Aspectos generales de las opciones de tratamiento
Hay diferentes tipos de tratamiento para los pacientes con cáncer de células renales.
Hay diferentes tipos de tratamientos disponibles para los pacientes de cáncer de células renales. Algunos tratamientos son estándar (tratamiento que se usa en la actualidad) y otros se están probando en ensayos clínicos. Un ensayo clínico de un tratamiento es un estudio de investigación con el fin de mejorar los tratamientos actuales u obtener información sobre tratamientos nuevos para los pacientes de cáncer. A veces, cuando en los ensayos clínicos se demuestra que un tratamiento nuevo es mejor que el tratamiento estándar, el tratamiento nuevo se convierte en el tratamiento estándar. Los pacientes podrían considerar la participación en un ensayo clínico. En algunos ensayos clínicos solo se aceptan pacientes que no comenzaron el tratamiento.
Se utilizan los siguientes tipos de tratamientos:
Cirugía
Para tratar el cáncer de células renales, a menudo se usa cirugía para extirpar parte del riñón o todo el riñón. Se pueden usar los siguientes tipos de cirugía:
- Nefrectomía parcial: procedimiento quirúrgico para extirpar el cáncer del interior del riñón y parte del tejido que lo rodea. A veces se hace una nefrectomía parcial para prevenir la pérdida del funcionamiento renal cuando el otro riñón está dañado o ya se extirpó.
- Nefrectomía simple: procedimiento quirúrgico para extirpar solo el riñón.
- Nefrectomía radical: procedimiento quirúrgico para extirpar el riñón, la glándula suprarrenal, el tejido que la rodea y, habitualmente, algunos ganglios linfáticos cercanos.
Una persona puede vivir con solo una parte de un riñón que funcione, pero si se sacan los dos riñones o si no están funcionando, la persona necesitará diálisis (procedimiento para limpiar la sangre mediante una maquina exterior al cuerpo) o un trasplante de riñón (reemplazo con un riñón sano donado). Un trasplante de riñón se puede hacer cuando la enfermedad está solamente en el riñón y se logra encontrar un riñón donado. Si el paciente tiene que esperar hasta que se le done un riñón, se le da otro tratamiento según sea necesario.
Cuando no es posible usar cirugía para extirpar el cáncer, se usa un tratamiento que se llama embolización arterial para reducir el tamaño del tumor. Se realiza una pequeña incisión y se introduce un catéter (tubo delgado) en el vaso sanguíneo principal que fluye hacia el riñón. A través de este catéter se inyectan pequeños trozos de una esponja gelatinosa especial en el vaso sanguíneo. Las esponjas bloquean el flujo de la sangre hasta el riñón y evitan que las células cancerosas reciban oxígeno y otras sustancias que necesitan para crecer.
Una vez que el médico extirpa todo el cáncer visible en el momento de la cirugía, es posible que algunos pacientes reciban quimioterapia o radioterapia después de la cirugía para destruir cualquier célula cancerosa que quede. El tratamiento administrado después de la cirugía para disminuir el riesgo de que el cáncer vuelva se llama terapia adyuvante.
Radioterapia
La radioterapia es un tratamiento del cáncer para el que se usan rayos X de alta energía y otros tipos de radiación para destruir células cancerosas o impedir que crezcan. Para la radioterapia externa se usa una máquina que envía la radiación desde el exterior del cuerpo hacia el área en la que se encuentra el cáncer. La radioterapia externa se usa para tratar el cáncer de células renales, y a veces también se usa como terapia paliativa para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida.
Quimioterapia
La quimioterapia es un tratamiento del cáncer en el que se usan medicamentos para interrumpir la formación de células cancerosas, ya sea mediante su destrucción o al impedir su multiplicación. Cuando la quimioterapia se toma por boca o se inyecta en una vena o un músculo, los medicamentos ingresan en el torrente sanguíneo y pueden llegar a las células cancerosas en todo el cuerpo (quimioterapia sistémica).
Para obtener más información en inglés, consulte Drugs Approved for Kidney (Renal Cell) Cancer (Medicamentos aprobados para el cáncer de riñón [células renales]).
