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  • Inicio Centro de información Estrategias de autocuidado para manejar el estrés después de un desastre

    Reacciones ante el estrés y estrategias de autocuidado después de un evento traumático

    Atravesar un evento traumático puede ser increíblemente estresante, pero la manera de reaccionar a ese estrés será diferente para cada persona. Las respuestas a un evento estresante pueden depender de factores como:

    • Tu cercanía física y psicológica con el evento.
    • Tu nivel de responsabilidad durante el evento.
    • Tu situación actual de vida.
    • Tu experiencia pasada con crisis personales.
    • Tener el respaldo de tus amigos, familiares y compañeros de trabajo.

    Es posible que experimentemos el impacto en cómo pensamos, actuamos y nos sentimos, física y mentalmente. Estas son algunas reacciones comunes que podrías experimentar:

    Físicas

    • Náuseas o molestias estomacales
    • Cambios en el apetito
    • Dolor de cabeza o dolores musculares
    • Dificultad para concentrarte
    • Fatiga

    Pensamientos

    • Pensamientos e imágenes continuas del evento
    • Pensamientos que provocan miedo
    • Dificultad para concentrarte
    • Sueños perturbadores
    • Desorientación o mareos

    Emocionales

    • Ansiedad, miedo y preocupación
    • Tristeza y aislamiento
    • Sentimientos de pérdida e impotencia
    • Enojo e irritabilidad
    • Insensibilidad

    Puedes sentirte incómodo o preocupado por cómo lo estás manejando. Recuerda que las reacciones que tienes son normales frente a un evento inusual.

    Regresar a trabajar puede ser difícil. El impacto de un evento traumático no se detiene cuando vamos al trabajo. Pueden surgir una variedad de reacciones en ti o en tus compañeros de trabajo, entre ellas:

    • Sentir miedo de volver al lugar de trabajo o preocuparse por la seguridad física en ese entorno.
    • Alterar las rutinas para evitar recordatorios físicos del evento traumático.
    • Experimentar recuerdos recurrentes del trauma, estimulados por sonidos, olores o imágenes del entorno.
    • Reducir el tiempo que pasas en el trabajo debido a permiso por enfermedad, vacaciones o ausencias injustificadas.
    • Cuestionarse si permanecer en el trabajo actual o si continuar con la profesión.
    • Distraerse de la tarea que se está realizando (esto puede tener como resultado accidentes o errores).
    • Deterioro en el desempeño laboral y las relaciones con los clientes.
    • Preocupación por las reacciones de los compañeros de trabajo o sus capacidades para enfrentar la situación y hacer su trabajo.
    • Preguntarse cuándo volverá todo a la normalidad.
    • Sentirse aislado, como si los demás no parecieran sentirse tan afectados como uno por lo ocurrido.
    • Sentirse enojado por el comportamiento de los compañeros de trabajo.
    • Perder el sentido del humor.
    • Abandonar la relación que tenías con tus colegas de trabajo.

    Generalmente, todas estas reacciones son temporarias y desaparecen después de varias semanas. Si te cuidas bien, estas reacciones podrían desaparecer antes. Cuidarse significa decidir actuar de formas saludables en lugar de solo reaccionar ante los eventos. Estas son algunas maneras de lograrlo:

    Estrategias de autocuidado: Físicas

    • Duerme lo suficiente para que te sientas bien descansado. Acostarse y despertarse en horarios regulares puede ayudar.
    • Consume comidas bien balanceadas en horarios regulares.
    • Evita las sustancias que alteran el estado de ánimo, como el alcohol o las drogas.
    • Haz algún tipo de ejercicio todos los días. Ayuda a reducir el estrés.
    • Dedica un tiempo todos los días a hacer algo relajante, como respiración profunda, meditación, relajación progresiva o alguna actividad que disfrutes.

    Estrategias de autocuidado: Pensamientos

    • Consigue datos sobre lo ocurrido de una fuente confiable y objetiva. No confíes en rumores o suposiciones.
    • Organiza tu tiempo. Elige actividades en las que puedas involucrar tu mente y tu cuerpo y mantente enfocado en el aquí y ahora. Fija metas a corto plazo que te ayuden a mantener el rumbo.
    • Recuerda los desafíos que has superado en el pasado. Piensa en tus fortalezas y capacidades que te ayudaron a sobrevivir.
    • Reduce las expectativas sobre lo que deseas lograr.
    • Reduce las exigencias que te impones.
    • Evita pensar en lo que pasó y en lo que podría pasar. Intenta concentrarte en los aspectos positivos de tu vida y las cosas que agradeces.

    Estrategias de autocuidado: Emocionales

    • Concéntrate en las cosas que puedes controlar y date permiso para dejar a un lado lo que no.
    • Acércate a tus seres queridos y pasa tiempo con ellos y con otras personas que te apoyen y se preocupen por ti.
    • Habla sobre lo ocurrido y tus sentimientos.
    • Reconoce que puedes estar experimentando diversas formas de pérdidas, tales como la pérdida de expectativas para el futuro o de lo que creías sobre tu seguridad. Escribir sobre tus pensamientos y sentimientos podría ayudar. Algunas personas encuentran consuelo en actividades creativas como la música o pintura.
    • Recuerda que el duelo luego de una pérdida no sigue un proceso ordenado. Quizás te sientas fuerte y capaz un día y, al otro día, abrumado. Ten paciencia a medida que progresas.
    • Ten en cuenta que a veces el enojo puede ser una emoción externa que oculta emociones más profundas, como miedo, dolor o el sentido de imposibilidad.
    • Procura no descargar tu dolor y enojo con otras personas. Si lo haces, les resultará más difícil ayudarte y posiblemente tengan sentimientos negativos hacia ti.
    • Tu vida espiritual puede ser un recurso adicional.

    Para más información, recursos y apoyo, comunícate con el Programa de asistencia al empleado (EAP, por sus siglas en inglés) a través de tu empleador.

    Tags

  • Trauma
  • Miedo
  • Fatiga
  • Autocuidado
  • Este material es para uso del público en general. No son consejos ni tratamientos médicos/clínicos. Solo un proveedor de cuidado de la salud puede diagnosticar o recomendar un plan de tratamiento. Para más información sobre tus beneficios de salud del comportamiento, llama a los números de servicio al cliente o de salud del comportamiento que aparecen en tu tarjeta de identificación de cuidado de la salud.

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