TMD). Pero es muy probable que su dentista o médico pueda diagnosticar su afección en forma exacta con información de un historial médico y un examen físico.

La mayoría de los TMD son causados o empeorados por tensión (rigidez) muscular. Espere que su médico le sugiera un tratamiento que no involucre cirugía ni cambios permanentes en la mandíbula (tratamiento conservador) para aliviar el dolor de mandíbula, la tensión muscular y los problemas de la articulación TM.

Si usted tiene dolor repentino después de una lesión en la cara o en la mandíbula, es probable que su médico le ordene algún tipo de examen de diagnóstico por imágenes, como una radiografía, una tomografía computarizada (CT, por sus siglas en inglés) o un examen de imágenes por resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés).

Si el tratamiento conservador no ha funcionado

Si el tratamiento conservador no ha funcionado y su mandíbula queda trabada en su lugar (una señal de desplazamiento de disco), su dolor es intenso o crónico o si usted tiene otros problemas médicos, como artritis reumatoide, es posible que se necesiten otras pruebas. Por lo general, estas pruebas se hacen solo si conocer sus resultados podría cambiar su plan de tratamiento recomendado.

Si todavía tiene síntomas después del primer período de tratamiento, su médico podría comenzar a buscar problemas en la estructura de la articulación de la mandíbula. Otras pruebas podrían incluir:

  • Radiografía. Esta prueba puede confirmar si los huesos están desgastados, fracturados o desfigurados. Si se sospecha desplazamiento de disco, tomar radiografías podría ser útil para ver el tamaño del espacio articular. Un espacio articular angosto puede ser una señal de que el disco está afectado.
  • Examen de imágenes por resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés). Una vista de los tejidos blandos (ligamentos, músculos y disco articular) es de utilidad para mostrar el desplazamiento o daño de disco. Aunque es costoso, se cree que un MRI es la técnica de diagnóstico por imágenes más eficaz para evaluar los TMD que podrían involucrar problemas de disco.
Generalidades del tratamiento

Generalidades del tratamiento

La meta del tratamiento de los trastornos temporomandibulares (TMD) es aliviar el dolor en la mandíbula y restaurar el movimiento y la función normal de la mandíbula. Varios enfoques de tratamiento son eficaces. Los primeros tratamientos que se prueban para los TMD se llaman conservadores, porque son simples y temporales. No son invasivos ni permanentes. Pueden detenerse o revertirse. Incluyen analgésicos de venta libre y cuidado personal que puede hacerse en el hogar.

A menudo, simples medidas de tratamiento en el hogar pueden aliviar el dolor de mandíbula con éxito. Menos de 1 de cada 10 adultos tiene problemas o dolor de mandíbula que es tan grave que requiere tratamiento médico o dental.nota 1

Para los TMD crónicos relacionados con los músculos, la atención médica estándar puede incluir medidas para relajar los músculos, biorretroalimentación, manejo del estrés o terapia cognitivo-conductual.

Para el dolor crónico causado por un TMD, es importante buscar tratamiento para el dolor y para la depresión y ansiedad relacionadas.

Las tablillas dentales son el tratamiento dental más común para los TMD. Estas tablillas o placas de mordida se usan normalmente durante un período breve. Pueden ayudar a aliviar la tensión y el dolor muscular.

La mayoría de la gente no requiere arreglos dentales permanentes ni cirugía. Los arreglos dentales permanentes podrían incluir tratamientos ortodónticos que impliquen cambios permanentes en la mandíbula. En el mejor de los casos, los tratamientos permanentes o la cirugía pueden no funcionar mejor que la fisioterapia y los tratamientos temporales. En el peor de los casos, pueden causar daño irreversible. Si su médico recomienda cirugía u otros tratamientos que impliquen cambios permanentes, asegúrese de buscar una segunda opinión antes de comenzar el tratamiento.

  • Trastorno temporomandibular: ¿Debería someterme a una cirugía para el dolor de mandíbula?

Para pensar

A menudo, los problemas estructurales en la mandíbula, como el desplazamiento de disco, pueden mejorarse con un tratamiento conservador (no quirúrgico), especialmente cuando se tratan en forma temprana.

Los planes de seguro de salud y dentales podrían no cubrir el diagnóstico y tratamiento. Ya que algunas pruebas y tratamientos son bastante caros, es posible que quiera verificar su cobertura antes de incurrir en gastos.