Inmunoterapia
La inmunoterapia es un tratamiento para el que se usa el sistema inmunitario del paciente para combatir el cáncer. Se utilizan sustancias elaboradas por el cuerpo o en el laboratorio para impulsar, dirigir o restaurar las defensas naturales del cuerpo contra el cáncer.
Para el tratamiento del cáncer de células renales se usan los siguientes tipos de inmunoterapia:
- Interferón: el interferón afecta la multiplicación de las células cancerosas y puede hacer más lento el crecimiento de un tumor.
- Interleucina-2 (IL-2): la IL-2 estimula la formación y la actividad de muchas células inmunitarias; en especial, de los linfocitos (un tipo de glóbulo blanco). Los linfocitos pueden atacar y destruir células cancerosas.
Para obtener más información en inglés, consulte Drugs Approved for Kidney (Renal Cell) Cancer (Medicamentos aprobados para el cáncer de riñón [células renales]).
Terapia dirigida
La terapia dirigida es un tipo de tratamiento para el que se utilizan medicamentos u otras sustancias a fin de identificar y atacar células cancerosas específicas. Los antiangiogénicos se usan para un tipo de terapia dirigida que se administra para tratar el cáncer de células renales avanzado. Los antiangiogénicos impiden que se formen vasos sanguíneos en un tumor y hacen que el tumor deje de crecer, se destruya por falta de nutrientes o reduzca su tamaño.
Los anticuerpos monoclonales y los inhibidores de cinasas son dos tipos de antiangiogénicos que se usan para tratar el cáncer de células renales.
Para obtener más información en inglés, consulte Drugs Approved for Kidney (Renal Cell) Cancer (Medicamentos aprobados para el cáncer de riñón [células renales]).
Se están probando nuevos tipos de tratamiento en ensayos clínicos.
La información sobre ensayos clínicos está disponible en el portal de Internet del NCI.
A veces el tratamiento para el cáncer de células renales causa efectos secundarios.
Para obtener más información sobre los efectos secundarios que causa el tratamiento para el cáncer, consulte nuestra página sobre efectos secundarios.
Los pacientes podrían considerar la participación en un ensayo clínico.
Para algunos pacientes, la mejor elección de tratamiento podría ser un ensayo clínico. Los ensayos clínicos son parte del proceso de investigación del cáncer. Los ensayos clínicos se llevan a cabo para saber si los tratamientos nuevos para el cáncer son inocuos (seguros) y eficaces, o mejores que el tratamiento estándar.
Muchos de los tratamientos estándar actuales se basan en ensayos clínicos anteriores. Los pacientes que participan en un ensayo clínico reciben el tratamiento estándar o son de los primeros en recibir el tratamiento nuevo.
Los pacientes que participan en los ensayos clínicos también ayudan a mejorar la forma en que se tratará el cáncer en el futuro. Aunque los ensayos clínicos no siempre llevan a tratamientos eficaces, a menudo responden a preguntas importantes y ayudan a avanzar en la investigación.
Los pacientes pueden ingresar en los ensayos clínicos antes, durante o después de comenzar su tratamiento para el cáncer.
En algunos ensayos clínicos solo se aceptan a pacientes que aún no recibieron tratamiento. En otros ensayos se prueban terapias en pacientes de cáncer que no mejoraron. También hay ensayos clínicos en los que se prueban formas nuevas de impedir que el cáncer recidive (vuelva) o de disminuir los efectos secundarios del tratamiento del cáncer.
Los ensayos clínicos se realizan en muchas partes del país. La información en inglés sobre los ensayos clínicos patrocinados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) se encuentra en la página de Internet clinical trials search. Para obtener información en inglés sobre ensayos clínicos patrocinados por otras organizaciones, consulte el portal de Internet ClinicalTrials.gov.
A veces se necesitan pruebas de seguimiento.
A medida que avanza el tratamiento, se harán exámenes y revisiones periódicas. Es posible que se repitan algunas pruebas que se hicieron para diagnosticar o estadificar el cáncer, con el fin de evaluar qué tan bien está funcionando el tratamiento. Las decisiones acerca de seguir, cambiar o suspender el tratamiento se pueden basar en los resultados de estas pruebas.
Algunas de las pruebas se repiten cada tanto después de terminar el tratamiento. Los resultados de estas pruebas muestran si la afección cambió o si el cáncer recidivó (volvió).