Prevención

Prevención

Para prevenir los trastornos temporomandibulares (TMD), trate de reducir la tensión muscular en la mandíbula. Usted puede reducir la tensión muscular de esta manera:

  • Relájese. Si tiene mucho estrés y ansiedad en su vida, pruebe algunas técnicas de relajación. Vea el tema Manejo del estrés.
  • Aprenda a reconocer los momentos en los que está apretando los dientes. Practique mantener los dientes separados y júntelos solo al tragar o comer. Al conducir, evite apretar el volante con las dos manos, debido a que a menudo estará apretando los dientes también.
  • No use los músculos de la mandíbula en exceso ni los tensione. Evite masticar chicles, morderse las uñas, posar el mentón en la manos o sostener el auricular del teléfono entre el hombro y la mandíbula constantemente.
  • Cambie su dieta. Coma alimentos más blandos y use ambos lados de la boca para masticar los alimentos. Evite los alimentos duros o gomosos, como las palomitas de maíz, las manzanas, las zanahorias, los caramelos masticables, los panes duros y las roscas de pan ("bagels").
  • Mantenga una buena postura. Tener una mala postura podría perturbar la alineación natural de los músculos y los huesos faciales, y causar dolor.

En el pasado, se usaban diversos procedimientos, como la reparación dental y el tratamiento ortodóntico, para prevenir que los sonidos de la articulación se convirtieran en TMD. Tales medidas no solo son innecesarias, sino que también son potencialmente dañinas para la articulación que podría no empezar a doler nunca por su cuenta.

Vea Tratamiento en el hogar para conocer otras formas de prevenir o reducir la tensión muscular en la mandíbula.

Cuidado personal

Cuidado personal

Si sus síntomas de trastorno temporomandibular (TMD) son leves, pruebe un tratamiento en el hogar durante, al menos, 2 semanas. Si sus síntomas no mejoran o si empeoran durante este tiempo, llame a su médico o dentista.

El tratamiento en el hogar implica reducir el estrés, descansar la mandíbula (comiendo solo alimentos blandos o hechos puré), tomar medidas para reducir el dolor y ejercitar la mandíbula.

Para ayudar a aliviar el dolor y restablecer el funcionamiento de la mandíbula:

  • como calor húmedo, hielo o medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como ibuprofeno o naproxeno.
  • tal como se los hayan indicado su médico o su fisioterapeuta. Además, póngale atención a su mandíbula, y relájela cuando usted está tenso.
  • para disminuir la tensión de la mandíbula. Por ejemplo, evite los alimentos duros o masticables.
  • Maneje el estrés. Muchas personas tienden a apretar o tensionar los músculos cuando tienen estrés de cualquier tipo.
  • . Por ejemplo, use una buena postura para estar sentado o parado.

Si le han diagnosticado un TMD, estas medidas de tratamiento en el hogar optimizarán los tratamientos indicados por su médico o dentista, como la terapia con tablilla o la fisioterapia.

Medicamentos

Medicamentos

Usted puede usar medicamentos para aliviar el dolor de un trastorno temporomandibular (TMD). El uso a corto plazo de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), opioides, relajantes musculares o medicamentos antidepresivos puede aliviar o reducir la inflamación, controlar el dolor y relajar los músculos de la mandíbula. Sea prudente con los medicamentos. Lea y siga todas las instrucciones de la etiqueta.

Opciones de medicamentos

  • Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como ibuprofeno o naproxeno, se usan para tratar la inflamación y el dolor. Estos son los medicamentos que se usan más comúnmente para los TMD.
  • Los analgésicos opioides (como el acetaminofén con codeína o hidrocodona) se usan en algunos casos de dolor agudo e intenso. Debido a que los opioides son adictivos, por lo general no se toman a largo plazo.
  • Los relajantes musculares, como la ciclobenzaprina (Flexeril) o el diazepam (Valium), se usan en algunos casos de dolor agudo o espasmos musculares prolongados. Debido a que son adictivos, sedativos y pueden causar depresión o empeorarla, los relajantes musculares deben tomarse en la dosis más baja posible y por lo general no se usan a largo plazo.
  • Se usan dosis bajas de antidepresivos tricíclicos, como la amitriptilina, en casos de dolor crónico. Estos medicamentos podrían usarse también si tiene un patrón de sueño alterado, que puede hacer que rechine los dientes (bruxismo).

Para pensar

Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) no curan los TMD. Pero es posible que reduzcan el dolor y la inflamación, lo que permite que usted haga los ejercicios de mandíbula indicados que pueden iniciar el proceso de sanación. Es posible que le receten AINE en forma regular durante 1 o 2 semanas para ayudarle a reducir la inflamación aunque el dolor ya haya disminuido.

Es posible que su médico le recete un antidepresivo, no necesariamente debido a que usted tenga depresión, sino para ayudar a tratar el dolor crónico y el bruxismo nocturno.

Cirugía

Cirugía

Rara vez se usa una cirugía para tratar los trastornos temporomandibulares (TMD). El tratamiento quirúrgico no garantiza una cura y puede causar un mayor daño en la articulación temporomandibular. Debido a que la mayoría de los TMD pueden tratarse sin cirugía, la mayoría de los médicos cree que la cirugía debe ser la última opción y debe evitarse si es posible.

La cirugía podría ser una opción de tratamiento para usted si usted cumple las dos condiciones siguientes:

  • Otros tratamientos han fallado y el dolor crónico de mandíbula y la disfunción se han vuelto incapacitantes.
  • Existen problemas estructurales específicos y graves en la articulación de la mandíbula. Estos incluyen el tejido cicatricial en la zona de la articulación, problemas en la alineación de los huesos, fracturas o deterioro en los huesos y, en ocasiones, perforación o desplazamiento de disco.

Las metas de la cirugía para los TMD son:

  • Aliviar el dolor de la articulación de la mandíbula.
  • Corregir cualquier problema estructural.
  • Restablecer el funcionamiento normal de la mandíbula.
  • Trastorno temporomandibular: ¿Debería someterme a una cirugía para el dolor de mandíbula?

Opciones de cirugía

  • Artrocentesis. Esto no es una verdadera cirugía, ya que no se realiza ninguna incisión. Pero sí es un procedimiento invasivo hecho por un cirujano oral y maxilofacial.

La cirugía podría incluir:

  • Procedimientos artroscópicos, que incluyen lavar la zona de la articulación (lavaje), cortar o extirpar el tejido cicatricial que obstruye el movimiento de la articulación (lisis), cortar tejido que se ha acortado y que impide el funcionamiento de la articulación o recortar parte del disco.
  • Artroplastia de articulación abierta, que se usa para los problemas de articulación incapacitantes, que no se pueden alcanzar ni verse fácilmente mediante artroscopia.

Otro tipo de cirugía, que se llama reemplazo total de articulación, se realiza rara vez. Este procedimiento ha provocado a veces daño permanente de la mandíbula. El reemplazo total de articulación reemplaza la articulación de la mandíbula con piezas artificiales. En algunos casos, las piezas artificiales no han funcionado correctamente o se han roto. La tecnología disponible para esta cirugía aún se considera experimental y riesgosa.

Para pensar

La cirugía de articulación temporomandibular puede provocar aún más complicaciones relacionadas con el dolor o disfunción de la articulación.

En la mayoría de los casos de desplazamiento de disco, no se necesita cirugía. La terapia con tablillas (un tratamiento dental), el descanso de la mandíbula y la fisioterapia (que incluye el calor húmedo y los ejercicios de mandíbula seguidos de una compresa de hielo) pueden funcionar muy bien para tratar esta afección. Si este y otros tratamientos no quirúrgicos para relajar los músculos no tienen éxito, es posible que la artrocentesis trate su afección en forma eficaz.

Si usted está pensando en una cirugía, busque una segunda opinión acerca de su afección y su tratamiento.

Otro tratamiento

Otro tratamiento

Muchos tipos de tratamiento pueden aliviar los síntomas del trastorno temporomandibular (TMD) en forma exitosa. Distintos médicos recomiendan distintos tratamientos, cualquiera de los cuales podría funcionar para aliviar el dolor de la mandíbula y de la cara.

Si un médico recomienda que usted pruebe un tratamiento que podría ocasionar cambios permanentes en su mandíbula o en los dientes, busque una segunda opinión.

Otras opciones de tratamiento

Según su afección, es posible que una de las siguientes opciones sea más eficaz que otra. Las opciones seguras para el tratamiento de TMD incluyen:

  • Algunos tratamientos dentales, incluida la terapia con tablilla para aliviar la presión de la articulación TM.
  • .
  • Biorretroalimentación ("biofeedback").
  • .

Medicina complementaria

Los tratamientos que se consideran seguros y eficaces para algunas personas incluyen:

  • Acupuntura.
  • Hipnosis.

Para pensar

Muchos tipos diferentes de tratamiento para los trastornos temporomandibulares (TMD) tienen el potencial de aliviar su afección en forma exitosa. Si su problema está relacionado con la tensión muscular, es probable que cualquier tratamiento que le ayude a relajar los músculos de la mandíbula sin efectos adversos sea útil. Distintos tratamientos funcionan para distintas personas.

Existe gran variación entre los tratamientos, los costos y lo bien que funcionan.

Referencias

Referencias

Citas bibliográficas

  1. Scrivani SJ, et al. (2008). Temporomandibular disorders. New England Journal of Medicine, 359(25): 2693–2705.

Esta información no reemplaza el consejo de un médico. Ignite Healthwise, LLC, niega toda garantía y responsabilidad por el uso de esta información. El uso que usted haga de esta información implica que usted acepta los Términos de Uso. Aprenda cómo desarrollamos nuestro contenido.

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